Capítulo 16
Suspiré.
Tome su mano y lo arrastre a la cama, me senté a su lado y lo mire a los ojos.
Alexander se encuentra aquí, conmigo, mi cuerpo está que arde, mis mejillas han tomado color, me ilusiona que me haya buscado, ¿Por qué lo hizo no? ¿si no, porque estaría aquí?
Entrelacé nuestros dedos y presioné levemente su mano en un gesto cariñoso, pero mi mente juega sucio y un pensamiento ocupó mi mente, él ha estado con aquella chica que parece una modelo, también han entrelazado sus manos y ahora viene a restregármelo en la cara.
No. El nunca haría eso. Paseo mi mirada por su rostro, su gesto es suave, relajado, sin preocupaciones, mira nuestras manos y me devuelve la caricia, pero al subir su mirada y buscar la mía su rostro se endurece, sus facciones se tensan y desenlaza nuestras manos.
─ ¿Por qué? ─ susurra nuevamente con su voz llena de dolor.
Sus palabras y su acción me han dejado perpleja.
─ ¿a qué te refieres? ─ pregunté tratando de que no se quebrara mi voz.
─ ¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Por qué sales con otro? ─ reclamó en voz baja, haciendo notar el dolor en sus preciosos ojos.
Sus preguntas me descolocan, ¿Qué porque yo salgo con otro?
─ ¿De qué hablas?
─ No te hagas la ilusa, Cara, ambos sabemos que no lo eres.
Me ha llamado por mi nombre, su rabia es palpable y no me ha llamado Sol, eso me hiere aún más, pero mi dolor se convierte en furia, ¿Quién se cree que es para irrumpir en mi casa, colarse en mi habitación y preguntarme cosas absurdas las cuales todas han sido por su culpa, además yo no soy una cualquiera como para que me diga y me reclame que salgo con otro hombre cunado ni siquiera es verdad?
─Vale, te contestare─ hablé furiosa─ ¿Qué porque me fui?, simple, porque tu abrazabas a otra mientras mi mundo se derrumbaba, porque no pensaba aguantar que me lastimaras, porque mientras tú te liabas con aquella chica perfecta, mi familia o los pedazos que aún quedan de ella posiblemente se puedan unir, porque quiero estar sola, pensar y no dejar que caiga en el abismo de ti, y respecto a porque salgo con otro hombre, Sinceramente eso no lo puedo responder porque yo no salgo con nadie, me he estado martirizando pensando en que tiene que ver es chica la cual estaba enredada en tus brazos contigo, he estado ocupada pensando en mi familia, pensando en mi padre y pensando en mi posible futuro que o he tenido tiempo de buscar a alguien con quien remplazarte, solo eso Alexander.
Su ceño esta fruncido, claramente algo de lo que le he dicho no le cuadra, pero me vale un comino lo que el opine.
─ ¿de qué chica hablas? ─ preguntó.
─ Exactamente es lo que me pregunto yo ¿de qué chico hablas?
─ No, no, no, yo te vi hoy, en el centro comercial con un pelinegro de ojos azules el cual te ayudaba para todo, a diferencia tuya yo no sé de quién hablas─ espetó, ¿él me había visto con Noah y Noé?
─ Pues yo hablo de la perfecta Barbie que se tiró a tus brazos en el albergue y para tu información el chico del cual hablas es mi amigo, se llama Noah y no solo iba con el sino también con Noé su hermano.
─ Pues te veías muy contenta con él y su hermano fantasma y esa Barbie como la llamas tu es jade, mi hermanastra. Después de la muerte de mi madre, papá se volvió a casar y su mujer tenía una hija así que cuando se casaron ella y yo nos hicimos hermanastros.
─ Noé no es ningún chico fantasma, es probable que por tus estúpidos celos no hayas notado que son gemelos y solo para que te enteres yo no sabía esa información sobre la perfecta Barbie ¿porque nunca se te ocurrió comentarlo? ─ dije bajando mi tono de voz.
─ Yo que sé, estaba más ocupado enamorándome de ti que pensando en ella─ soltó de sopetón─ yo si he caído por tu abismo... caería una y mil veces más.
─ ¿Es-estás enamorado de mí?
─ Desde el primer momento en que te vi─ su mirada anhelante lo confirmaba.
Sonreí y el me devolvió la sonrisa, lo mire a los ojos y me sonroje, lenta y delicadamente Alex besó la punta de mi nariz, después beso mi mejilla y finalmente unió sus labios con los míos, cerré mis ojos y disfrute.
Su gélido aliento se mezcló con el mío, nuestras lenguas se rozaban enviando pequeñas corrientes de electricidad por mi cuerpo.
Poco a poco nos separamos, trato de recuperar el aliento y cuando lo hago abro mis ojos, el me mira fijamente, sonríe y está igual o más rojo que yo.
─ Perdóname, me volví loco cuando me di cuenta de que ya no estabas, miles de pensamientos cruzaron mi mente y cuando le pregunte a mi padre que había pasado contigo me explico que te habías retirado del albergue, me dio la información que tu madre brindo al hospital y vine a buscarte, estando en el centro comercial te vi con aquel chico y los celos se apoderaron de mí, busque tu casa para cerciorarme de que nada de esto era cierto, pero él te trajo y yo, yo...
─ Shhhh─ lo silencie ─ ellos son mis vecinos y ahora mis amigos, no hay nada por lo que te tengas que preocupar, tranquilo ¿sí?
Alex solo asintió y nuevamente bese sus labios.
─ Perdóname tu a mí.
─perdonada─ respondió rompiendo el beso. ─ Creo que ha sido un pesado día, mejor duerme.
Solo asentí, me recosté en la cama y él me arropó, besó mi frente e hizo amago de salir, pero lo detuve.
─ Quédate conmigo─ palpé el lado libre de mi cama.
Lo miré a los ojos y percibí duda en ellos, de igual manera terminó aceptando.
Se desprendió de sus zapatillas y se tumbó a mi lado, jalé las mantas y me aferré a su lado, recosté mi mejilla en su pecho, pero antes de caer en un sueño profundo, musité.
─ Estoy en caída libre, justo por el abismo de ti.
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Huesos de cristal
Chick-LitY para ti ¿que intención tienen las estrellas? ¿Por qué todo ocupa un lugar en el espacio? ¿Cual es el motivo de existir? Para Cara Elkeles todo esto no significa nada. Atada a una camilla, sin ilusiones y con el alma en mil pedazos. Para Alexander...