Sacrificios

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Cuando Peeta separa sus labios de los de Katniss se detiene para admirarla unos momentos, olvidándose por completo del resto del mundo. Ella aún sigue impresionada. Lentamente se separa de ella y mira al príncipe Edmundo quién lo observe entre asombrado e indignado; se acerca y se coloca al frente de él.

- Por eso... está boda es imposible. - Le dice Peeta seriamente.

Todos miran a Peeta y a Katniss asombrados, los ministros literalmente quedaron con la boca abierta.

- Este hombre ha profanado a una mujer de la realeza. ¡Aprensénlo inmediatamente!- Grita Edmundo.

Peeta mira a Katniss con una sonrisa en los labios, sus ojos brillan de una forma diferente. Ella le devuelve la mirada. Peeta se retira del lsugar, pasa entre medio de los woodalchis quienes estaban con sus espadas levantadas y mirando a los guardias quienes también portaban sus armas.

Edmundo iba a detenerlo al verlo salir tan campantemente, pero Snow lo evita.

- ¿Y sí olvidamos lo ocurrido?. Antes de que empiecen a esparcirse rumores. - El príncipe abandona la sala rápidamente.

Katniss no aparta la mirada de la espalda de Peeta viendo como se aleja pero sabiendo que volverá por ella, Peeta se detiene y se gira para verla de nuevo. Los ojos de los dos brilla de una manera diferente, ahora no tienen nada que ocultar. 

Los guardias tienen sus espadas apuntando a Peeta para llevarlo detenido por su atrevimiento.

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Miles de hombres corren rápidamente portando sus espadas, son demasiados como para contarlos, corren rápidamente hasta llegar a su objetivo. Algunos bandidos desde los tejados a la señal lanzas sus flechas directamente a la posada del rey.

Miguel y Coin siguen a los hombres desde atrás, ellos abren las puertas pero la posada estaba vacía. Miguel usa su poder para escuchar algo, mientras que su hermana toca una taza que había cerca para saber si estaba caliente o fría.

- Parece que han escapado a toda prisa, no hace más de una o dos horas- Dice Coin.

- No queda nadie.- Le dice su hermano.

- ¿Hacia dónde han huido?

- Podrían dirigirse al palacio o a la frontera.

- Dividiremos las tropas en dos grupos.

- En tres- Dice Miguel- También es posible que hayan ido por la montaña.

Los dos salen corriendo rápidamente del lugar en busca del rey.

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Los reyes son trasladados por carruaje lo más rápido posible, los woodalchis deben sacarlos del lugar rápidamente. Haytmich toma la mano de Effie preocupado, pero ella lo mira diciéndole que todo estará bien.

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- Bien hecho, parece que has armado un gran revuelo. - Le dice Plutarch entrando a la prisión donde estaba Peeta.

- ¿Cuánto de tus hombres están de nuestra parte?

- ¿Por qué?, ¿quieres que te ayude a escapar?- Plutarch se sienta a su lado.

- Su majestad está en peligro. Los soldados del príncipe de Buwon van tras de él. Probablemente se hayan disfrazado de bandidos. Serán unos trecientos o cuatrocientos.

- ¿Dónde están ahora?

- Seguramente ya hayan huido. Cuenta con la protección de algunos woodalchis- Plutarch suspira- ¿Por qué no respondes?

La gran doctora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora