EXTRA: de cómo Donghae supo hacer lo que debía.

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Fragmento situado en los días posteriores a la partida de Suk Kyang a Mokpo y previo al cumpleaños de Donghae.



Donghae despertó en plena madrugada, jadeando, sudoroso, con el cabello pegado a su frente y los brazos envueltos fuertemente alrededor de la cintura de Hyukjae. Otra noche más que despertaba así, todo afectado por sus sueños. Sueños donde el hermoso ser que tenía entre sus brazos se presentaba como la flor más exótica y bella a desflorar. Sí, a "desflorar".

Donghae soñaba a Hyukjae estirado en la cama, observándole con ojos profundos, invitándole con su cuerpo desnudo a hacer lo que quisiera. Y Donghae no era tan tonto en sus sueños. Era muy rápido para abalanzarse sobre él, desvistiéndose todo apurado, mientras Hyukjae sonreía gustoso y separaba sus piernas para acunarle, entonces comenzaba ese movimiento rítmico, ese frote exquisito entre sus entrepiernas. Donghae sentía su pene todo hinchado, goteando por él. Era en ese instante que despertaba siempre, para descubrirse abrazando a Hyukjae por detrás, y excitado, presionándose contra las nalgas del otro. Las finas capas de tela que los separaban eran como si nada.

Esa noche no era la excepción. Donghae estaba todo sudoroso, jadeando, con el cabello pegado a su frente y su miembro bien despierto, presionando donde no debía. Hyukjae de seguro se asustaría si lo descubriera.


—Esto es una tortura —susurró mordiéndose un labio y contemplando el cuerpo dormido de Hyukjae.


Tenía tantas ganas de hacerle todo tipo de cosas... Pero debía esperar, Donghae sabía que debía esperar a que Hyukjae diera el primer paso, no al revés.

Haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad, echó hacia atrás sus caderas, rompiendo el contacto delicioso que tenía su pene con el trasero de Hyukjae. Tras dejar un beso suave en su oreja, Donghae se apartó. Debía calmarse, pero de sólo recordar al Hyukjae desnudo de sus sueños, su entrepierna palpitaba ansiosa. Se sentía un pervertido. ¿Pero eso no era acaso el reflejo de su pasión por Hyukjae? Donghae se consolaba en eso.

No supo en qué momento las pesadillas de Hyukjae muriendo se habían transformado en sueños eróticos, pero así había sucedido. Y luchar contra ello, simplemente reforzaba el deseo que sentía por Hyukjae.


—Tú dormido, y yo aquí sufriendo por ti —murmuró, esbozando una sonrisa.


Sonreía porque este sufrimiento no era tal. Este sufrimiento era totalmente distinto al sufrimiento de antes, de aquel que sintió cuando estuvo apartado de Hyukjae. Este sufrimiento hablaba de deseo, de amor abrasador. A Donghae le gustaba en cierta forma. Se sentía como el preludio de lo que sucedería en algún momento más adelante. Porque estaba seguro que Hyukjae y él estaban yendo por buen camino en su relación, entonces era cuestión de tiempo para que sucediera lo que tanto anhelaba, hacerle el amor.

"¿Lo harás bien?", su conciencia susurró, y toda la excitación que había en Donghae se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Él no sabía mucho de cómo lo hacían los hombres. Es decir, se imaginaba que no era muy distinto a un hombre con una mujer, pero las pequeñas diferencias, desconocidas por Donghae, podían arruinar su desempeño la primera vez que estuviera junto a Hyukjae.


—Eso no puede pasar —susurró para sí mismo, preocupado de arruinarlo todo. Debía averiguar cómo lo hacían los hombres, debía hacerlo para asegurar el placer de Hyukjae. Y como que se llamaba Lee Donghae lo iba a hacer—. ¡Fighting!

La espera de Hyukjae [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora