Las niñas se encontraban felices de por fin verlo, de poder abrazarlo, detrás de ellas estaba una mujer alta, tez pálida y ojos azules como el mar, profundos y llenos de intriga, lo observó con rechazo, en su mente lo quería puro sacar del lugar, pero creo que no podía, por respeto a sus hijas, yo atiné solamente a retroceder unos pasos, alejarme de aquella situación un tanto incómoda para mí, ya que yo jamás había sentido ese calor hogareño, de familia, Jeremias se sentía en casa.
La señora por fin salió del hogar para recibirlo con un gran abrazo, el le entregó las flores, el aniño y la caja de bombones, lo que le encantó, las lágrimas corrían por mis mejillas, solamente quería estar con mi familia, no quería estar con otra familia, así que decidí correr, escapar de ese lugar, no me sentía en un buen sitio.
Desaparecí el lugar en un siantamén, cerré los ojos y solamente corría, cuando los abrí me encontré fuera de una plaza gigante, era muy linda, llena de juegos para niños, al centro una pileta, esto me recordaba a algo, a una escena, yo antes había estado acá pero ¿Haciendo qué? me senté en unas de las bancas para intentar recordar algo, era obvio que la Amnesia me había borrado algunas escenas de mi vida, aunque las haya visto cuando este a punto de morir, quizá esta no la había podido recordar aquel día.
<<FlashBack>>
-Bueno ___, esta es la pileta de la deseos ¿Quieres pedir algún deseo lindura? -Me sostenía en sus delgados brazos, balanceándome de un lado a otro-
-¿Qué es la pileta de los deseos, mamá? -Comencé a sacarle el cabello que tenía en el rostro-
-Bueno, la pileta se supone que está echa para que tu lances una moneda, no importa el valor, generalmente son de 1 peso o 2, al tirarla tu tienes que pensar en un deseo, el deseo puede ser algo que más anhelas, algo que más quieras con todo tu corazoncito -Apuntó el centro de mi pecho sonriéndome. Al tirar la moneda y al haber pensado tu deseo, los días pasarán y se habrá cumplido tu deseo ¿Quieres pedir uno, campeona? -Me posó en el suelo, dejándome frente aquella gran pileta.-¡Claro mamá! -Salté de emoción, ya que tenía muchas ansias de pedir algo.
-Bueno, yo también pediré un deseo, a la cuenta de tres ambas desearemos algo y a la vez tiraremos la moneda ¿Entendido? -Me pasó una moneda brillante, de un peso, era la moneda más hermosa que había visto.-¡Sí! -Sonreí sosteniéndola fuertemente dentro de la palma de mi mano.
Ambas estábamos de espalda hacía la pileta, en mi mente tenía el deseo perfecto, permanecer en sus brazos toda mi vida, que jamás me dejase y que si por esas cosas de la vida, tuviera alguna enfermedad que sobreviviera y que fuera inmortal, no me gustaría verla morir cuando yo sea grande, las mamás deberían ser inmortales, al igual que los abuelos. Escuché el tres y lancé la moneda, con todas mis fuerzas y con todo amor, sentí que las dos monedas habían entrado al agua, luego de eso me volteé y observé a mi modelo a seguir sonriente.-¿Y que pediste hija? -Arqueó una ceja mostrándome su perfecta sonrisa.
-Mh, algo me dice que para que los deseos se cumplan, no tienen que revelarse -Solté una risa juguetona y corrí hacía el bosque.
-¡Pillina! -Corrió detrás de mí, alcanzándome y sosteniendo mi cintura, dándome giros en el aire.<<FindelFlashBack>>
Mierda, ¿Cómo no pude haber recordado aquello antes? era tan raro recordar a mi madre, ahora no sé como está, hace muchos años que no la veo, quizá sea mejor ir en búsqueda de ella, quizá me reciba con un fuerte abrazo, aunque lo dudo, fui un gran fastidio para ella durante la adolescencia, no sacaré nada si no me arriesgo, además rechazos me lo han dado toda mi vida.
Caminé por algunas calles que solía recordar de a poco, solamente seguía mi instinto, quizá llegue al lugar equivocado y llamen a la policia si es que toco la puerta de alguien, aunque suena imposible, miraba a mi alrededor, las calles, los edificios todo estaba tan cambiado pero aún así mi mente seguía recordando las cosas, comencé a recordar mi infancia con Justin, en como se había convertido el cerebrito de la ciudad, como corríamos a escondernos del uno o del otro, como saltábamos en la cuerda o como me solía cantar canciones de cuna cuando yo sentía miedo, llegué a una casa grande, color amarilla, una reja de color blanca, afuera había un gran auto, toqué el timbre unas tres veces y salieron dos personas a recibirme, aquellos habían quedado totalmente impactados u horrorizados cuando me observaron, sentí inmediatamente su rechazo en el centro de mi corazón, sabía que no iba a ser recibida en el lugar, me di media vuelta para irme de aquel lugar y volver donde Jeremias, lo que no me resultaría tan difícil, pero algo me lo impidió, la voz de una señora.
