26- ¿Tú Serás Mi Mami?

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Esta mañana no he visto a Sebastian, al despertar no estaba en la cama, fui al baño en busca de él, pero no estaba. Al regresar me fije que en la mesita de noche había un papel. Lo tome entre mis dedos y leí :

*Iré a buscar a Samuel al hospital. Hoy pasara el día con nosotros... Quiero que conozca a tu madre y a la mía. Recuerda tomarte la medicación y desayunar todo lo que te haga Sonia.
TE AMO.

Sonreí al leer la nota y no pude evitar sentir un poco de nostalgia. Tengo casi un mes sin ir al hospital... Aunque se que Enna se está encargando de eso se está encargando de todo, no puedo evitar sentirme mal.

Pero aún así me siento en casa, libre y muy complacida. El día de ayer fue muy gratificante. No debo mancharlo con sentimientos tristes.

Como no ser gratificante, si no le diste descanso al pobre Sebastian. Recalcó mi yo interior. Le asentí con la cabeza y le informe de mis planes para mañana.

- ¿Como está señora? -dijo Sonia mientras me servía un poco de jugo en un vaso.

Yo le di una de mis mejores sonrisa -quien no estaría bien con semejante recibimiento.

- Muy bien, Sonia... ¿Tú como haz estado? -contesté, dándole un bocado a mi desayuno. Hoy amanecí hasta con apetito.

- Ya sabe, señora. Muy bien. Un poco preocupada, pero nada importante.

De inmediato mis alertas se activaron. Las mujeres no nos preocupamos por algo que no tenga importancia -bueno aveces si, pero tenemos que tener un indicio de que las cosas pueden ser importantes.

- ¿Que sucede? -pregunté preocupada.

Ella agachó la cabeza, pero respondió:

- Verá, señora Camila. Mi hijo mayor vive aquí en los Angeles. Es inspector policíaco.

Yo rodé los ojos. A mi no me caen bien los policías. No porque sea una delincuente que le teme a que la apresen, sino porque el "monstruo golpea mujeres" -que lamentablemente dio sus espermatozoides para que yo naciera... Era un puto policía y cuando llegaba a la casa, con la rabia de que algún delincuente se le haya escapado, descargaba su ira en mi madre. La golpeaba hasta cansarse. Yo era muy pequeña... Pero son cosas que nunca podré olvidar. Por suerte tengo a Damian, que es más que mi padre.

- Señora... -me llamó Sonia.

Sacudí la cabeza y traté de centrarme en la conversación con la mujer de cabello canoso y mirada azulona.

- ¿Decías? -falfulle confundida, había perdido el hilo de lo que ella me decía, por estar pensando en cosas desagradables.

Ella se sentó en el taburete que queda a mi lado. Hoy desayuné en la cocina, sin Sebastian ese comedor es demasiado grande.

- Ayer el señor me dio el día libre. Y decidí ir a visitar a mi hijo a su apartamento. Cuando llegué entre sin avisar... Pues él me había dado una llave, para que yo aveces le haga la limpieza o en todo caso me quedara allá.

» Pues ayer cuando entré, no se imaginara lo que vi... Oh, Dios que vergüenza -se tapó la cara con las manos y decir que esta roja es poco. Esta mas sonrojada que yo cuando me enojo.

- Continúa, Sonia. Ya despertaste a la chismosa que hay en mi -dije en broma, para quitarle un poco de hierro a este asunto.

- Vi a mi hijo teniendo relaciones con una mujer. Una Hermosa mujer. Que a decir verdad parece decente.

- ¿Y por eso estas preocupada? -digo riendo-. Eso no tiene nada de malo.

Ella vuelve a taparse el rostro con las manos.

Siempre Fuiste Tú (Pasado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora