23- Días Difíciles

101 11 11
                                    

Narra Sebastian.

Sin lugar a dudas estos han sido los peores días de toda mi vida, son peores que cuando me fui a Manhatan y la deje sola en los Angeles.

Mi felicidad ha estado tendiendo de un hilo, el cual cada vez se hace más delgado.

- Vamos, Sebastian. Ya es hora de la operación... Recuerda que la podrás ver desde el vidrio que conecta la sala quirúrgica con la sala de doctores, pero no puedes hacer ruido, tampoco puedes moverte de ahí, o luego te sacaran y yo no podré hacer nada, porque estaré en cirugía.

Asiento sin poner objeciones. En estos días me he vuelto muy amigo de Daniel, creo casualidad que mi mejor amigo se llame de esa misma forma. Puedo decir que estoy destinado a los amigos con ese nombre. Quizás sea un buen indicio.

Lo sigo por el pasillo hasta llegar a una sala. Cuando entro visualizo tres sillones negros con cojines grises. Están frente al vidrio de techo-suelo que abarca toda la pared de enfrente. Cuando me fijo ahí está ella.

Oh, mi Dios... Se ve tan pálida, frágil y indefensa. El corazón se me vuelve un puño al verla en esa situación. Su cabello esta esparcido por todo su rostro. Sus ojos están cerrados y parece profundamente dormida.

- En un minuto iniciaremos -me comunica Daniel antes de caminar a la salida del pequeño cuarto.

- Gracias por permitirme estar aquí -le agradezco.

- No hay de que... Ella necesita mucho apoyo. Esta en mucho riesgo.

Sin mas, sale de la sala. Me siento en una de los mullidos sillones y la observo sin poder evitar que una sonrisa se me forme en el rostro.

Ella esta aquí... Esta aquí para curarse. Se que no la puedo juzgar por esconderme lo de su enfermedad... Pero tampoco la puedo justificar por completo. Ella debió pensar que nosotros querríamos estar ahí con ella en los momentos más difíciles de su vida. Y más al saber todas las posibilidades de vida y muerte que tenía.

Aun recuerdo ese día que ella se fue al hospital sin despedirse. O por lo menos creía yo que iba al hospital donde es directora.

*Flashback*

Joder... Tengo que verla, no me gusta estar enojado con ella. Esta extraña, pero no a tal punto de no comprenderla -me decía a mi mismo mientras detenía el coche frente al hospital.

Salí aún repitiendo esas palabras en mi cabeza. Abrí la puerta y me dirigí directo a su oficina. Cuando llego toco con mis nudillos la madera de su puerta, pero nadie responde. Así que decido tirar del manubrio a ver si esta abierta y efectivamente lo está. Pero dentro no hay nadie.

¿Donde esta Camila? Consulto mi reloj y aún no es hora de salida ni de revisión.

Caminé por el pasillo que me llevaba a la habitación de Samuel. Con un poco se suerte me la encontraría ahí.

- Hola, mini príncipe -salude cuando entré.

Le eché un vistazo a toda la habitación y ni rastros de ella.

- Hola, Sebas -saludó de vuelta y se paró de la cama de un salto. Se abalanzó encima de mi y me rodeo la cadera con sus pies-. ¿Viniste a jugar monopolios conmigo? Tengo uno nuevo que me regalo Cami.

- No, mini príncipe... He venido a buscar a Camila -le revuelvo el pelo-. Pero al parecer no está por estos alrededores.

Siempre Fuiste Tú (Pasado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora