Peeta y Finnick descansan un momento, cuando un hombre aparece delante de ellos, él se percata inmediatamente de los dos. Peeta saca el objeto que le entrego la dama Mellark para encontrar a los suribang, el hombre lo mira y sigue su camino.
Finnick encuentra la posada donde se esconden los miembros del grupo suribang
- No es una casa vacía
- Claro que no.- dice Peeta
- La casa huele habitada.
- Vete- Peeta sube las escaleras.
- General...
- Regresa y dile al comandante que volveré más tarde.
- ¡General!- Dice Finnick
- Dile que haga lo que tiene que hacer.
Peeta entra a la casa, el lugar a simple vista se ve desocupado. Él con cautela mira el lugar, sabe que hay alguien y no sé equivoco.
De repente una flecha pasa por la mejilla de Peeta, le hubiera dado si él no lo hubiera esquivado. Un muchacho aparece y con una lanza ataca a Peeta, pero él lo derriba con mucha facilidad, arrojándolo al suelo, le quita la lanza y se la tira al joven que está en el techo con su arco y flecha en mano.
- ¿No podemos dejarlo ya?- Dice Peeta mirando el lugar.
Otro sujeto aparece, está vestido completo de blanco y tiene el cabello largo y de color negro, usa su espada para atacar a Peeta
.- ¿no te aburres?- Le dice al joven quién se acerca a él con la flecha pero Peeta hace un movimiento para que está caiga al suelo, pero lamentablemente los reflejos del sujeto son buenos y la atrapa antes de que caiga. Si hubiera querido matarlo, le hubiera enterrado la espada a Peeta, matándolo inmediatamente, en vez de eso se lanza de espalda haciendo que Peeta lo agarre por inercia.
- Llevo mucho tiempo esperándote- Dice el hombre con bastante coquetería. Peeta lo tira hacia adelante haciendo que él casi se tropiece.
- ¡Tío, haz algo!- Grita Peeta- Ya me está fastidiando.
- Oye Peeta- Dice un hombre de barba no tan larga, tiene el pelo un poco canoso pero no tanto, aparenta unos 50 o 60 años de edad. A su lado una mujer de la misma edad, con el pelo negro sujetado por una peineta. Miraban todo desde el techo.
- Cuánto tiempo- Dice Peeta saludando a su tío
- Me han contado que te has convertido en el perro del nuevo rey. Oigamos tu ladrido: guau guau guau
- ¿Estás comiendo en condiciones?- Le dice la mujer
- Todavía no he cenado
- ¿Te puedo ofrecer sopa con arroz?
- Oye ¿por qué darle de comer a un perro?.
- Los perros necesitan comer para poder ladrar- Le responde la mujer.
Afuera Peeta cena acompañado de su tío, su tía y de su primo, bastante especial. Él le coloca un ajo en la cuchara de Peeta, haciendo que él se sienta bastante incómodo. Todos saben que ese joven tiene sentimientos por Peeta desde hace años.
- ¿oye no dijiste que ibas a dejar a los woodalchi a fin de mes?
- ¿No nos dijiste que te quedarías aquí una vez que dejarás el palacio?- Dice su tía tejiendo algo a mano.
- ¿Y qué es eso de lo que habla todo el mundo, de un doctor del cielo?
- Seguro que todo es falso.
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La gran doctora (TERMINADA)
Fiksi PenggemarKatniss es una estudiante de medicina de la Universidad de Nueva York, tiene un futuro perfecto, pero tiene que pasar por muchas cosas antes de convertirse en la doctora que espera. Un día, un guerrero llamado Peeta la secuestra y la lleva de vuelt...