Capítulo 3: el escándalo

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Dio un par de saltitos en su lugar. Estiró su cuello en todos los ángulos posibles. Llenó sus pulmones lentamente y exhaló fijando su vista en aquel escenario que tenía a escasos metros. A Hyukjae le encantaba el escenario. Había pasado la mayor parte de su vida perfeccionándose en el baile y el rap para cumplir su sueño de convertirse en un artista y llegar finalmente allí. Con el esfuerzo de años lo había conseguido, pero ahora se encontraba nuevamente en la incertidumbre, a punto de despedirse de su sueño si hacía las cosas mal.

Él se había convertido en el mejor bailarín y rapero del grupo, los jefes se lo habían dicho, sus compañeros lo sabían. Era el mejor en esos campos, sin embargo, su rendimiento fue decayendo. Él se esforzaba al máximo, pero su cabeza no le daba tregua, de esa forma terminaba cometiendo errores que nunca antes había cometido.


—¿Estás nervioso? —le preguntó el líder pasando un brazo por sus hombros, mirándolo a los ojos con una dulce sonrisa.


Esa era una de las razones por las cuales apreciaba mucho a Leeteuk hyung. Tenía la capacidad de reconfortarlo con esas sonrisas tranquilizadoras que, sin palabras, le decían que todo estaba bien.


—Por supuesto —no pudo evitar soltar una risita por los nervios—. Mentiría si dijera que no — volvió su vista al escenario oscuro—. He practicado duro, hyung —dijo totalmente serio—. En realidad, siempre lo hago.

—Lo sé. No te preocupes, todo saldrá bien —enredó su brazo con el de Eunhyuk—. Es hora —el telón se abrió y las luces de colores se encendieron—. ¡Vamos a romper el escenario, anchoa!


La multitud gritaba eufórica cuando, en la oscuridad del escenario, sus siluetas se hicieron visibles... y el show comenzó.


Por un lado, Eunhyuk se sintió afortunado. El apoyo de sus fans lo sintió cada vez que debía hacer un solo de baile, o cuando rapeaba y su nombre retumbaba por todo el estadio. Fue de gran ayuda porque sinceramente se sentía muy mal por lo que había sucedido la noche anterior. No había dormido más de una hora y le había costado una tonelada encontrar ánimos para levantarse por la mañana. Sólo la advertencia del despido fue lo que logró sacarlo de la cama y enfrentar el nuevo día.

A veces Hyukjae se sorprendía de cómo habían cambiado las cosas, incluso en el escenario. Antes de todo el desastre, Donghae hacía fanservice exclusivamente con él. Recordaba muy bien como el pez dejaba su lugar asignado para ir a abrazarlo, incluso había ocasiones en las que en medio del abrazo lo levantaba del suelo para llevarlo con él hacia su lado del escenario. El solo recordar esos momentos lo hizo esbozar una sonrisa de oreja a oreja, dejando contentas a las fans y al manager, que lo observaba de brazos cruzados a un costado del escenario.

La espera de Hyukjae [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora