Siempre Fuiste Tú (Pasado)

10- La Nota Amarilla

Llegamos al apartamento, él aparca en su plaza, y rápido baja y me abre la puerta, para que yo haga lo mismo. El enojo al parecer no le quita lo de caballero.

— ¿No me vas a hablar? —pregunte tímida, temiendole mucho a la respuesta.

Todo el trayecto del restaurante al edificio, lo hicimos sumidos en un silencio sepulcral y lastimero. Que me hizo darme cuenta, de que siempre que aparece esa mujer, las cosas en mi vida se arruinan.

¿Tendrá razón cuando dice que me hará infeliz? La sola posibilidad me abruma y me hace enojar.

El ascensor se detiene en la planta 13, lo que significa que lo de amanecer con él sigue en pie, a pesar de que este furioso.

— ¿Ahora si hablaremos? —pregunte entre dientes cuando puse un pie dentro de su apartamento.

Él me ignoro, se dirigió dando grandes zancadas, a la cocina.

— Siéntate. Ahora si vamos a hablar —trae en manos un vaso de vidrio con un líquido, que parece whisky.

Hago lo que me pide, sin objetar nada. Tengo el leve presentimiento de que esto va para largo.

— ¿Que hacías hablando con esa mujer en el baño del restaurante? —pregunta de repente. Con el ceño fruncido, dándole un largo trago a él vaso.

Ya sabía yo, que las cosas tenian que ver con ella, después de todo. Si me arruinará la vida.

— Me la encontré por casualidad en el baño. Y tuve una breve conversación con ella —miento, la verdad no estoy muy segura de que haya sido casualidad lo de encontrarmela.

— No mientas —me reprende y deja el vaso encima de la mesita que hay en medio de los dos sofás de cuero, de el salón.

Miro mis uñas, ahora pintadas de un color carne, precioso... Joder, olvidaba que el conoce todos mis gestos. Entre ellos el que hago cuando estoy mintiendo.

— Dime la verdad. ¿Que sucedió con esa mujer?

Levanto la vista y puedo notar que su semblante se a endurecido aun mas de lo que estaba. ¿Que debo decirle? ¿Que esa mujer está empeñada en hacerme la vida imposible, porque cree que mi mejor amigo estaba enamorado de mi y no la quería a ella por eso?

— Camila, sabes que a mi no me puedes mentir —inquiere con voz ronca.

Todos los sentidos de mi cuerpo, se ponen alerta. Esto no pinta nada bien.

— Escucha, Sebastian... No estoy segura de si esa mujer me esta siguiendo. Cuando estaba en el baño, apareció detrás de mí y empezó  decirme una serie de cosas que la verdad no tenían ningún sentido —por lo menos para mi no lo tienen. Añado para mis adentros—. El caso es que sabe de tu existencia y de la importancia que tienes en mi vida. Y me preocupa que haga algo para arruinar esto.

Mientras voy hablando, siento que el coraje y la frustración se unen.

— Le he dejado bien en claro que no quiero que se acerque a mi y mucho menos a la gente que quiero... Se que ella me odia y se atrevería a hacer cualquier cosa, para verme sufrir.

— ¿Porque no me habías dicho que esa mujer, es la prometida de tu ex novio? —su semblante vuelve a endurecerse, y me mira en espera de una respuesta—. Y que era novia de Kevin.

¿Y eso como lo supo?

— No lo creí importante.

— No te pareció importante decirme que ella fue la que hizo que te quieras suicidar —espetó con el tono de voz más alto de lo habitual.