24. ella es...,

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¡Hola amigas!, ems la verdad como siempre, les traigo muy poco, pero fue lo único que dio mi imaginación, espero que lo disfruten y vean quien era esa chica con la que estaba Chris, ¿será otra de sus amantes?

—Ariel yo..., ¡no es lo que estás pensando!...,—se apura en responder, ¿de verdad tiene cara para mentirme?, ese "no es lo que estás pensando" ya lo oí una vez y no era precisamente porque era inocente.—ella...,

—No me importa Chris. —interrumpo, es como obvio que pasaron la noche juntos, ella está en bata y él, solo le viste un simple short.—no tengo porque reprocharte nada, después de todo no eres nada mío. —intenta hablar pero yo no lo permito y prosigo. — Hoy es la segunda ecografía de tus bebés. —una sonrisa esperanzadora se dibujó en su rostro.—pero descuida atiende a tu visita, no es necesario que tu vayas. —termino de decir y me apuro en caminar.

—¡Ariel espera! ¡déjame explicarte! —fue lo último que oí apenas llegué a la escalera, ¡ES UN SINICO, UN PATÁN QUE NO MERECE EL INMENSO AMOR QUE SIENTO POR ÉL! ¡De verdad como puede! ¡¿Qué pasó con el sentimiento verdadero que decía tenerme?!..., seguramente, ¡eso era una mentira más!

Cuando voy en la mitad de la escalera que me lleva a la primera planta escucho unos rápidos pasos, acompañados por la voz de ese imbécil.

—¡Ariel! —escucho detrás de mí y una gigantesca mano me toma, es él.

—¡No me toques! —grito lo menos exaltada que puedo, no pienso darle importancia, hoy es la segunda ecografía de mis hijos y Chris no lo arruinará..., ya no me va a volver a arruinar nunca más nada.

—ella...,—continua siguiéndome.

—¡No me interesa quien sea!

—¡Ella es mi mejor amiga! —en aquel momento me quedo paralizada, ¿su mejor amiga?, ¿de verdad? ¡por favor, que lo sea! —dice mi corazón.

—¿no se te ocurrió una mentira mejor?—digo, ya no sé si creer en sus palabras.

—¡Te estoy diciendo la verdad!—afirma desesperado. —¿amor como se te ocurre que te engañaría de esa manera?

—primero, hazme el favor de no llamarme amor y segundo, no soy tan estúpida Chris, ¡porque si es tu amiga estaba en bata y más encima tú solo con un short! ¡es como obvio que pasaron la noche juntos! —todo pareciera decirme lo contrario a lo que me cuenta Chris. Salgo rápidamente del hotel pero él me toma a la fuerza.

—hey, hey no tan rápido, sí, ella pasó la noche en el departamento pero no en la misma cama, ¡por favor Ariel tienes que creerme, entre ella y yo no hay nada más que una muy bonita amistad! —

—¿En serio? —no puedo evitar preguntar y él me mira directamente a los ojos, y es ahí recién, cuando me percato de sus pupilas dilatas y sus bellísimos ojos azules, ligeramente rojos.

—Te lo juro por nuestros hijos. —dice, y ya no me queda duda que dice la verdad, me lo juro por nuestros hijos, y yo le creo. En aquel instante no sabía que decir, una vez más me dejé llevar por mi arrebato, sin antes preguntar ni nada. De pronto Chris mira hacia otro lado, y es en ese instante cuando veo caer por su mejilla, una lágrima.

¿está llorando?

—Chris...,—él me mira sin decir nada. Podría jurar que está evitando llorar a toda costa. Me siento pésimo, realmente está sufriendo. Iba a abrazarlo pero él termina haciéndolo primero.

—¿P...por qué no m-me crees? —pregunta entrecortado, llorando fuerte y situando su cabeza en mi cuello. Ay no...,—Ariel yo quiero estar contigo, quiero formar una familia a tu lado..., Ariel eres el amor de mi vida como no lo entiendes, no te voy a negar que jugué con muchas, pero contigo jamás, no me atrevería a engañarte porque me enamoré de ti desde el primer segundo.

—Chris yo...,

—me crees, ¿verdad?—interrumpe Chris y calmando su llanto me mira. —por favor Ariel dime que me crees y que todo estará igual que antes.

Yo sólo lo abrazo, y la verdad no recuerdo si le respondí, en silencio le limpio sus lágrimas y deposito un suave beso en su nariz, lo cual le hace sonreír por un momento, dios mío, es tan dulce, tan tierno.

Cuando logro tranquilizar un poco su llanto, en silencio, nos dirigimos a mi auto. Adentro ambos ninguno toma la palabra, hasta que de pronto siento su mano sobando mi vientre de manera circular, muy suave.

—¿te has sentido bien verdad? —me pregunto y yo asiento sonriente, me encanta que haga eso. —cuando me dijiste que hoy era la segunda ecografía sentí que haya vuelto a la vida, la verdad estoy ansioso por verlos otra vez. —dice.

—Yo también, nunca me imaginé que fuera tan hermoso estar embarazada y eso que tan sólo tengo un poquito más de un mes, a veces creo que se mueven pero tengo entendido que eso es más adelante, pero bueno, saber que tienes dentro de bebés dentro de ti es algo maravilloso.

—Y ser papá no se queda atrás he. —sonríe, me encanta su sonrisa. — no sé, de verdad que me alegré demasiado saber que dos niños míos crecen dentro de ti..., la mujer que amo. —me fascina que lo diga, sin embargo no soy ni capaz de responderle.

Minutos seguían pasando cuando de pronto giro mi mirada hacía él, quien veía hacía al frente pero de inmediato une sus ojos con los míos, aún llora..., y el corazón se me destroza.

—¿Qué?..., ¿me tienes lastima verdad Ariel?

—No Chris...,

—¿Sabes a que vino ella, Jadzareth mi mejor amiga?, fue porque no aguanto las lágrimas al oírme llorar a mí por teléfono, porque no tenía con quien desahogarme, nadie a quien darle un abrazo porque tú me negaste el tuyo..., nunca pensé decir esto Ariel pero, estar sin ti, oír tu rechazo, es algo que apenas puedo aguantarlo...,

:o ¿ustedes le creen?, ¡gracias por seguir leyendo y seguir apoyándome!, espero sus comentarios y muchos besos ¡les quiero mucho y pronto regresaré con más de este amor!

Posdata; desde ya les recomendaría que se preparen para lo que viene):

mellizos evans «chris evans»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora