32. A su lado (3).

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¡holap!, emss les traigo este capítulo, y un adelanto que estará en otro apartado(: 

«Un poco antes de que Ariel cumpliera los cuatro meses de embarazo»

Chris.

—¡Que! —Andrew, padre de Ariel puso el grito en el cielo, más que el rey Tritón al ver que su hija la sirenita, no estaba en el concierto, al principio de la película. En resumen, está la familia de mi Ariel, se acaban de enterar de nuestra relación, y de nuestros pequeños que ya se notan bastante en el vientre de mi mujer, solo que ahora ya saben quién es el padre.

—¿¡en serio!? —retozó un alegre Gael saliendo de mi habitación, rompiendo el silencio, se suponía que no debía escuchar la conversación que yo y Ariel tuviéramos hacía nuestras familias, el hermanito de mi mujer claramente no es tonto y quería ser parte de esto.

—..., ¿Cómo pasó? —oí decir a Dalia, madre de Ariel, perpleja y con ojos de plato, al igual que su esposo Andrew, mi suegro respiraba odio. La noticia de que embaracé a su hija quitó toda tranquilidad que tenía aquel hombre.

—Papá...,—Ariel estaba a mi lado, nerviosa y temblando muy fuerte, mientras yo la sostenía entre mis brazos, brindándole todo el apoyo que necesitaba.

—¡cállate!

—¡no voy a permitir que le grite! —interrumpí.

—¡Quien te crees tú para venir a callarme! —me coloqué delante de Ariel, protegiéndola. Su padre se aproximaba y no precisamente con buenas intenciones.

—¡Papá no! —Ariel intentó interponerse, pero no se lo permití.

—¡Andrew!, está tu hijo.—su esposa lo detuvo, él se tranquilizó.

—usted y yo hablaremos de hombre a hombre, pero no aquí. —dije, mientras Ariel trataba de zafarse de mí para ir hacía su padre, no la solté.

Andrew no respondió y le señalé mi despacho, afortunadamente él cedió.

—Chris, tu no lo conoces.

—no importa mi amor, estoy seguro que él entenderá que te amo. —pensó unos segundos, besé su frente y ella finalmente asintió con una sonrisa en medio de su nerviosismo.

—Yo hablaré con mi madre. —miró a Dalia, quien hablaba con Gael, sentados en el sofá, ella le explicaba que no pasaba nada malo, el niño estaba bastante apenado, alterado y confundido.

—Yo quería hacerlo.— mi Ariel negó, un poco más animada.

—Eso me corresponde a mí, amor.

—está bien, aunque después también mi suegra sabrá todo lo que siento por ti. —ella sonrío más todavía, deposité un pequeño beso en sus labios y la deje para ir a mi despacho. Ahí estaba Andrew.

—¿le sirvo algo? —dije, señalando mi pequeño bar.

Río sarcásticamente. —no vine aquí a beber con mi querido nuero. —entrecomilló la frase. —si no para entender la estupidez que cometió mi hija al meterse contigo.

—¿¡Porque estupidez he!? —interrumpí. —yo estoy enamorado de Ariel.

Ríe. —sí, claro. Estoy seguro que cuando te aburras de ella la terminarás desechando, así son todos los famositos.

—¡como se le ocurre! ¡si espera dos niños míos!, jamás la abandonaría..., y aunque no le guste, estaré a su lado para siempre. —él suspiró, pensante, así que decidí continuar. — No le negaré que en el pasado fui así como usted dice y que conocí a Ariel en esas circunstancias, pero ella se metió en mi corazón, desde que la vi no existe otra mujer para mí que no sea ella. Por favor Andrew, para Ariel tener su aprobación es muy importante...,

—Ella es mi niña Chris Evans, pobre de ti que la hagas sufrir. —se acercó a mí, amenazante y tomando con sus manos, el cuello de mi camisa.

—No lo haré, señor. ¿Cuántas veces tendré que repetirle que la amo? —Andrew calló, y poco a poco su rostro fue suavizando, no dijo nada más y terminó por salir, tranquilamente.

Y bueno, después mi suegro conversó con mi Ariel y aclararon todo lo que debían de aclarar, aprobando finalmente nuestra relación, aunque sin su consentimiento, nuestro amor ya estaba muy bien consolidado, y eso nada ni nadie lo destruirá.


mellizos evans «chris evans»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora