En busca de una ayuda. [Justin&Tú]

Frustración.

Estaba tan frustrada que el tiempo se me pasó volando, tomé una rápida ducha y me puse aquel vestido rojo, me dirigí rápidamente hacía la revista para entregar aquella entrevista, recordaba una y otra es aquella noche, aquella noche en que fui feliz y en que fui suya, maldecía por dentro una y otra vez, necesitaba droga, necesitaba olvidarme por fin de él. Me bajé del auto y subí hacía el edificio de Layla, sin ánimos dejé aquella tablet, mientras me iba alejando Layla me llamó.

–A ver ¿Por qué estás con ese rostro?, ¿Qué pasó? –Se dio vuelta de su gran asiento mirándome, con su mirada de ‘maternidad’ que tenía, ella era como una madre. Obviamente no le podría decir que me metí con el de la entrevista, sonaría algo loco e ilógico.

–Solo que ando de mal humor, anoche dormí súper mal, me despertaba cada cinco minutos –Suspiré recordando aquella noche, tenía ganas de llorar y lo hice.

–Estas mintiendo, ¿Qué te pasó?, ¿Por qué lloras? –Se levantó de su escritorio y camino hacía mi para darme un cálido abrazo, justo lo que más necesitaba.

–Me acosté con Justin, Justin Bieber anoche –Lloré aún más fuerte, sintiéndome arrepentida de lo que había dicho, pero ya era estúpido, metí la pata. Con el nos conocemos hace años atrás, me cambie a Sheffield para poder olvidarlo, me metí en este trabajo para ‘’conocer’’ nuevas personas, pero mi pasado me atormenta y me persigue, miles de veces e intentado olvidarlo ¡Pero es estúpido! –Lloré más fuerte, me quería morir.

–¡Dios! –Exclamó tratando de calmarme. Pero si te acostaste con él ¿Por qué lloras?, deberías estar feliz, contenta ¿O no te gustó? –Arqueó una ceja. De primer momento me debiste haber dicho tu historia con él.

–Me encantó desee ser suya, desee estar revolcándome como una perra en su habitación, pero cuando desperté ¡El no estaba!, ¿Sabes lo tonta que me sentí?, pero es inútil, tengo dieciséis años, debería estar en una escuela terminando mis estudios, no estar acá como tonta, deseo renunciar –Tragué y me alejé de ella.

–Deberías pensar claramente, no dejaré que renuncies a este trabajo, te queda mucho para surgir, no tienes que estar cambiando de trabajo cada un mes y solo porque tu pasado te atormenta, deberías superar y seguir a delante, acá en Sheffield hay miles de bares ¡y miles de chicos!, es inútil seguir con uno que lo único que quiere es dejarte, vamos, respira y piensa dos veces las cosas –Despejó con sus manos mi rostro, el cual tenía mechones sueltos.

–Tienes razón, debería pensar dos veces las cosas –Agaché el rostro. Bueno, tengo que ir al departamento, necesito dormir o despejarme, adiós Layla, gracias por ayudarme. –Salí de aquel edificio y me subí al carro, manejé hacía el departamento y caminé por el frondoso pasto verde.

El día estaba lindo, un radiante sol y despejado, me senté sola en el pasto, toqué mi vientre y me dolía demasiado. Prendí un cigarro y lo empecé a fumar, necesitaba pensar y tener mi mente clara, ¿Sería bueno dejar Sheffield y volver a mi hogar? ¿Volver a aquel internado?, mi cabeza daba vueltas por la nicotina y el tabaco, aquello hacía que girara todo y me relajara al máximo. Aspiré lo último que quedaba de tabaco y lo apagué, entré al departamento y vi a Amalia.

–Fumaste –Me olió como perro en selo. ¡Y no me diste!, descarada –Se echó a reír, sin duda nos convertiríamos en grandes amigas.

–Perdón, necesitaba uno, ¿Podemos hablar? –La miré con preocupación, tenía que contarle esto, quería que alguien, aparte de Layla me escuchara.

–Está bien, me estás preocupando –Se sentó en el sofá de cuero y me hizo un lugar.

–Bueno, esto es difícil de contar –Puse ambos mechones detrás de mi oreja. Quiero irme de acá, tengo dieciséis y no es bueno trabajar a tan temprana edad, quiero estudiar, que los maestros me reten, sacar malas calificaciones, ¡Quiero a mamá y a papá!, se que sonará estúpido, pero tengo que escaparme y volver a mi lugar.

–¿Estás segura que esto no es por un chico?, ___ podré ser drogadicta y gracias a eso tendré pocas neuronas, pero reconozco a miles de kilómetros cuando una chica tiene problemas con un chico y quiere escapar, huir de la realidad, pero es incorrecto, eso demuestra que eres débil y no es bueno demostrarse débil frente a un chico. Está bien que tengas dieciséis, pero esto tu no lo planeaste, la vida te da muchas consecuencias y las tienes que enfrentar ¡Vamos linda, eres maravillosa, tienes una larga vida por vivir! –Golpeó mi muslo.

–Está… -Escuché mi nombre a lo lejos, era Logan quien sostenía el teléfono, me apunto y luego apunto al teléfono, supongo que era una llamada para mí.

Me levanté del sillón de cuero y miré a Logan, le quité el teléfono de las manos y escuché una respiración que provenía desde la otra línea, gritos se escuchaban a lo lejos, me empecé a preocupar, m corazón empezó a latir más fuerte de costumbre, un ¡___! Se escuchó a lo lejos.

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