La cena de Emmy había sido un total éxito ya que al comunicar la noticia, todos la felicitaron y Keller estaba tan emocionado que sólo le faltaba llorar de la alegría, a la cena se agregaron Keegan, Iz, Tyler, Leslie, David, Bradley y Alanna.
Después de unas horas más (en las que Jayden no desaprovechó la oportunidad de emborracharse junto a Keller, Jake y Dereck, ya que Adam y David se habían negado rotundamente al ver a Brooke algo perdida así como Leslie e Iz) salí de la casa de Emmy junto a mi hijo, Jayden y Andy.
Llegamos directamente a dormir ya que no tenía energía suficiente para hacer nada más, por lo que simplemente llevé a los niños a su habitación y me fui a dormir junto a Jayden quien no despertaría hasta el siguiente día.
***
— ¡Caleb, deja eso en su lugar! —Caleb me ignoró y continuó jugando con el jarrón de cerámica y Andy reía a su lado.
Estaba preparando hotcakes y no me podía separar ya que se cocerían de más y sería peor... hasta que oí como Caleb dejaba caer el jarrón y éste se hacia añicos en segundos.
Al momento, ambos niños me miraron horrorizados y comenzaron a correr escaleras arriba, gruñí frustrada y seguí preparando el desayuno.
— Buenos días —la voz de Jayden llegó a mis oídos y volteé a verlo. Se notaba recién levantado, su cabello desordenado, cara de medio dormido y sólo usaba el pantalón del pijama.
— Hey —regresé mi atención al desayuno— ¿Que tal amaneciste? —pregunté divertida y él se recargó en el mueble del lavatrastes mientras llevaba sus manos a la cara.
— Tengo un dolor de mierda en la cabeza —me miró pero antes le di un pequeño golpe indicándole que no dijera malas palabras ya que Andy y Caleb estaban aquí— Lo lamento —le di una mirada seria y seguí.
— Eso te ganas por "igualar a todos" —le reclamé y él tomó su cabeza entre sus manos.
— No hables fuerte, lo lamento ¿vale? —murmuró fulminandome con la mirada y reí— Que bajes tu tono —me dijo como niño chiquito y reí aún más fuerte— Eres imposible —caminó hacia la puerta de la cocina y dejé de reír poco a poco— Hey cuidado, no bajen corriendo —escuché que les advirtió.
Seguí preparandoles el desayuno y cuando estuvo listo llamé a todos para que bajaran.
El desayuno estuvo bastante tranquilo pero Caleb no se salvó de que lo regañara por el jarrón roto y la risa de Jayden al ver como Andy se hundía como si quisiera ser invisible.
Después de dejar todo limpio, Jayden decidió que llevaramos a los niños al parque acuático a las afueras de la ciudad, así que mientras Jayden se daba una buena ducha yo fui a vestir a los niños, ya que aún estaban en pijamas, y a preparar todo lo necesario para el paseo.
Después de un rato, salí de la casa y metí los bolsos en lo que llevaba la ropa de todos y al darme la vuela choqué con una chica que iba corriendo con sus auriculares puestos.
— Lo lamento, iba algo distraída —se disculpó la chica y le sonreí.
— No pasa nada, yo también estaba distraída —respondí y se me hizo ligeramente familiar— ¿Nos conocemos? —pregunté con duda y ella rió.
— Soy la prometida de Tyler Delaney —respondió con diversión y me dí una plamada en la frente ¿cómo no la había reconocido?
— ¡Claro! Eres Serena, la hermana de Jake y los chicos Denovan —dije y ella rió.
— Y tú eres Skyler —repondió ella y asentí.
— Esa soy yo —concordé y ambas reímos.
— Bueno, fue un gusto Skyler, pero debo irme —se despidió de mi con un beso en la mejilla y comenzó a trotar.
Entré a la casa y Jayden ya estaba bajando las escaleras con Andy y Caleb en sus brazos.
— ¿Nos vamos? —preguntó inmediatamente al verme y asentí.
— Sí, vámonos —tomé mi bolsa, las llaves de la camioneta y las de la casa.
Jayden ya había salido por lo que me tocó cerrar la puerta de la casa mientras él subía a los niños en los asientos traseros.
Subí del lado del copiloto y esperé a que Jayden hiciese lo mismo.
— ¿Las llaves? —preguntó una vez que estuvo listo y las extendí hacia él.
Después de un rato conduciendo, volví a hablar.
— ¿Se te quitó la resaca? —pregunté confundida al verlo como si nada mientras conducía.
— Sí —respondió orgulloso y me miró rápidamente antes de volver la mirada a la carretera— No es nada que un café bien cargado, una pastilla, una ducha de agua fría y unos ricos chilaquiles no resuelva —me contestó sonriendo y fruncí mi ceño.
— ¿De dónde sacaste los chilaquiles? —pregunté recordando que yo no había cocinado chilaquiles antes.
— Los mandó Emma hoy en la mañana con Keller —se encogió de hombros.
— ¿Keller? ¿Cuándo vino Keller? —no lo había visto para nada.
—Vino antes de que terminaras de arreglar las cosas de los niños, asi que aproveché para comer —respondió simplemente.
Ya no pregunté ni hablé más durante unos minutos hasta que llegamos.
— ¿Ya llegamos? —preguntó Andy desde los asientos traseros.
— Sí, ya hemos llegado —respondió Jayden y ambos niños celebraron— Amo tener hijos —dijo de repente Jayden y comencé a reír.
— Pero si sólo tienes uno —dije entre risas y el me miró mal cuando terminó de estacionarse.
— Pues yo quiero que tengamos más —dijo antes de bajar logrando que me callara.
¿Más hijos?
Bajé de la camioneta para comenzar a bajar a los niños, ya que Jayden se estaba ocupando de los bolsos.
— ¿En serio quieres más hijos? —pregunté mientras caminábamos hacia la taquilla para comprar las entradas, cada uno con un niño en brazos, para ser exacta Caleb con él y Andy conmigo.
— Sí, sería genial que nuestra familia creciera —respondió sonriendo— Cuatro entradas por favor, dos adultos y dos niños —le dijo a la encargada y ésta asintió.
— Tía, ¿mamá va a venir? —me preguntó Andy y lo miré pensativa.
¿Ella vendría? No me convenía ilusionarlo así que opté por una respuesta más fácil.
— No lo sé mi amor, pero tal vez mañana váyamos a ver a tu papi —respondí y se le llenaron sus ojos de un brillo tan hermoso que no pude evitar sonreír.
— ¿En serio? —preguntó emocionado y asentí — ¡Eres la mejor tía del mundo! —se abrazó a mi cuello y reí por su entusiasmo.
Era tan pequeño e inocente que me dolía escucharlo preguntar si conocíamos a su padre en las ocasiones que viajaba a Londres para visitar a Jayden.
— Muy bien, entremos —dijo Jayden y lo seguimos hasta la entrada del parque acuático.
— Woaoh —dijeron al unísono ambos niños y estaba completamente de acuerdo con ellos.
El parque estaba increíble, habían piscinas con burbujas gigantes (sorbing), toboganes gigantes y un área especial de niños con forma de barco pirata. También estaban las tiendas de comida, los baños y las regaderas.
Será un día divertido.
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El Playboy De Mi Vida
Romance- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y d...