La gran doctora (TERMINADA)

El nuevo rey de Panem

En una posada humilde dentro de un pueblo escondido de los guardias de Snow, los soldados woodalchis visten ropas de civiles. Beete le cambia los atuendos al rey para que pase desapercibido entre la multitud.

- Hemos dejado nuestra marca en el pueblo Taltil. Deberíamos poder contactar con ellos a lo largo del día de hoy.- Le dice Thresh a el rey

- ¿No hay más noticias?, ¿de la reina o el general?

- Seguimos sin saber nada majestad- Responde Boggs

- Probablemente esperarán al anocher, dado que los soldados del príncipe de Buwon siguen buscando por todas partes. - Le dice Gale

- Es muy extraño- Dice Haytmich tomando asiento.

- ¿Disculpe?

- Soy el rey de Panem, sin embargo si caminara por la calle y dijera que soy el rey, nadie me creería. Nadie me reconocería siquiera. Aunque los soldados del príncipe de Buwon, que van tras mi pista, me capturasen, y fuera condenado a muerte por asumir falsamente la identidad de un rey, ¿quién creería que soy el monarca?- Los demás bajan la mirada- Betee

- ¿Si, majestad?

- Ahora que he abandonado el palacio, no hay nada que demuestre que soy el rey. Tal vez no haya hecho nada para merecerlo, pero en el palacio sí era el rey- Haytmich sonríe triste y los soldados se miran con lástima

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Edmundo mira sus libros sobre el escritorio del rey, unos eunucos entran con una enorme caja

- Traemos esto tal y como lo ordeno. - Hacen una reverencia y se retiran.

El abre la caja y del interior de está saca otra un poco más pequeña allí se encuentran guardadas las herramientas de Hwata, muy parecida a las Katniss, pero él al no saber que son las deja de lado. Saca otra caja un poco más grande, adentro se encontraba el diario; lo toma y lo deja a un lado. Ve unas hojas sueltas del diario con algunas palabras escritas en ellas

- Los ministros de la corte lo están esperando majestad. Insisten en verlo y obtener vuestra respuesta antes de abandonar el palacio- Dice una voz desde afuera.

El príncipe cierra la caja y sale rumbo a la reunión. Las hojas sueltas del diario tenían un mensaje: "Ojalá que esto llegue a tus manos. El coraje puede lograr que el destino y los recuerdos se unan en un instante"

El príncipe camina con total libertad por la sala donde estaban los Ministros aguardando- oí que me estaban esperando

- Es a su majestad a quien aguardamos- Le responde el maestro Black.

- El golpe de estado ha terminado y los soldados de Lord Snow se han retirado- Boran igual que su maestro no miran a la cara al príncipe. - El palacio está a salvo. ¿Por qué no regresa el rey entonces?

- No estoy seguro. El rey debe estar bastante impactado por este incidente. El consejero en el que había confiado durante más de diez años le traicionó y blandió su espada contra él. De modo que es normal que esté asustado.

- Permitame leer una orden real de parte del rey- Dice Snow entrando a la sala acompañado de Pedro. Edmundo toma el pergamino y lo lee- Acabo de regresar de reunirme con él. Muestra su arrepentimiento por el hecho de que el ejército real atacara mi casa y desea que le entregue este decreto real al príncipe Edmundo.

- El rey dice que, por ahora, le gustaría que yo, su tío, asumiera las riendas de la nación.- las personas presentes se miran unos a otros- Que los ministros certifiquen su veracidad.

Pedro le entrega el pergamino al Maestro Black quién lee su contenido.

- Como pueden ver este decreto real lleva el sello de su majestad. - Dice Snow