Y como lo pensé, hasta ése momento todo había sido relativamente fácil el salir de la empresa sin inconvenientes pero bueno, supongo que no se puede vivir en paz por toda la vida.
Al salir del elevador nos dirigimos hasta la salida para ir hasta la camioneta que nos llevaría hasta la universidad ya que nosotras aún no teníamos autos. Llegamos hasta el aparcamiento y varias chicas ya estaban ahí, algunas estaban dentro de la Van y otras estaban recargadas de la misma.
Y cuando estaba a unos tres o cuatro metros de llegar a la camioneta sentí unos brazos enrollándose en los muslos de mis piernas y levantándome rápidamente hasta quedar como un saco de patatas sobre el hombro de alguien que sabía muy bien era un hombre pero no sabía quién era.
Por la sorpresa solté un grito de terror y cuando estuve en el hombre de aquél chico me puse a gritar y a patalear como si mi vida dependiera de ella, lo extraño era que ni Dorcas, Kerty, o peor aún, ni siquiera Riley tenía intenciones de defender a su pequeña hermana.
- Yo la llevo a la universidad Ry -dijo un voz extrañamente familiar pero que no recordaba el haberla escuchado.
- Bien, ella está en Alpha Kappa Delta -le dijo como si fuese lo más normal del mundo y aunque intentaba ver quien era mi secuestrador no podía ver absolutamente nada así que me resigné con ser un lindo y calladito costal de patatas- Sky pasatela bien y por favor no quiero terminar llendo al hospital.
- Jamás terminaría en un hospital -dije orgullosamente de mi misma y Riley negó.
- No lo digo por ti, sino por los que te acompañen -me dijo rodeando el cuerpo del chico y quedando frente a mi.
- ¿Y acaso no te preocupas por mí? -le dije con indignación y ella me miró con una ceja arqueada.
- Claro que sí -me dijo dulcemente y Kerty comenzó a reír.
- Sí, a Riley le preocupa recibir una llamada en la madrugada diciéndole que estás detenida sin derecho a fianza -dijo mi gran amiga con sus manos en su estómago.
Riley también reía pero con más calma, después del pequeño ataque de risa Riley se acercó a mí.
- Nos vemos mañana -me dijo más como advertencia.
- Pero mañana es sábado -le reclamé y ella me miró mal.
- Sé que mañana es sábado pero mamá quiere a todos, repito TODOS sus hijos en la casa de Hank para no sé qué cosa -me dijo y sólo asentí- Bien nos vemos mañana, cuidate.
Y dichas esas últimas palabras se fue y el chico que me tenía en sus hombros también comenzó a caminar.
Estaba aburrida y para colmo el tipo no hablaba, así que intenté sacar un tema de conversación.
- ¿Y dime, cuál es tu animal favorito? -pregunté ya que fue lo primero que me vino a la mente.
El chico comenzó a reír en silencio ya que no le oía pero si sentía las pequeñas vibraciones en mi estómago cada vez que lo hacía.
- Hola, tú debes ser Skyler Kaufman -me dijo un chico de ojos azules, cabello castaño oscuro y anteojos, asentí confundida y antes de que le preguntara quién era él lo hizo por mí- Soy Dalton Foster.
- ¿Encantada? -dije sin saber que responder dada la situación en la que estaba.
- Hagamos un pequeño trato ¿Si? -me propuso y lo pensé detenidamente.
No tenía muchas opciones; la primera era negarme rotundamente y pedir auxilio a gritos pero eran como 11:20 así que muchos ni siquiera le tomarían importancia a mis gritos. La segunda era aceptar, pedirles que me bajaran, golpear al que estuviera más cercano a mi y correr, pero, no conocía Nueva York así que eso no servía. Y la tercera era aceptar y hacer todo lo que me pidieran sin rechistar.
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El Playboy De Mi Vida
Roman d'amour- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y d...