-¿Quien eres tú? -Se acercó a la reja lentamente, para así abrir la puerta metálica. ¿Eres quién creo?
-Depende de quien creas que soy -Volteé a observarla, estaba intacta a como me la imaginaba, solamente con un par de arrugas, tragué saliva, ya que era muy difícil enfrentar aquella situación.
-¿Eres mi hija? -Al preguntar eso los ojos se le iluminaron, soltando algunas lágrimas. Claro que si lo eres cariño -Abrió los brazos atrayendo mi cuerpo al de ella, oculté mi rostro en su hombro, pude sentir como sollozaba.
-Hija, tanto tiempo, ¿Estás bien? dios, no sé como pude dejarte, como pudimos abandonarte, con tu padre no asimilábamos lo que habíamos hecho, pero estabas mal, supongo que ahora todo cambió ¿Cuantos años tienes? ¿21? -Me soltó, pude observar que el maquillaje se le había corrido por las lágrimas.-Mamá... tengo 17, aún no soy mayor de edad -Me dolía pensar que mi propia madre no me había reconocido a simple vista y que ni siquiera tenía idea de la edad que yo tenía.
-¿Te escapaste del internado? -Preguntó horrorizada, más bien enfadada. Tantos años pagando aquel internado para que ¿Te escapes y regreses a casa? Supongo que estás rehabilitada.-Mamá no sabes las cosas que pasé y me preguntas si es que me escapé, si estoy acá y aún no soy mayor de edad es por algo, además ni siquiera sé por que vine, no preguntas como estoy, solamente te preocupa haber dejado aquel internado de mierda, que ni siquiera me cuidaban bien, estaba más que claro que el dinero era lo más importante para ustedes, si me hubieran querido recuperar me hubieran ido a sacar de esa inmunda pocilga, pero no... -Suspiré enfadada, atrás de ella había una figura de una pequeña persona, tenía como unos seis años, idéntica a mi padre. Ah y para llenar ese vacío tuvieron otro hijo ¿No? dios, ya sé por que los odiaba tanto, sois unos animales -Corrí lejos de ellos, tenía pena, no sé por que reaccioné tan mal, creo que era lo que tenía que decirles hace ya mucho tiempo.
Corrí lo mas lejos posible nuevamente, pero alguien me detuvo con su agarre, alguien me impulso hacía el, pude observarlo, pude ver su cara angelical, sus ojos de color miel, sus labios, su perfume, su todo, era él, era Justin pero ¿Qué demonios hacía aquí y como descubrió donde estaba?
-Te estaba observando todo este rato -Me soltó finalmente. Llevamos tiempo sin vernos -Suspiró tomando mis manos, observando nuevamente mis ojos.
-Justin, esto es confuso, estoy pasando una serie de emociones, me reencontré con mi madre, solté todo lo que tenía dentro y luego apareces ¿tú? con tu cara bonita, con tu pinta de héroe que ni siquiera tienes ¿Por qué no entraste y me rescataste? fui abusada por tu culpa, no quiero volver a verte nunca más.
-___ Sabes que no es así, te amo, te amo demasiado, más que a nadie en el mundo, entré en el lugar, te busqué pero no había rastro tuyo, me habían dejado una nota que estabas en Canadá, se que vendrías directamente a ver a tus padres, así que te seguí, te encontré, te vi y aquí estoy -Se acercaba cada vez hacía a mí, sosteniendo mi barbilla, me sentía delicada, me sentía diminuta frente de él.
-¿Qué cosa de que no quiero estar más contigo no entendiste? suéltame por favor, no estás hecho para mí, eres un maldito animal, igual que mi familia, ambos me dejaron, me abandonaron, tu eres el peor por supuesto, metiéndote con esa puta y luego involucrándome en tus problemas -Con mis manos lo impulsé hacía atrás alejándolo de mí.-Siento que estas conversaciones las hemos tenido una y otra vez, tenías amnesia, no te recuperaría jamás en la vida, pero bueno, aquí estoy, a un paso de que tu vuelvas a ser mía, de que volvamos a estar juntos.
-¿Alguna vez fuimos pareja? ¿Alguna vez fui tuya? por favor, no me vengas con frases de novelas que lo galán no te queda.
-Solamente quiero la respuesta final, solamente quiero que me digas un sí o un no, quiero que me digas que si estarás nuevamente conmigo, quiero por favor salir de todo este rollo ___ Por favor ¡Me estoy volviendo loco sin ti!
-....
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OMG, PRÓXIMOS DOS CAPÍTULOS FINALESCOMENTEN ACÁ SI QUIEREN 2DA TEMPORADA.
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En busca de una ayuda. [Justin&Tú]
Fanfiction_____ Tenía solo quince años de edad cuando cayó en aquel internado por las drogas, aunque ella no lo admita, pide ayuda a gritos para salir de esto... ¿Podra salir? ¿Quien la ayudara? Leanla y voten<3