En la sala de reuniones todos tenían su vista fija en mí, así que tuve que hablar.
— Me quedaré —respondí decidida y Jayden me miró herido.
— Bien, buscaremos reemplazos para los que se queden, pero no olviden que deben seguir viniendo a trabajar —dijo Chantal— Ya pueden irse —añadió y sin más todos nos levantamos y caminamos hacia el ascensor.
Nadie habló en el ascensor, algunos chicos se bajaron antes y los demás nos bajamos hasta el piso del estacionamiento.
Los gemelos y Trent al bajar comenzaron a jugar, Riley iba con su celular y Jayden... bueno Jay iba callado con la mirada hacia abajo y sus manos metidas en los bolsillos de sus jeans.
— Bueno, supongo que podremos hablar diario —propuse para aligerar el ambiente pero él se mantuvo en silencio. Le botó los seguros al coche y abrió la puerta del copiloto esperando a que entrase. Me subí al coche y cerró la puerta, se subió de lado del piloto y arrancó.
Ésto no estaba bien y lo sabía perfectamente al ver como sólo tenía la vista en la carretera, no había música y tampoco había palabras de por medio. Era un campo de tensión impresionante pero él se estaba guardando sus opiniones y posiblemente lo hacia para no provocarme algún daño.
Llegamos hasta mi casa, me quité el cinturón de seguridad y justo cuando abrí mi puerta se le ocurrió hablar.
— Pensé que iríamos juntos a Nueva York —me dijo como reclamándome y sólo lo miré con tristeza.
— Tú solo tomaste esa decisión, jamás me preguntaste lo que yo quería —le respondí pero no hubo una respuesta de él— Nos vemos en la cena.
Bajé y cerré la puerta del auto, el cual salió a toda velocidad de la calle, a no sé dónde. Me sentí mal pero esa era la verdad, él nunca me había propuesto ir a Nueva York y no me había hablado sobre ésto. No tenía el derecho de reclamarme o algo por el estilo.
Entré a la casa y ya todos mis hermanos estaban ahí, Riley peleaba a muerte con Trent y David sólo masajeaba suavemente su sien.
Subí a mi habitación sin quererme enterar sobre que discutían mis hermanos porque no estaba del mejor humor posible que digamos.
Me acosté en mi cama y unos minutos después llegó Riley y cerró la puerta.
— Dijo mamá que te comiences a arreglar para la cena con la familia Sykes —dijo Riley y se metió a duchar.
Me levanté de mi cama y saqué unos jeans de mezclilla, una blusa de manga larga color gris oscuro y unos converse grises. No me vestía formalmente porque la cena consistiría básicamente en una carne asada en el patio de mi casa así que no creía necesario el ir formal.
Me cambié de ropa y até mi cabello en una coleta alta. Riley salió del baño y salió vestida con unos jeans rosas, una blusa blanca de manga tres cuartos y unas botitas blancas.
No teníamos nada que hacer así que nos pusimos a ver la televisión. Ella no quería hablar sobre su pelea con Trent y yo no quería hablar sobre que había pasado con Jayden pero lo seguro es que ninguna de las dos preguntaríamos por el tema de la otra.
***
Unas horas después, ya había oscurecido y mamá había prendido una pequeña fogata donde estábamos todos comiendo bombones, Leobard y su familia se habían ido hacía unas dos horas y justo ahora los mayores estaban cobrando algunas historias graciosas que les pasaron en su adolescencia así que las risas no faltaban en la plática.
Me sentía bien, me sentía a gusto, feliz, me sentía demasiado bien estando así, con mi familia y amigos sin discutir por algún problema ni mucho menos.
Pero nadie sabe lo que pasará a continuación o si ése momento te hará sentir feliz por el resto de la semana. Nadie sabe que pasará después.
Jayden y Trent habían estado callados durante la cena y eso me daba muy mala espina, me levanté para ir por un suéter o me daría un resfriado horrible del cual no quería padecer así que entré a la casa y estaba subiendo las escaleras cuando le escuché.
— Skyler, tenemos que hablar —era inconfundible la voz de Jayden, volteé a verlo y asentí.
— Claro —respondí no muy segura, pero terminé de subir las escaleras hasta el segundo piso de la casa, Jay hizo lo mismo y me miró directo a los ojos.
— Sky, mañana sale el vuelo a Nueva York —soltó de repente y sin un poco de sensibilidad Jayden y fruncí el ceño.
— Pensé que tendríamos más tiempo juntos antes de que te fueras —dije sinceramente.
— Además de eso, creo que deberíamos de terminar —al escuchar esa oración no pude evitar sentirme dolida, herida y destrozada. Jay me estaba terminando después de una semana de noviazgo.
— ¿Por qué? —pregunté sin aliento y Jayden hizo el amago de tomar mi cara entre sus manos pero me alejé de él.
— Sky, no quiero hacerte infeliz con una relación a distancia. Esa mierda de que una relación a distancia funciona no existe, además lograrás olvidarme —me dijo y sólo lo miré.
— Lárgate —espeté dolida y él me miró herido.
— Sky...
— ¡Que te larges Jayden! ¡Fuera de mi vista! —comencé a gritar y él me miraba destrozado— ¡No te quiero ver! —mi voz se quebró y él simplemente bajó su cabeza y se fue.
Cuando se escuchó que habían cerrado la puerta trasera no pude más y comencé a llorar, me recargué de la pared y lloré, lloré hasta que poco a poco iba bajando al suelo.
Estaba rota, estaba sola, estaba con el corazón quebrado en mil y un pedazos. No podía más.
Podía ir y reclamarle todo pero no iba a pelear más con él, no tendría sentido. Bien, se quería ir, lo aceptaría. Me quería dejar, lo aceptaría. Aceptaría todo excepto el olvidarle. Eso jamás lo haría.
Riley llegó de pronto y me vió llorando. Corrió hasta mi y me abrazó fuertemente. Masajeaba suavemente mi espalda tratando de calmarme pero no podía.
Estaba destrozada y ella no podía hacer nada, salvo apoyarme.
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Hola, bueno el capítulo estuvo triste y decepcionante, T.T, pero todo pasa por algo =).
Bueno éste es el segundo capítulo del maratón así que sería algo así como MARATÓN 2/?
Sin más se despide Ellie.
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El Playboy De Mi Vida
Romance- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y d...