Ariel.Ay que nervios, aún no lo asimilo, de verdad que no y creo que en cualquier instante mi corazón estallará de alegría. —¡Aw! ¡puntitos me casaré con su papi!
Mi nerviosismo y felicidad aumentaron más todavía cuando llegué de nuevo al registro, ansiosa tomé mis documentos y el ramo de flores, para posteriormente bajar del auto.
Alcé una sonrisa de oreja a oreja, mi bello prometido está en la entrada, vestido tan selecto y elegante, que me cuestioné seriamente si estaría a su nivel.— solté un risita nerviosa al mirarme, bueno eso no importa mucho ahora, ¿o sí?
No esperé más y con timidez me dirigí a donde él estaba, caminaba de allá para acá, mirando su reloj. Cuando al fin nuestras miradas se encontraron, él sonrío abriendo sus ojitos azules.
—Amor...,
Flash back.
—entonces, ¿en dos horas? —asentí y Chris me besó, pude sentir sus lágrimas felices situarse en mis mejillas, la emoción se encontraba a flor de piel en nuestros corazones, los cuales latían animosamente. —gracia-s..., amor, de verdad. —se escondió en mi cuello, estaba llorando con más intensidad, cosa que me mató el alma y me revivió de ternura, su sensibilidad es adorable.
—No llores tontito, me harás llorar a mí. —reí, mi payasito bello lograba conmoverme, lo tomé de su mentón y le miré a los ojos, quitando las gotitas de ellos. —te amo...,
—No te arrepentirás jamás de ser mía, también te amo, Ariel.
Fin flash back.
Y aquí estamos, dos horas después de aquel instante, en que propuso la locura más bella de nuestras vidas.
—Chris...,—le devolví la sonrisa, no podía quitarla, y es que jamás imaginé que este día que se suponía que fuese agotador y agobiante, terminaría siendo el más bello y asombroso, ambos nos encontrábamos realmente en una burbuja que nos aislaba del mundo exterior.
Él vestía un esmoquin de colores cálidos y sombríos, blanco era su camisa y el vestón, mientras tanto que su corbatín, chaleco y pantalones eran excelentemente negros, cada elemento en el cuerpo de Chris era perfecto, se veía espectacular...,
—la palabra hermosa, se queda corta para describir cómo te ves, amor. —sonreí y me sonrojé un poco, me encanta que diga eso. Su cabello estaba tan bien peinado, su pestañas gruesas y barba esplendidas, él se ganó a mi lado y tomó de mi mano. —¿lista?
—Sí. —le tomé de su cuello y me posé en sus labios, para luego tomar rumbo hacia el interior del registro.
Chris.
Miré a mi mujer con la sonrisa más feliz que habría alzado, sus ojos brillaban, es tan encantadora dios mío..., quedé sin aliento cuando la vi caminar hasta mí, con su larga melena ondulada, bordeando y adornando ella, una diadema que trazaba parte de su frente y seguía hasta el fin de su nuca. Continué con su vestido, color crema, ajustado y con termino de unos cuantos centímetros bajo sus muslos..., dios..., me casaré con una princesa.
—¿Supongo que ya vienen los padrinos? —dijo la oficiante y tanto en el rostro de Ariel como en el mío, nació la sorpresa. ¡Como pudimos olvidar eso!
—Ay Chris...—interrumpí a mi novia preocupada.
—he, claro..., claro. —sonreí a la mujer que nos casaría. —espera aquí, amor. —le di un corto beso a mi mujer y salí de la salita que se veía muy bien (la había mandado a adornar, Ariel sonrío sorprendida cuando la vio). —¡Ustedes! —exclamé a una pareja muy joven. —¿aceptarían ser los padrinos de mi boda?,¡Por favor, por favor! —parecía un verdadero niño pequeño insistiéndoles.
—he...,—el joven miró a la muchacha confundido, igual es extraño que un desconocido te pida que seas el padrino de tu boda, ¿no? —estamos apurados..., —terminó de decir.
¡No puede ser!, perderé la hora. —Miren. —saqué de mi billetera todo los billetes que tenía, y se los pasé sin preguntarles antes. Quedaron asombrados. —¿ahora así? —ellos dijeron un "si" y me siguieron hasta la pequeña salita donde me uniría finalmente con mi Ariel. Ella al verme con aquellos muchachos, río sin entender.
No dejé tiempo para que me preguntara quienes eran ellos, yo solo dije. —Aquí están oficiante, —le sonreí a mi prometida. Me decía "eres un loco Chris" con los labios.
—Entonces, daremos inicio a la ceremonia. —nos sonreímos y escuchamos con atención todo el discurso de la oficiante, ahora venía nuestro turno, suspiré y Ariel y yo nos miramos de frente.
—Yo, Christopher Robert Evans. —tomé su delicada mano derecha, y en su dedo anular, situé el símbolo de nuestro amor. — te tomo a ti, Ariel Lissette Levy, como esposa, prometo serte fiel y cuidarte en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para siempre. —la amo, la amo y la amo.
Ella empezó.
—Yo, Ariel Lissette Levy. —realizó exactamente lo mismo que yo, sonriendo. —te tomo a ti, Christopher Robert Evans, como esposo, prometo serte fiel y cuidarte en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para siempre, mi amor. —
Quise saltar de la felicidad, escucharla decir esas palabras es algo que me lleva a una explosión de emociones maravillosas. No Chris, no llores. Ariel pensará que está casada con un ñoño llorón, aunque eso soy al fin y al cabo.
Ariel.
—¡Aaaah! —grité feliz una vez que nos retiramos del registro, ¡somos marido y mujer!. Chris me sostenía entre sus brazos.
—¡Te amo! —dijo y atrape sus labios en los míos, nos mantuvimos así por un buen rato, hasta que dijo. —oye, amor..., ¿tú crees en los cuentos de hadas?
—he..., supongo que sí. —reí por su extraña pregunta.
—Pues ahora, no te quedará duda. —No sé cómo le hizo, pero silbó muy fuerte, mirando hacia nuestro frente. Ahora sí que no entiendo nada..., o eso era hasta que vi algo que no podía creer, a metros de nosotros se situó un carruaje como los de Disney, seis caballos blancos sosteniéndole y al mando, un caballero sonriente. ¡por dios!, ¡¿esto es verdad?!
—¡Chris! —le miré pasmada y llena de lágrimas. —¡gracias! —le besé en muchas ocasiones, este hombre es increíble, y lo amo con toda mi alma.
—prepárate, amor. —sonrío. —nuestro cuento de hadas apenas comienza. —me besó, con más profundidad esta vez. —¿vamos?
—¡Vamos!
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mellizos evans «chris evans»
Fanfiction⚠️ ¡ojo! qué esta historia la escribió un bebé de quince años (hoy tengo veinte) y pese a todo el empeño que dediqué a ella claramente hay muchas situaciones que pueden parecer infantiles ó absurdas ¿ por qué ? se entiende que el conocimiento sobre...