La espera de Hyukjae [FINALIZADO]

Extra: Reminiscencia

Últimamente no se sentía bien. Últimamente Hyukjae no se sentía nada bien.

Por alguna razón siempre tenía ganas de llorar. 

Los días pasaban lento en el Ejército, y estaban llenos de una soledad que dolía. Era algo contradictorio estar rodeado de cientos de personas y sentirse desolado, pero ninguno de los reclutas le hablaba, lo que le hacía sentirse solo entre toda esa multitud.

Desde que había llegado, los demás soldados le trataban despectivamente. La mayoría eran jóvenes como él, que estaban al corriente de la tendencia de la música, jóvenes que sabían lo que había pasado en Super Junior, jóvenes que le miraban con desaprobación, que le hacían sentir menos con sus palabras hirientes, jóvenes crueles que le hacían sentirse una basura. Los días pasaban y la amargura se instalaba en lo profundo de su corazón.

Hyukjae se sentía abandonado en el Ejército. Había ingresado de improviso, a las "apuradas". Cada vez que miraba con anhelo hacia la salida, recordaba ese día cuando el manager le había dicho que debían conversar. Hyukjae había subido al auto pensando que darían solo una vuelta. En ese entonces, una parte de él estaba aliviado de salir del departamento donde lo tenían escondido de la prensa desde hacía varios días, pero el poco alivio que sentía murió cuando el manager condujo hasta las instalaciones militares. Hyukjae se sintió como un perro abandonado en el medio del bosque. Ingresó al Ejército sintiéndose solo, triste y desamparado.

Su mente estaba embotada. Una y otra vez volvía a pensar en sus compañeros.

Leeteuk, Kangin, Heechul, Yesung, Siwon, Sungmin, 

Ryeowook, Shindong, Kyuhyun, Hangeng, Kibum.

No los había visto desde esa noche de concierto por lo que los extrañaba mucho. El manager había dicho que ellos le odiaban, que no querían saber nada de él, que era el causante de todo el desastre y que no lo querían de vuelta. Hyukjae pensaba que enlistándose en el Ejército las cosas se resolverían y ellos dejarían de aborrecerle, pero ya había pasado más de un mes y sus compañeros no habían ido a visitarle ni una sola vez.

Y Donghae...

Hyukjae recién se daba cuenta de lo afortunado que había sido estar a su lado a pesar del rechazo de éste, porque ahora, totalmente alejado de él, a cientos de kilómetros de distancia, Hyukjae sentía que se moría de dolor por verle. Ahora comprendía que vivir alejado de Donghae era una completa agonía. Lo anhelaba tanto que lloraba pensando en él. Se sentía un vacío terrible estar alejado de Donghae. Entonces la tristeza se intensificó, lo envolvió por completo; se convirtió en todo y lo dejó en la nada. Era una tristeza tan abrumadora que no le dejaba escapatoria. El dolor en su corazón se volvió un agujero, y el agujero creció hasta convertirse en un hueco profundo en su pecho, un hueco que palpitaba de agonía, un hueco grande que dolía horrores. Era un vacío que lo consumía entero, que le quitaba todas las fuerzas y lo dejaba sin ganas de respirar. Ni bien despertaba, ese hueco comenzaba a latir con intensidad, arrastrándolo a la angustia, ahogándolo en la amargura. Era un sufrimiento terrible, un suplicio que estaba presente a cada segundo del día. Su cuerpo y su mente no tenían tregua.

Cada vez que con dificultad lograba dormir, las pesadillas emergían para amargarle la existencia aún más. Soñaba con sus compañeros dándole la espalda, su familia insultándole por amar a un hombre, Donghae hiriéndole con palabras afiladas. Entonces las palabras abandonaron sus sueños y tiñeron el día de tormento. Los susurros comenzaron a soplar en su mente quebrando lo poco que quedaba.

"No sirves para nada"

"Das asco"

"Ni tu madre te quiere"

"Todos te odian"

"Todos te odian"

"¡TODOS TE ODIAN!"

"Nadie te ama"

"Ni tus compañeros"

"Ni tu familia"

"Ni el amor de tu vida"

"Nada tiene sentido"

"Si desaparecieras nadie lloraría por ti"

"Porque no significas nada para el mundo"

Y sucedió ese día... Hyukjae estaba en entrenamiento sujetando ese cuchillo temblorosamente, sumamente deprimido, escuchando las voces de su conciencia que gritaban lo poco que valía. 

Fue allí que se le escapó una lágrima de profunda tristeza... 

Entonces cortó su muñeca... 

Deseando poner fin a todo el sufrimiento...

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- Hyung- llamó Kyuhyun cuando observó la cicatriz en la muñeca de Eunhyuk.

Recién habían salido del salón. Ambos estaban caminando por el pasillo. Eunhyuk iba buscando un lugar vacío para poder ensayar, entonces Kyuhyun, que observaba a su hyung con curiosidad, distinguió una cicatriz en la pálida piel. Ésta era delgada, y tenía puntos como si le hubieran hecho sutura. Kyuhyun se asustó un poco, por la zona en dónde estaba la cicatriz.

- ¿Qué te pasó ahí?- preguntó con temor de enfadarle.

- ¿Esto?- dijo Eunhyuk enseñando la muñeca-. Una herida que me hice en el Ejército mientras entrenaba- agregó abriendo y cerrando los dedos, mostrándole que estaba bien-. Un accidente tonto, nada preocupante- Kyuhyun observó a su hyung sonreír brevemente-. Vamos al tercer piso- Eunhyuk retomó su paso apresurado y su seriedad-. Hablaré con mi manager para que consiga una copia de la pista, así podremos ensayar por nuestra cuenta. 

Kyuhyun asintió y lo siguió pensativo.