Capítulo 12

76 15 3
                                    

Capítulo 12

─Ansel, estas bien─ digo completamente emocionada, me trato de levantar, pero rápidamente Alexander me lo impide.

─No, la herida se abrirá, mantente en reposo─ dice dulcemente aquella voz que tanto anhelaba escuchar, Ansel se acerca a mi catre y sin decir nada me abraza, me abraza con fuerza y comienza a llorar en mi pecho, le devuelvo el abrazo y no digo nada, dejamos que las acciones lo digan todo.

Alexander se ha ido, dejándonos un poco de privacidad.

Mis músculos se relajan y los de Ansel de igual manera, no rompemos el abrazo de inmediato, sino que así nos quedamos un tiempo, llenándonos con el calor del otro, amo a mi hermano, lo amo mucho y sé que hice mal diciéndole todo lo que le dije anteriormente, me arrepiento de ello y sé que la vida me ha dado oportunidad de decírselo y disculparme con él, así que lo hago

─ Perdón─ susurro en su oído.

─ Perdóname tu a mí─ responde bajito─ yo, yo no quería que tú te enteras de todo por mi culpa.

Rompemos el abrazo.

¿De todo?, ¿Qué es exactamente todo?, no respondí puse mi característica cara de confusión.

─ De verdad lo siento─ continuo Ansel─ mamá me prohibió decírtelo, no te enojes con nosotros, creímos que sería por tu bien, yo creí que algún día mama te lo diría─ mi hermano hablo muy rápido pero lo interrumpí.

─ No hay nada que perdonar porque ni siquiera sé de qué hablas, ¿Qué es eso que mama te prohibió decirme?

Ansel se quedó en blanco.

─ ¿Cómo?, tu no... ─ dejo la frase al aire comprendiendo lo que había hecho.

─ ¿Ansel de que estabas hablando? ─ puse voz seria.

─ De nada─ contestó rápidamente─ pero perdóname por la discusión─ regresó el tono lamentoso con el que anteriormente hablo indicándome que realmente se arrepentía.

─ Te perdono─ sonreí dejando de lado aquella cosa abrumadora que no me dijo─ y ¿tú me perdonas a mí?

─ Mmm déjame pensarlo─ sonríe y susurra junto a mi oído─ si... ¿empezamos de cero?

─ Yo ya he empezado, te amo─ dije abrazándolo nuevamente.

─ Yo te amo más Cara─ por fin nos soltamos y escuchamos la voz de Lucy y Nina llena de felicidad.

─ ¿Todo está bien? ─ pregunta Lucy.

─ Claro que lo está─ respondemos al unísono.

A lo lejos se escucha una voz alterada de una mujer que no para de gritar y se oyen como muchas personas tratan de calmarla y ambos sabemos que se trata de mamá, ella llega corriendo hacia nosotros y al ver que estamos "bien" nos abraza, un abrazo de los que antes solía dar, Ansel y yo estamos sorprendidos, pero no mencionamos nada, simplemente nos dejamos llevar.

Parece que mamá no presencio ningún terremoto, esta perfecta en sus tacones y su vestido blanco, creo que al menos uno de nosotros corrió con suerte, toda ella esta perfecta a excepción de su maquillaje corrido gracias a las lágrimas que está derramando.

─ Oh mis chicos ─ pero no escuche nada más. Me desconecte.

A lo lejos vi como una chica bastante guapa se lanzaba a los brazos de Alexander y el correspondía ese gesto de una manera muy íntima, besaba su cabeza y no soltó a aquella chica en ningún momento. Esta era como de revista, rubia, ojos azules, tez blanca, bonita de unos 18 años, perfecta, con curvas donde toda mujer debe tenerlas, labios rojos sin necesidad de un labial o algo parecido, sentí como si me apuñalaran, una corriente de lo que supuse serian celos me atravesó y juro que dolía más en el alma que mi pierna recientemente rajada.

Huesos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora