Hoaaaa, ¿Cómo están?, ems, hoy les traigo momento bastante interesantes, con altos y bajos, solo les digo que todo puede pasar :o, en total es un capítulo y un adelanto, el cual estará en otra parte y la subiré en unos segundos más, ¡saludos!
Ariel.
—¿Vagabundo de mi amor? —digo tratando de ocultar el asombro y la emoción que siento.
—Sí. —me sonríe y acercándose a mí, estira su brazo para darme aquella rosa tan hermosa, por un momento me quedo paralizada ante sus bellísimos ojos azules, resistiéndome a ellos. —es tan hermoso dios mío. Finalmente recibo la rosa y de reflejo la huelo..., es maravilloso.
—Gracias, está preciosa.—le digo embobada.
—De nada, lamento sí que ella no esté a la altura de tu belleza Ariel...,
—¡No seas payaso! —digo entre risas, percibiendo otra vez el aroma de la flor. —Ya vamos adentro que está haciendo frío. —él me ve sorprendido por unos instantes, deduciendo que no se lo esperaba.
—¿Vas a entrar si o no? —le digo y rápido entra, luego de eso nos vamos en silencio hasta la recepción del edificio y en el momento de subir hasta la segunda planta...,
—¿Entonces me perdonas Ariel? —pregunta de repente, mirándome tiernamente.
—¿perdonar de qué?. —sonríe. —Chris nunca me enojé. —abro la puerta que corresponde a mi departamento y prendo la luz mientras continuo hablando. — solo que me molestó que quisieras controlarme de esa manera tan absurda...,
—Tienes razón, no debí hacerlo..., me deje llevar por los celos.
—¿Celos?
—Sí Ariel, celos. —afirma nuevamente. —¿Cómo no entiendes que lo que siento por ti es sincero?, antes de ti Ariel, todo era diferente, yo tenía el control de mi vida pero tu rompiste eso y lo sabes..., jamás creí en esa palabra...,—a medida que sigue hablando mi corazón se acelera más todavía, quisiera callarlo ahora mismo pero necesito escucharlo. —..., la palabra amor, no creí en ella hasta que llegaste tú. no sé qué me hiciste, me paso horas pensándote. —sonríe y ve mi vientre. — imaginando la familia que formaríamos junto a nuestros pequeños...., te necesito Ariel...,
¡¿Me necesita?!
¡Aaaah!, ¡se está enamorando de mí!
Todo es tan lindo que me parece irreal, y creo que aún no termina. —y ya no aguanto..., ya no aguanto las ganas de hacer esto.
Sin reaccionar aun de todo lo que me dijo me sumerge en sus carnosos labios..., sus movimientos deliciosos dentro de mi boca, la rapidez y la profundidad con la que ejecuta cada movimiento sobre mí nos lleva a la dimensión que siempre surge en medio de la pasión.
—¡Ah! —grito agudamente cuando Chris me toma entre sus brazos, nos miramos unos instantes y él me lleva hacía la primera puerta, que corresponde a mi habitación.
Ay...,
Llegando a esta, Chris me sienta suavemente en mi cama, para luego hacerlo él..., conectados nuestros labios otra vez, me tenso al sentir sus gigantescas manos recorriendo mi cuerpo, las cuales con cuidado quitan mi ropa lentamente.
—Te amo. —le escucho decir y mi corazón se llena de un sentimiento que siempre tuve claro que era, pero nunca lo quise reconocer hasta ahora que sé que él también lo siente. La verdad es que yo...,
—Yo igual te amo Chris. Siempre te he amado. —digo y el detiene su actuar, quedando asombrado..., de repente su rostro dibuja una gran sonrisa.
—¿E..., enserio? —
—¡Sí! —
—¡Júramelo! —replica más sonriente todavía.
—¡Te lo juro!
Ríe emocionado. —No sabes cuantas veces soñé este momento, el momento en que digieras que amaras..., y al fin llegó..., —confiesa y yo solo puedo sonreírle, tiernamente me besa y termina con lo que estaba haciendo...,
...,
Enredados en las sabanas, completamente desnudos los dos, hacemos el amor apasionadamente, sintiendo mutuamente un placer maravilloso. Estar en sus brazos otra vez..., es algo que siempre soñé y no puedo creer que sea realidad..., hechizada ante él, gozo cada uno de sus besos, caricias y movimientos asombrosos, la delicadeza del amor mezclada con el fuego incandescente de la efusión es lo que precisamente estoy sintiendo ahora, porque lo puedo percibir, sentir esa pasión..., ese amor verdadero que nos envuelve a ambos.
El tiempo continúa su transcurso de una manera tan sorprendente que al principio no creí que ya estuviera amaneciendo, Chris me encerró en una atmosfera tan mágica que simplemente las horas se vuelven segundos, lapso en que el fuego entre los dos sigue tan vivo como el primer minuto...,
El momento culminante, el éxtasis de placer comienzo a sentirlo.., que delicia..., un suave hormigueo recorre mis pies a medida que el clímax sube por mis piernas, tensando cada rincón de mi cuerpo y produciendo una especie de explosión en el punto que Chris y yo estamos adheridos.
Los gemidos que grito van al compás del placer..., moviéndome exaltada mirando como Chris se regocija excitado ante el ardor fantástico que experimenta, como me encanta hacerle sentir así..., finalmente una especie de líquido caliente siento dentro de mí, provocando que tanto él como yo, un descontrol y una sensación de como si nuestros cuerpos se desarmasen de embelesamiento ...
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—¡te imaginas nos sale la parejita! ¿Cómo les llamaríamos?—me pregunta Chris mirándome sonriente, mientras yo situó mi cabeza en su pecho, aún estamos en la cama.
—Todavía no lo sé, había pensado en eso pero no he decidido nada..., quería que estuvieras tú. —él sonríe. —¿Qué nombres te gustarían a ti?
Reflexiona un poco. —si hay una niña, la llamaremos, Vesta..., Vesta Evans. —dice acariciando mi vientre.
—Jamás había escuchado ese nombre. —confieso. —pero me gusta. —le sonrío y prosigo. —y si también hay un pequeño..., Robert.
—¿Igual que yo?. —se asombra.
—Sí. —afirmo otra vez y él sonríe.
—La verdad me fascina la idea. —dice y me besa suavemente, en aquel momento ambos nos quedamos en silencio, mirándonos como si estuviésemos hipnotizados, y quizás..., lo estamos.
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Al abrir mis ojos..., no puedo evitar sonreír, ¡no es un sueño!, estoy en sus brazos..., como siempre lo imaginé, en la madrugada no recuerdo bien en que instante me dormí, pero creo que fue tarde ya que el sol pega con fuerza. Chris sigue durmiendo, ¡ay si es tan tiernito!, parece un angelito...,
Seguía viendo su rostro dormido detenidamente hasta que de pronto abre sus maravillosos ojos azules, acompañando a ellos su perfecta sonrisa.
—hola, hermosa —alza sus cejas pícaramente.
—payaso—río y me acomodo en sus labios, saboreándolos intensamente...,
¡Turun!, ¡Turun! —suena el timbre y el ruido termina por interrumpir nuestro beso.
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mellizos evans «chris evans»
Fanfic⚠️ ¡ojo! qué esta historia la escribió un bebé de quince años (hoy tengo veinte) y pese a todo el empeño que dediqué a ella claramente hay muchas situaciones que pueden parecer infantiles ó absurdas ¿ por qué ? se entiende que el conocimiento sobre...