mellizos evans «chris evans»

19. Perdóname.

Ariel.

¿..., Ah?.

Mi mente se queda unos instantes procesando lo que acaba de decir Chris, nunca había oído una frase tan tierna y llena de amor...,

—Ariel...—me llama él, haciéndome reaccionar. En aquel momento me doy cuenta que mis ojos crean lágrimas y mi boca forma una enorme sonrisa. ¡Soy una llorona y una pava!

—S...sí...,—contesto avisando de que aún estoy aquí, pero no sé qué decirle respecto a lo que dijo a nuestros hijos.

Lanza una pequeña risita inocente. —¿mis hijos te dieron mi recado?

Sonrío de tal manera que no puedo hablar bien.

—¡Ay Chris no seas payaso!—digo riendo y él también lo hace. —¿tu enamorado de mí?...

—¿Por qué no?... —interrumpe y prosigue. —es muy fácil enamorarse de ti. —añade, realmente es increíble que solo su voz sea capaz de maravillarme y hasta doblegarme con sus palabras que me producen una emoción y una alegría bastante extraña.

—Chris ya basta...,—replico rápidamente, no quiero que siga o si no terminaré creyendo en todo lo que me dice y la verdad tengo miedo de eso..., tengo miedo de llegar a..., enamorarme de él. —ahora tengo que cortar porque estoy ocupada..., adiós. —digo y sin dejar que Chris responda finalizo la llamada.

¡Que pretende este hombre!.

¿de verdad que quiere de mí?. —para que le digan a la mujer que los cobija..., que me estoy empezando a enamorar profundamente de ella...,—sus palabras no dejan de dar vueltas en mi mente, es como un video el cual lo reproducen una y otra vez.

¿Qué siento por él realmente? —me pregunto y trato de reordenar todas mis ideas, sentimientos y emociones que surgen en mí cuando pienso y estoy con Chris, llevándome a lo mismo de siempre..., que me paraliza y me hace perder en su mirada, haciéndome perder la razón ..., haciéndome sentir..., viva.

El resto de día se me hace una eternidad y como no, si el saber de que veré a Chris, enfrentarlo y convivir con él es algo realmente me inquieta y obviamente me extraña..., ahora es cuando de verdad tendré que conocerlo y sacar adelante juntos a nuestros pequeños.

...

Y aquí estoy, muerta de nervios pensando en que momento salir.

¿Chris estará afuera?, quizás no o quizás si, al final de todo ya sabe a qué hora salgo del trabajo. —río. —Helena, la recepcionista del centro me sorprendió cuando dijo que Chris había venido, a los instantes después que yo había ingresado, de ahí según la traumó con su interrogatorio..., —vuelvo a reír. — hasta se atrevió a preguntarle si había alguien que me pretendiera. ¡Es un payaso!

Bien Ariel, sale. —sin saber muy bien porque tomo mi cartera y saco el estuche de maquillaje, veo que todo esté bien y termino por salir, ahí me espera Fernanda y a su lado, Harry.

—Ya era hora que salieras, Ariel. —dice mi amiga.

—estaba ocupada. —me defiendo.

—Sí, claro. —sonríe y mira afuera a través del enorme ventanal. —mira quien te espera ahí. —sigo su mirada y un rayo recorre mi cuerpo cuando veo a Chris, quien yace apoyado en su auto y con las manos en los bolsillos de su pantalón.

Trago saliva..., Ay que hago.

—Bueno Harry, Ariel ahora yo los dejo porque tengo que irme urgente.—oigo decir a Fernanda, sacándome de mis pensamientos. —Adios. —añade despidiéndose de cada uno. Luego de que se va.