Ariel
—¡Ya te dije que no lo aré! —le repito por milésima vez a Fernanda, quien sí, sigue diciéndome que lo correcto es decirle a Chris sobre sus hijos. No sé porque me insiste tanto pero de una u otra manera tiene toda la razón, pero no, aunque me remuerda la conciencia hacer esto con él, no pienso decírselo nunca.
Cuando llego a casa me acuesto un momento en el sofá, vaya que fue un día cargado de cosas, sobre todo de sorpresas y emociones preciosas.
¡Voy a ser mamá!
Todavía me cuesta trabajo creer que llevo dos pequeños dentro de mí. —Los amo mis amores. —sonrío mirándome el vientre, es una sensación asombrosa, desde que supe que los esperaba los amé, los amo y los amaré para siempre.
Me quedo maravillada otra vez viendo la ecografía, ¡tan solo son unos puntitos! —sonrío feliz y pienso en todos los planes que tendría con ellos, cuando los tenga entre mis brazos y les haga dormir..., ¿serán dos niñas?, ¿dos niños?, o uno de cada uno..., cierro mis ojos y de la nada nace en mi mente una imagen de Chris cargando a dos bebés.
—¡Ariel!, ¡vuelve a la tierra por favor! —oigo decir a mi amiga, sacándome de mis extraños y..., bonitos pensamientos de Chris con sus hijos, sin embargo solo son eso..., pensamientos.
—¿Qué pasa mujer?
—Pensé que te habías vuelto a desmayar. ¿En que estabas pensando?
—¿En qué crees? —sonrío.—en mis hijos y..., —en Chris.
—¿Y qué? —insiste cuando me quedo callada.
—Ehh, nada más.—sonrío.
—Claro y yo soy tonta, pero bue, vamos a cenar porque tengo un hambre que me comería una vaca entera, y tú individua. —río. —tienes que empezar a comer por tres me escuchaste.
—Supongo que sí. —vuelvo a reír y nos disponemos a caminar hacía el comedor. —Vaya que te esmeraste. —le digo impresionada, la mesa está repleta de cositas apetitosas, dejo la ecografía en la repisa de mi mueble y me instalo en la silla.
...
—¡muchas gracias por la comida amiga!, estuvo deliciosa. —agradezco a Fer, quien realmente se pasó.
—De que agradece pue. —ríe. —lo que es yo ahora por lo menos, me voy a ir a acostar porque estoy agotadísima, gracias a dios mañana es domingo y no hay que hacer nada. —añade, alegrándome yo también, juraba que mañana era lunes, ahora sí que dormiré hasta las cinco de la tarde.
Ambas nos levantamos y retiramos las cosas de la mesa, luego de eso voy a mi pieza y me desvisto para darme una ducha, relajándome por completo.
Terminando esto miro mi vientre pensando millones de cosas maravillosas, y es imposible dejar a Chris fuera de esto, debato y debato conmigo misma, estoy segura que sola podré salir adelante, que seré mamá y papá a la vez, pero..., ¿cuándo mis hijos me pregunten porque no tienen papá?, ¿Qué les diré? La culpa me mataría...,
¡Ay dios mío que hago!
Me acuesto y trato de dormir, sin embargo esta pregunta no me deja hacerlo, no sé cuánto tiempo me quedo pensando pero cuando veo el reloj recién son las once de la noche, ¡Que!, juraba que eran las dos de la mañana o por ahí, este poco rato se me han hecho horas eternas.
Al no conciliar el sueño me levanto, necesito tomar agua y cuando salgo de mi habitación me asusto un poco al ver a Fernanda ahí, revisando su celular.
—¿Y tú?, pensé que estabas durmiendo. —me dice a penas me ve y yo voy a la cocina por un vaso con agua.
—Traté pero no pude. —le contesto llenando el vaso, cuando llego voy hacía la repisa y tomo el ultrasonido, necesito ver a mis puntitos.
—¿Y eso porque?
—Es que estuve pensando en lo que me dijiste y creo que tienes razón con respecto a lo de Chris, mis hijos tienen derecho a tener un padre, pero todo es tan complicado Fer, apenas conocí a Chris y si le digo es como dejar entrar a un extraño a mi vida...,
—Créeme que te entiendo amiga, pero...—iba a seguir hablando pero suena el timbre. —¿Quién será a esta hora? —pregunta Fernanda y yo encojo los hombros en señal de decirle que no tengo idea quien pueda ser. —Yo voy. —añade y se dispone a caminar hacía la puerta. —Y cómo te iba diciendo Ariel, te guste o no te guste estarás unida a él para siempre...,—interrumpe su discurso a penas abre la puerta, quedando sorprendida.
—¿Quién es? —pregunto y de inmediato entra...,
¡Que!
¿¡C-Chris!?
Mi cuerpo se paraliza de inmediato y el aliento se me va, nerviosa pestañeo una vez para comprobar si esto es sueño, pero..., ¡realmente es él!, ¡como llego acá!, no entiendo nada y por más que estoy procesando en mi mente que es él no me lo creo.
Al mirarle podría jurar que está enojado. —¿Se puede saber, con quien estarás unida para siempre? —pregunta serio, su voz es como un balde de agua que estremece todo mi cuerpo y con más intensidad aun a causa por su pregunta.
Me levanto sin saber porque, tratando de inventar algo para que no sé de cuenta que él, es con quien estoy unida para siempre.
:ooooo espero que hayan disfrutado del capítulo, ¡¿Ariel le dirá la verdad a Chris?!
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mellizos evans «chris evans»
Fanfiction⚠️ ¡ojo! qué esta historia la escribió un bebé de quince años (hoy tengo veinte) y pese a todo el empeño que dediqué a ella claramente hay muchas situaciones que pueden parecer infantiles ó absurdas ¿ por qué ? se entiende que el conocimiento sobre...