Después de la pequeña "crisis" de Kendall (que tardamos una hora en resolver), decidí que era hora de volver a casa de Kian. Riley aceptó llevarme y mientras íbamos en camino platiqué con Riley de varias cosas pero hubo un tema que llamó mi atención.
En la empresa que Emma, Kendall y yo habíamos creado había un problema; al parecer existía un empresa enfocada en moda que quería hundir nuestro trabajo de varios años. La empresa estaba siendo dirigida por Bethany Growley y al parecer Emma y ella no tenían muy buena amistad al igual que con Kendall. La única que quedaba fuera del problema era yo pero a la chica al parecer eso no le interesaba, pues estaba decidida a acabar con nosotras y por desgracia, lo estaba logrando. Los rumores se estaban haciendo más fuertes y abundantes por lo que ya habíamos perdido varias ventas y clientes por lo que los ingresos que necesitamos para los pagos a los empleados y manutención no estaba llegando y de seguir así la empresa habría consecuencias.
— ¿Tienes algún plan para que no ocurra lo peor? —sabía que con lo "peor" Riley se estaba refiriendo a la banca rota.
— No. Y la verdad es que ni siquiera sabía algo sobre el problema —contesté notando que ya estábamos llegando donde Kian.
— Entiéndelas —me dijo Riley y rodé los ojos y ella me miró seriamente— Kendall no tenía cabeza para algo más que su boda y Emma está embarazada y eso también la tiene ocupada —las defendió mientras estacionaba el auto.
—Tal vez tienes razón, pero éste asunto lo tenemos que arreglar de todas formas —me quité el cinturón y abrí la puerta ya que Riley ya había terminado de aparcar el auto.
— Sky, no lo tomes como chantaje ni nada parecido... —la miré con una ceja alzada— ...pero podrías hacer lo mismo que los Denovan, ir a otro país para lograr que sus ingresos se fortalezcan —la miré sin entender.
— ¿A qué te refieres? —pregunté curiosa y ella me miró con severidad.
— A que tal vez sea el momento de regresar a Londres.
***
— Quiero llevar a Adrien a cenar con mi familia —dijo Kian y Adrien sonrió emocionado. Dejé de mirar mi celular y apunté a Kian con él.
— Ni lo pienses —le advertí y él frunció el ceño— Kelly está en la ciudad —añadí y Kian hizo una mueca— Oh si, si quieres salir con tu hijo arregla tus malditos problemas con su madre.
— ¿Podrías dejar de echarme en cara mis errores? —me preguntó y regresé mi vista a mi celular.
— No hasta que los soluciones —contesté sencillamente y Kian bufó.
— Ni lo intentes Kian —le dijo divertido Jayden— Un día me negué a ir a ver a Valerie y mi hermana se enojó tanto que no me hablaba, entonces Sky hizo lo mismo que ella y logró que le comprara una caja de chocolates para disculparme y sólo así sigo hablando con ambas. Así que no creo que te safes tan fácil.
— Lo intentaré lo más pronto posible —prometió y le sonreí mostrando todos mis dientes a lo que él sólo rodó los ojos y puso una mano en mi cara.
— Oye —me quejé retirando su mano y tanto él como Jayden rieron.
— Okey, creo que es hora de irnos —avisó Jayden y miré la hora. Justamente faltaban dos horas para la misa de la boda por lo que debíamos irnos ya, pues vestir y arreglar a un niño no es fácil y ahora que tengo dos será aún más difícil— Nos vemos en un rato —Jayden se despidió de Kian, fue a por los niños y salió con ellos del apartamento.
— Nos vemos Jared, piensa en cómo hablarás con Kellyanne y qué le vas a decir.
— Ya entendí Sky —me dio un beso en la mejilla y salí del apartamento.
Y ahora directo a casa... Hay una boda a la cual asistir.
***
— ¡Jayden vamos que llegamos tarde! —apresuré a mi esposo quien venía jugando con Caleb mientras yo llevaba de la mano a Adrien.
Había vestido a los niños con un pantalón de mezclilla (azul claro para Adrien y negro para Caleb) camisa blanca (ambos) y un saco negro para cada quien. Jayden estaba usando unos pantalones de vestir, camisa, saco, un traje formal en sí. Y yo estaba usando un vestido azul que se ajustaba de la cintura para arriba y en la parte de abajo era suelto, llega hasta mis tobillos y amaba eso.
— Ya voy amor, no te pongas histérica —dijo Jayden apareciendo en la sala mientras se anudaba la corbata.
Me acerqué a él y lo ayudé.
— Es sólo que no quiero llegar tarde —arreglé el cuello de la camisa y lo besé fugazmente a lo que él me sonrió.
— Te amo, Sky —colocó sus manos en mi cintura acercándome a su cuerpo y me besó.
Se sentía condenadamente genial tenerlo cerca, ser su esposa y sobre todo tener una familia con él.
— Jay, vamos —pedí al separarnos y él asintió.
Tomó su celular, billetera y mi abrigo.
— ¡Caleb! ¡Adrien! —gritó Jayden pero no obtuvo respuesta— ¡Ya nos vamos! —enseguida se escucharon pasos apresurados por las escaleras, segundos después Caleb y Andy estaban en la puerta de la casa.
Tomé a los niños de la mano y salí de casa con ellos, los ayudé a subir al auto e hice lo mismo que ellos mientras esperaba a Jayden.
La misa de la boda era a las dos de la tarde y para ello faltaban veinte minutos así que básicamente nos estábamos atrasando de mas. Jayden caminaba a la camioneta lentamente mientras miraba sus celular atento. Suspiré y me rendí, estaba segura de que lo hacia adrede.
Subió lentamente y me sonrió por lo que lo miré severamente.
— Déjate de tonterías y vámonos —dije al ver que estaba listo para irnos, pero él sonrió.
—Okey vamos —encendió la camioneta y arrancamos hacia la iglesia.
***
Y como lo predije, llegamos tarde a la misa pero nadie nos había visto además de que sólo nos habíamos retrasado por cinco minutos.
Al salir de misa lo primero que hice fue ir a felicitar a los nuevos esposos. Darren se notaba tan feliz que no quería separarse de su esposa lo cual me pareció muy lindo, todo se notaba perfecto pero había un pequeño problema.
O tal vez dos...
... Kian y Kellyanne estaban a menos de un metro de distancia...
... sin saber que el otro estaba a espalda suya...
... y Andy los vió... Y corrió hacia ambos.
Oh sí. Estaba en problemas.
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El Playboy De Mi Vida
Roman d'amour- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y d...