Llegamos hasta la casa de los señores Sykes, Trent tocó el timbre y en menos de 30 segundos salió Valery Sykes, la hija mayor de los Sykes.
Ella era alta, blanca, ojos marrones y un hermoso cabello pelirrojo como su madre. Ella era por así decirlo, una chica perfecta; tenía buenas calificaciones, una beca completa para la universidad, era dulce, divertida y sobre todo era como mi amiga y a veces la que me corrompía.
— ¡Has venido Sky! —exclamó mientras me abrazaba a lo cual reí— ¿Hoy no tuviste ningún compromiso? —me preguntó al soltarme y saludó a mi hermano.
— Era verdad, tenía que acompañar a Kerty de compras —dije y ella negó divertida.
Lo que sucedió ése día era que los señores Sykes nos habían invitado a un día de campo, pero ya tenía planes con Riley y Kerty así que no podía ir. Al día siguiente se enteraron que Jayden y yo habíamos peleado y tomaron eso como su conclusión personal.
Entramos hasta la sala y allí estaban esperándonos desde la familia Sykes hasta mis hermanos, mi madre y mi prima Renata.
La sala estaba pintada de color blanco, los sillones y cojines igualmente blancos, los muebles desde los esquineros y vitrinas hasta la mesa de centro eran de cedro, la alfombra era color lila y las ventanas abarcaban prácticamente una pared.
Me senté junto a mamá, después de saludar a los señores Sykes y Cory me miraba sonriente.
— Chicos, sé que no les agradan mucho éste tipo de reuniones y los comprendo, pero seré directa y les diré para qué están aquí —dijo la señora Cory mirándonos a todos— Se irán de viaje unos días a Ámsterdam los doce —nos dijo y fruncí el ceño.
¿Doce? Somos nueve contando a los hermanos de Jayden y a mi prima.
— ¿Doce? —preguntó Valery quitándome las palabras de la boca.
— Sí, doce —confirmó el señor John— Tú Valery, Jayden, Trent, Sky, Brian, Ryan, Renata, Kerty, Lilian, Riley, Thomas y David.
— ¿Y para qué? —preguntó Jayden cruzándose de brazos, obviamente inconforme.
— Es para que lo disfruten —habló mi madre y yo sólo me limité a recargarme del respaldo del sillón.
— No lo creo conveniente —dijo Renata pero mamá la miró mal.
—Bien, entonces tú no vas —dijo mamá y Renata abrió los ojos como platos.
— Sólo lo digo por... —le dí una mirada fulminante a Renata y ella se calló.
— El vuelo sale en tres horas así que vayan a preparar sus maletas —nos aconsejó la señora Cory.
Fui la primera que se levantó y salí de la casa, pero no para ir a hacer mis maletas sino porque ya no quería estar frente a Jayden. Él no me quitaba la mirada de encima y eso me incomodaba aunque yo de vez en cuando lo hacia también.
Lo extrañaba, pero no lo reconocía, es decir, ¿Cómo no extrañar al chico que te apoyaba en tus locuras y al que también apoyabas en sus estupideces?
Caminé rápidamente hasta mi casa y subí a mi habitación, cerré la puerta con seguro, saqué una maleta, la abrí y la dejé sobre la cama.
Caminé hasta mi armario, lo abrí y me quedé observando toda la ropa que había dentro de él, eligiendo que llevaría en el viaje y que dejaría en casa.
Metí la ropa que llevaría a Amsterdam y hasta arriba puse algunos productos de belleza y mi pasaporte en lo que buscaba una bolsa de mano para llevarme mi celular, pasaporte, auriculares, cargador de celular, mi cartera y mi tablet.
Al tener todo listo me dejé caer sobre la cama y me tapé los ojos con mi brazo. ¿Era buena idea salir de viaje junto a Jayden?
Tal vez él se había equivocado en mencionar a mi padre y eso me dolía, pero Jayden no quiso resolver las cosas así que yo pienso que no le importó nuestra amistad.
— ¡Skyler, ya baja! —se oyó el grito de mamá desde el piso de abajo, así que me levanté de mi cama, tomé mi maleta, salí de mi habitación y bajé.
Mamá me esperaba junto a la puerta principal, me apresuró a que saliéramos y subimos a una camioneta que pertenecía a los señores Sykes.
Me senté junto a Riley y también junto a Lilian. Los mayores iban en la parte de enfrente mientras los alocados adolescentes iban atrás, comenzaron las bromas y los chistes, hasta que llegamos al aeropuerto.
— Chicos, vayan por sus boletos de avión —nos sugirió el señor John y todos obedecimos.
Cuando llegó mi turno, tomé el boleto y leí que número me había tocado, A-23
Abordamos el avión para ir a Amsterdam y me acomodé en mi lugar que para mi mala suerte era en el asiento de en medio.
Saqué mi celular cuando de pronto algo me llamó la atención; Jayden se había sentado a mi lado junto a la ventanilla del avión.
— Debe ser una broma —murmuré guardado mi celular.
— Yo también esperaba eso —me contestó y lo miré mal.
Sería un incómodo viaje.
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Brian & Ryan Sykes en multimedia.
Hola hola,
Ésta historia está rara pero es el tipo de presentación de la historia.
Estos capítulos son como la historia donde todo empezó.
Espero que les agrade.
Atte:Ellie
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El Playboy De Mi Vida
Romance- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y d...