Capítulo 17

50 11 0
                                    

Capítulo 17

Abrí los ojos, un cálido viento rozó mis mejillas, la ventana de mi nueva habitación estaba abierta, las cortinas blancas ondeaban con la suave brisa, había dormido de maravilla, sientí un cuerpo detrás mío, me giré y el lugar que antes había sido ocupado por Alexander ahora es ocupado por mi padre, una sonrisa se extiende por sus rosados labios al ver mi expresión de credulidad, rápidamente dejé mi asombro y lo abracé, su cuerpo vibró por sus carcajadas que emitió ante mi gesto.

─Papi─ chillé aun rodeada por sus brazos.

─ ¡Cariño! ─ esbozó una sonrisa. ─ Te he extrañado.

─Yo más.

─ Claro que no, tú has estado un poco ocupada enamorándote de Alex que ni tiempo has tenido para mí─ dijo con fingida envidia.

─ ¡Pa'!

─ ¿Qué? Yo solo digo la verdad.

Solo sonreí, quería contarle todo, pero estaba consciente de que esto era un sueño y pronto despertaría, así que decidí solo decir lo relevante.

─yo... me reconcilie con mamá.

─ Lo se hija, disfrútala y no la juzgues por sus acciones, ella ha cometido errores y solo una persona lo hará y será Dios cuando muera, pronto descubrirás cosas que tu madre ha enterrado en el pasado, ten paciencia y trata de comprenderla.

─ ¿de qué cosas hablas? ─ pregunté extrañada.

─ Con el tiempo lo sabrás, disfruta mientras puedas.

─ Papa no me asustes, ¿de qué hablas?

─ De nada, creo que ya es tiempo de irme, temo que te he revelado información que no debería, adiós hija cuídate mucho y cuida de Alex no dejes que las malas personas arruinen su relación.

─ Él y yo no somos nada─ me sonrojé por el drástico cambio de tema.

─ Ahh, los chicos de hoy─ resopló─ tú y el tienen una relación más fuerte y madura que muchos de los matrimonios de hoy en día, pon bien las cartas sobre la mesa.

─ Es una promesa.

Abrí lentamente mis ojos y me di cuenta de lo que fue.

Percibí movimiento a un costado de mi cama y me di cuenta de que es Alexander, se ha levantado de la cama y planea irse, pero interrumpo su huida.

─ ¿Ya te vas? ─ inquirí, aunque sonó más como una afirmación.

─ Diablos, no quería despertarte.

─ No hay problema, mi padre ya lo hizo.

─ ¿tu padre? ─ preguntó confundido.

─ Sí, he soñado con él.

─ ¿qué te ha dicho?

Su curiosidad llama mi atención, pero simplemente responso su pregunta.

─ Que pronto se me revelaran datos que no conocía, que no juzgue a mi madre y que te proteja.

- ¿Qué me protejas?

─ Si, que cuide nuestra re... ─ me paro en seco─ lo que sea que tengamos, que no nos dejemos llevar por las apariencias y por otras personas.

─ Tu padre tiene mucha razón, ambos interpretamos mal algunas situaciones que hemos pasado, pero creo que ya lo hemos resuelto.

Lo miro fijamente y sé que tiene razón ambos nos confundimos por nuestros pensamientos cuando en realidad nada de lo que imaginamos era verdad, aquellos chicos son mis amigos y la chica solo es su hermanastra de Alex, todo se arregló hablando, aunque un poco elevada la voz, pero en fin hablando.

─ Debo irme.

─ ¿Qué hora es?

─ Cerca de la media noche, tengo que marchar o tu madre me colgara del cuello si me encuentra aquí.

Eso último me hace gracia.

─ Ve con cuidado, ¿nos veremos mañana?

─ Lo siento regresaré donde papá con los pacientes, aun me necesitan, el hospital ya está prácticamente listo para volverlo a utilizar, desgraciadamente no todos los pacientes sobrevivieron a tales circunstancias, entre antes los internemos mejor.

─ Está bien, pero deja un numero al cual llamarte ¿sí?, veré la forma de comunicarme contigo

Sin dudarlo ni un segundo, Alex saca de su chaqueta su celular y me lo tiende

─ Ten, utilízalo, yo te llamaré.

─ No, es tuyo, es tu privacidad, debes tener cosas importantes aquí, no puedo simplemente quedármelo.

─ Vamos, es solo un aparato, no tengo nada de valor ni mucho menos, confío en ti, nada de lo material importa, solo tu Sol.

Me ha llamado Sol, mi corazón da un vuelco, nuevamente me llamo por ese cariñoso sobrenombre y me ha dicho que solo importo yo, prácticamente salto de la alegría, pero me tranquilizo y trato de controlarme, aunque mis mejillas me delatan y están sonrojadas.

Tomé aquel aparato y susurré un gracias, te lo devolveré pero Alexander solo se inclina hacia a mí y me besa.

─ Me voy, te llamare.

Camina hacia la puerta y sale con sigilo, nuevamente me tumbo en la cama y apoyo mi cabeza sobre la mullida almohada, aun con el celular en la mano me acurruco entre las mantas, pero la curiosidad me gana y desbloqueo este.

Mi corazón nuevamente se acelera y una sonrisa se escapa de mi rostro.

El fondo de pantalla no es ni más ni menos que una foto mía, de mi rostro, relajado, sin arrugas ni imperfecciones a simple vista, creo que la ha tomado alguna ocasión mientras dormía ya que parece ser que aún estaba en el hospital, me alegra saber que en verdad le gusto y le intereso, me buscó y arregló la incómoda situación en la que nos encontrábamos, confesó que está enamorado de mí y creo que esta vez nuestra relación sí va viento en popa.

st-font-famT

Huesos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora