Capítulo 32: convencer y creer

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—Nada de desconocidos, Hyuk —Junsu lo sostuvo de los hombros, rompiendo su abrazo para observarle a los ojos—. Quiero que Donghae se quede contigo.


Al instante en que la petición fue escuchada, Hyukjae frunció el ceño en confusión. Su cabeza se echó hacia atrás como si hubiera sentido un golpe invisible mientras su boca se abría en un quejido mudo. Sus ojos enormes se le quedaron observando con gran asombro al principio, para después teñirse de incomprensión e incredulidad cuando los segundos pasaron y el silencio de Junsu dejó entrever cuan resuelto estaba.


—¡¿QUÉ?! —exclamó repentinamente en un grito agudo.


Junsu sintió los músculos de su amigo tensarse bajo sus manos. Hyukjae intentó apartarse, pero él lo sujetó con fuerza, manteniéndolo en su lugar. Junsu casi podía vislumbrar lo alterado que se pondría Hyukjae ante la mención de Donghae. Sin embargo, aunque él mismo detestara la idea, no podía pensar en nadie más "aceptable" para cuidar de su amigo.

Por supuesto que había pensado en otras personas antes que en el idiota y despreciable de Donghae; como Leeteuk por ejemplo, él sí era una buena opción a su parecer. Incluso el maknae Kyuhyun parecía más adecuado para estar al pendiente de su querido amigo, pero se decidió por Donghae al final cuando recordó la conversación que se dio la noche anterior en la cena que compartieron con los Juniors. Recordó que mientras comían, Yoochun había preguntado cómo iban con sus actividades teniendo el comeback tan próximo. En aquel momento, Leeteuk había tomado la palabra explicando que los días libres estaban cerca de terminar. Habiendo transcurrido semanas luego del escándalo de la boda de Donghae y con Hyukjae saliendo del hospital, la agencia ya estaba reorganizándose para la comercialización del nuevo álbum, por lo que muy pronto estaban en la obligación de volver a sus actividades, aun si Hyukjae no pudiera reintegrarse todavía.

Junsu entendía eso. Tal como a él lo estaban presionando hace semanas para regresar a sus actividades, sabía a la perfección que los Juniors estaban en la obligación de retomar su agenda laboral o atenerse a las consecuencias. Por ese motivo, éstos se encontrarían escasos de tiempo durante los siguientes días, ocupados con los preparativos y la vuelta al escenario, entonces no podrían cuidar de Hyukjae, por lo que estaban descartados totalmente como posibles cuidadores. Hyukjae necesitaba un ojo vigilante a toda hora, tanto para que controlaran que se tome sus pastillas, que coma todas sus comidas y por supuesto, vigilancia estricta en su conducta y estado de ánimo. Minji había dejado muy en claro que durante las primeras semanas fuera del hospital, Hyukjae debía estar acompañado las veinticuatro horas del día, y eso era algo de lo que Junsu se iba a encargar que se cumpla.

Nada de desconocidos. Junsu no iba a confiar la vida de su amigo a un extraño y arriesgarse a que esta persona infraestime la condición de Hyukjae, poniéndolo en riesgo con negligencias, o que filtre datos perjudiciales hacia la prensa, o ¡quién sabe qué cosas más! Junsu no iba a considerar si quiera esa idea. Si Hyukjae no quería que Junsu sacrifique su trabajo con tal de quedarse a su lado para cuidarlo, entonces alguien más iba a tener que hacerlo. Fue entonces que pensó en Donghae.

Todos le habían advertido que Donghae era necesario para la recuperación de Hyuk. Minji había explicado que Donghae actuaba como un canalizador para la emociones negativas de su amigo y lograba que éste las exteriorice, de manera algo violenta, pero lo hacía y eso era lo importante. ¿Entonces por qué no permitir que Donghae lo cuide? De aquella forma, Junsu no estaría tan preocupado de que Hyukjae se deprimiera a fondo, porque Donghae estaría presente para que su amigo desahogue sus penas, ya sea con lágrimas, gritos o golpes, pero se desahogaría y eso lo mantendría lejos de las ideas suicidas. Pensando así, Donghae no parecía ser una mala opción, pero al ser un Junior debía volver también al trabajo al igual que sus compañeros. No obstante, Junsu podía hablar con él y obligarle a renunciar con tal de que éste tenga el vasto tiempo necesario para cuidar de Hyukjae. ¡Y que la carrera de Donghae se vaya al diablo si era necesario! Después de todo, éste se lo debía a Hyukjae. Su amigo estuvo a punto de perderlo todo en el pasado. Donghae podía comenzar a redimirse desprendiéndose de su trabajo. Así lo creía Junsu.

La espera de Hyukjae [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora