19- Enamorada De Ti

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Respiro con dificultad. No se que sentir. Estoy agotada, me duele la cabeza, siento la vista borrosa... Pero a pesar de todo eso estoy aliviada.

La Canción "miedo de Pablo alboran" empieza a inundar mi auto. Busco mi celular y activo el manos libres.

- Hola, flaca -saludo a Mari fingiendo estar feliz. Aunque en el fondo puede que en cierto modo lo estoy.

- Camila, necesito hablar contigo -suena angustiada y sofocada.

- ¿Estas en el apartamento? -pregunto con cautela.

Ella le dice algo a alguien, que no logro escuchar.

- Si, estoy aquí con Andrea -vuelve a decirle algo a alguien-. Ven para acá en este instante... Por favor

- ¿Estas bien?

- Si, estoy bien -dice-. necesito decirte algo. Por favor.

- Vale, flaca... Estoy de camino -respondo, mientras un escalofrío recorre mi cuerpo.

Cuelgo la llamada. Sigo manejando, pero por mi cabeza no dejan de sonar las palabras de Daniel. Creo que nunca he agradecido más a alguien en mi vida.

Mi celular vuelve a sonar y me veo obligada a volver activar el manos libres, sin siquiera ver de quien se trata.

- Hola, perra bonita -se de inmediato de quien se trata. Cristal.

- ¿Como diablos conseguiste mi numero? -mascullo aparentando con demasiada fuerza el volante.

No puedo creer que justo ahora tenga que lidiar con ella también.
- Sabes que para mi nada es imposible -su risa sin gracia se escucha de fondo.

- Claro que hay cosas imposibles... Podría pasarte una lista... Tener a Kevin, creo que es la que encabeza la lista.

- Touche...

- ¿Que quieres, loca desquiciada? -pregunté perdiendo la paciencia.

Se escucharon unos disparos de fondo. Luego unos gritos.

- Bueno solo llamo para saber que estas bien. Ya sabes con eso de que te estás estas enferma... Que mal que no le hayas dicho a tus primas -chasquea la lengua-. Oh, Perra. Eres una mal agradecida, como no le dices a tus perritas falderas, que tienes una aneuris... no se que, en el cerebro.

¿Y ella como sabe eso? Solo lo sabemos tres personas. El doctor, la abogada y yo.

- Ahora me despido, nos vemos cuando llegues -luego suena el pitido que indica el final de la llamada.

Joder. Mis primas... Ella esta con mis primas. Piso el acelerador, tanto que me impulso hacia adelante. Esquivo a todos los autos que no tienen prisa en llegar como yo. Esta es la suerte de tener un auto fácil de manejar. Que aún cuando casi no ves nada, no se te hace difícil la tarea.

Llego al edificio donde viví por mas de cuatro años. Aparco en el frente. Cuando entro saludo a dos señoras que están conversando muy animados en el ascensor.

- Entonces ella disparo al aire. Creo que les pego un buen susto a las loquitas fiesteras del 112 -asegura sonriente una señora de la tercera edad que era un verdadero dolor de culo cuando vivía aquí. Al parecer ella no me reconoce.

- Perla, no te alegres del mal ajeno... Mira que esas niñas son muy amables. Si, hacen un poco de ruido luego de que se fue la más sensata. Pero se nota que son buenas muchachas -murmura Carmela. La dueña del apartamento de al lado.

- Pero si la muchacha dijo que era broma. Solo quería asustarla. Además viste que la más alta, nos dijo que todo estaba bien y se entraron las tres al apartamento... Esa chica no parece ser una asesina. ¿No viste lo linda que es?

Siempre Fuiste Tú (Pasado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora