El Playboy De Mi Vida

Capítulo 4 "Otra Versión de la Historia"

Pero verdaderamente la incomodidad llegó cuando me comenzó a dar sueño y sólo tenía dos opciones que no implicaban que mi cuello saliera lastimado:

1) Recargar mi cabeza en el hombro del señor que iba a mi lado izquierdo.

2) Recargar mi cabeza en el hombro de Jayden quien ahora mismo iba jugando con su PSP.

Ambas eran horribles y se llevaban mi dignidad con ellas, pero realmente me estaba cayendo de sueño y creo que mi dignidad podría aguantar aunque sea un poco.

El hombre aparentaba unos 35, su cuerpo era formado, su piel era algo bronceada, ojos azules, cabello castaño, pero sobre todo se le notaba que le gustaba vestir casual.

Obviamente no le molestaría con mis tonterías de niñas así que tendría que recurrir al tonto de mi lado.

— Jayden —lo llamé suavemente.
Él me miró poniéndole pause a su juego lo cual era obvio. Se notaba algo irritado pero aún así puso toda su atención en mi.

— ¿Ahora qué? —preguntó con algo de aburrimiento en su voz.

— Tengo sueño... —comencé y él me dedicó una mirada irritada de «No hablas en serio»—  ...¿Podría recargarme de tu hombro?

Me miró con la frente arrugada y con una sonrisa burlona adornando su cara. Se inclinó un poco hacia el frente para ver a la persona que iba a mi lado, regresó a su posición de antes mientras intentaba esconder una sonrisa arrogante.

— ¿Por qué no le dices al hombre que va a tu lado? —me preguntó y lo miré mal.

— Porque no lo conozco —respondí viendo al señor que iba a mi lado y que agradezco que llevara unos auriculares puestos.

— Preséntate y tal vez él se presente así se conocerán —contestó graciosamente y sólo me dejé caer sobre el asiento mientras soltaba un suspiro de resignación.

— Olvídalo se me olvidaba que eres un imbécil y que no eres el Jayden Sykes al que conocí —dije cruzándome de brazos sin mirarlo, aunque no hizo falta para saber que me había ignorado por completo y ya se encontraba jugando de nuevo con su videojuego.

Resignada intenté acomodarme aunque sea un poco en ése asiento que aunque se veía cómodo, era duro como el piso. Logré acomodarme y en instantes me quedé dormida aunque sabía que al despertar mi cuello dolería como el infierno.

POV JAYDEN

La batería de mi videojuego se había agotado por lo que frustrado, guardé el aparato en la gabardina que llevaba puesta al llegar y que ahora de encontraba a mi lado derecho entre el recargabrazos y mi cuerpo.

Aburrido y sin sueño... ése era mi estado en éste momento, en la pantalla del avión pasaban una película, pero realmente no me llamaba la atención, eran de ese tipo de películas románticas que les encanta a las mujeres pero a mi sólo me daban risa.

Volteé a mi lado para ver a Skyler y ver si estaba despierta, pero como lo suponía ella estaba totalmente dormida. Su cabeza estaba intentando permanecer vertical pero sabía que ella estaba incómoda por la forma en que su rostro mostraba muecas de dolor.

Realmente no quería que ella estuviese así, yo iba aceptar que recargara su cabeza en mi hombro pero ella dijo que no era el Jayden que conoció lo cual me cabreo y decidí seguir jugando.

Y es que... ¡Vamos! ¡¿A qué puto hombre le gusta que le echen sus errores en cara?!

Ví que el hombre que iba a su lado la iba a mover para que se recargara en su hombro pero lo detuve poniendo una mano en el hombro de Skyler.

— Yo me encargo, señor —dije amablemente y el señor asintió.

— En verdad lo agradecería, hijo. Tengo dos hijas y sé que no me gustaría verlas incómodas —me dijo y asentí estando de acuerdo con el hombre.

Jalé a Skyler hacia mi lado y la acomodé entre mis brazos. Se sentía jodidamente bien volver a abrazarla después de tanto tiempo.

Desde que llegó a Londres, me llamó la atención su forma de ser, ella era tímida pero al mismo tiempo trataba de verse segura. El día que la conocí recuerdo que estaba jugando football con mi familia cuando ví llegar el camión de mudanzas que se estacionó frente a la casa vecina.

De la camioneta bajaron primero los padres y dos de su hermanos y después Trent, regresó a la camioneta y minutos después bajó una niña rubia y demasiado tímida que en seguida corrió hacia el interior de su casa. Horas después la chica volvió a salir, ignoré su presencia cuando de pronto choqué con alguien por ir persiguiendo el balón.

Recuerdo que al alzar la vista ví a Skyler con todo el cabello en la frente, ayudé a que se levantara y cuando lo hizo pude examinarla mejor; Su cabello era rubio claro, su piel era blanca y sus ojos azules... juro que si miraba sus ojos y al mismo tiempo el cielo el color sería el mismo.

Desde que la conocí, sinceramente me fascinó en su totalidad, desde que la ví frente a frente, ella me encantó y me mantuve a su lado sin importar que me metiera en problemas porque así estaba cerca de ella. Pero el problema comenzó cuando ella comenzó a salir con estúpidos que le rompían el corazón, cada vez sus elecciones eran peores pero la comprendía en cierta manera...ella buscaba el cariño que le daba su padre, pero en lugar de que lo buscará con Trent o David quienes son sus hermanos, lo buscaba con idiotas sin cerebro por los cuales acababa llorando por días.

Le seguí el juego del mejor amigo, salía con chicas bellísimas en realidad, pero no lograba que me gustaran como ella. Skyler pensaba que en verdad me gustaban las chicas con las que salía pero no sabía que de hecho era ella la chica que yo quería.

Pero toda nuestra amistad se fue a la mierda con la llegada de Jorshua Carver. Ése tipo me traía mala espina, se lo dije a Skyler y ella sólo me ignoró, prefirió a ése imbécil que a mí. En nuestra última pelea no medí mis palabras y mencioné a Vicent, ella me abofeteó y desde entonces me dejó de hablar y yo a ella.

¿Pero adivinen qué?... Después de una o dos semanas, Jorshua rompió el corazón de Skyler en millones de pedacitos. Riley me dijo que ella decía que deseaba que yo estuviera con ella, le dije a Riley que ella misma me había corrido de su vida y no estaba interesado en volver, su hermana se enojó y se fue. Inmediatamente me dió remordimiento y quise ir con Sky, pero recordé que tenía dos hermanos, así que lo único que hice fue llamarlos.

Desde ese entonces me mantengo al margen de la vida de Skyler, pero mamá insiste en que recupere mi amistad con ella, por eso hace esto.

— Se ve que te preocupas por ella —me dijo el hombre tomándome por sorpresa mientras miraba a Skyler entre mis brazos.

— ¿Sabe? —dije mirándolo y él centró su atención en mí— Ella me gusta, pero... no soy capaz de decírselo —dije irónicamente regresando mi vista hasta ella.

— Pues deberías decirle. Hijo, puedes perder al amor de tu vida en un abrir y cerrar de ojos —me advirtió y tragué con dificultad.

— El problema, es que me odia —dije mirando de nuevo al hombre— En un arranque de celos, me metí con un tema delicado y ella... —cerré los ojos y agaché la cabeza— ...La hice llorar por lo que dije.

Abrí los ojos y volví a mirar al hombre, quien me miraba inexpresivo pero atento.

— Vuelve a ser su amigo y después dile lo que sientes, claro a una edad más madura para que tengas más credibilidad —me aconsejó.

— Lo haré, gracias por los consejos —dije y el señor asintió.

— Hank Evans —me dijo extendiendo una mano hacia mi.

— Jayden Sykes —me presenté estrechando mi mano.

— Tengo el presentimiento que te veré en un futuro —me dijo el señor.

— Sería un placer —respondí.

Solté mi mano y con ella rodeé la cintura de Skyler, para después quedarme dormido.

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Jayden Sykes en multimedia.