La reunión

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- En la reunión de mañana, por favor haga todo lo que desea. Puede plantarle cara a Snow, todo el recinto estará protegido por los woodalchi y los guardias. Snow no podrá hacer nada en su contra majestad- Le dice el consejero real. Haytmich solo asiente.

- Majestad, soy la dama Mellark- Se anuncia, al entrar hace una reverencia- Le traigo un mensaje de la reina.

- Debió ser incómodo para ella alojarse en mi posada. ¿Se siente más cómoda ahora que está en sus aposentos?

- La reina desea que le pregunte si puede ir esta noche a la zona de palacio

- ¿Está noche?

- Dice que le esperará con una mesa de bebida.

Cae la noche en el palacio y el rey se dirige a la zona de la reina. Beetee acompañado de dos Eunucos les entregan a las mujeres que custodian la puerta unas cajas.

- Eunucos y sirvientes deben permanecer a doce pasos de la alcoba. Cerrar oídos y pensamientos. Céntrense sólo en la vigilancia de intrusos- Dice la dama Mellark. Todos se colocan en posición, incluso la espía

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- ¿Ha preparado todo esto usted?- Le pregunta Haytmich a Effie.

- Me han dicho que el príncipe Edmundo está en la residencia de Snow

Haytmich luce incómodo - Lo he oído. El woodalchi Mellark me ha informado.

- Dicen que Snow lo ha hecho venir con el propósito de arrebatarle el trono

- '¿Y?- Haytmich se sirve una copa

- No llevas mucho tiempo en el trono. Sin embargo, Snow necesitará una buena razón para destronarnos cuando se lo pida al emperador de Yuan. En Sangeseong hay miembros de mi familia podría pedirles ayuda. Deberíamos hablar con el emperador antes de que Snow envíe a alguien a Yuan- Haytmich la mira- Se lo ruego... por favor... Déjeme ayudarle.

Haytmich se levanta - Lo ordené apresuradamente. Solicité que fuera de un color de vuestro agrado. ¿Le gusta?- Abre una caja donde hay unos pares de aros y un collar

- Majestad.

Haytmich muestra otra caja de color naranja y más grande- Y esto. ¿Todavía lo recuerda?

Effie abre la caja y ve el pañuelo que llevaba puesto ella en su rostro el día que lo conoció en Yuan. Cuando él pensó que Effie era una mujer de Panem.

- Aquel día ya sabías quién era yo, ¿cierto?- Le pregunta Haytmich.

- En efecto, lo sabía

- Y aún así, callaste quién eras tú.

Effie baja la mirada apenada. Recuerda cuando Haytmich le pidió matrimonio no sabiendo que ella la reina de Yuan, la mujer que iba a ser su esposa para poder convertirse en rey. - No podía decírselo.

- ¿Por qué no me dijiste ese día quién eras?. Desde ese día he buscado una razón. ¿Estabas jugando conmigo?

- No

- ¿Qué es lo que querías escuchar de mí exactamente, manteniendo la boca cerrada pero permaneciendo a mi lado?- Haytmich se sienta a su lado- Ahora soy el rey, pero no poseo demasiado, ni poder ni partidos que me apoyen. Lo único que tengo son mis principios. Rechazar a Yuan y salvaguardar mi nación. Desafiar a ese gran poder y proteger a mi pueblo, cueste lo que cueste.

- Aceptar la ayuda de yuan sería... ir contra sus principios

- Ya rompí uno de mis principios. Juré que jamás entregaría mi corazón a una mujer de Yuan, pero irremediablemente tuve que incumplirlo- Effie lo mira sorprendida- Siempre he intentado incumplirlo, sin embargo, ya había entrado en mi corazón y no podía olvidarla. Por eso era tan frío con usted- los dos se miran- ¿Ayudarías a este endeble como yo, a no volver a romper ninguno de mis principios... y permanecerás a mi lado?

La gran doctora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora