Capítulo 33: locura

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Minji y Donghae estaban en el departamento del piso diez, sentados en el escritorio de la habitación de huéspedes, el sitio en el cual Donghae se instalaría para estar más cerca de Hyukjae. Mientras la psiquiatra le enseñaba unos cuantos medicamentos, Donghae intentaba prestar atención y memorizarlo todo.  


—Hyukjae actualmente está tomando diferentes medicamentos en diversos horarios. Así que ten cuidado de no confundir las pastillas y asegúrate que las tome todas, ¿de acuerdo? No te retires de su lado hasta ver que las haya ingerido, y bajo ninguna circunstancia dejes que él acceda a las cajas de los medicamentos. Eres tú el encargado de mantenerlas fuera de su alcance, porque una sobredosis de estos medicamentos puede ser fatal. ¿Te quedó claro? 


Donghae asintió efusivamente, sintiéndose un tanto atareado con tanta información. 

Durante las últimas horas, Jaejoong, Yoochun y ahora Minji le habían llenado de consejos, recomendaciones y advertencias acerca de lo que debería hacer y evitar en la convivencia diaria con Hyukjae. Era difícil no sentir un poco de inseguridad frente a tanta responsabilidad. Donghae no tenía idea de los esfuerzos necesarios que se requerían para resguardar la seguridad del entorno para Hyukjae, como mantener alejada las cajas de los medicamentos, por ejemplo.  Aunque eso no se veía demasiado complicado si encontraba un lugar discreto donde esconderlos. Minimizar el uso de los cuchillos, eso sí se veía algo más difícil de lograr considerando que debería usarlos para cocinar en algún momento del día. El asunto de las puertas que daban al balcón también le estaba comenzando a preocupar.


—¿Me estás escuchando? —le preguntó Minji chasqueando los dedos cerca de sus ojos, provocándole un pequeño sobresalto.

—Sí, sí estoy escuchando —respondió Donghae apresurado.


Minji le observó inquieta por un momento mientras tamborileaba los dedos sobre la madera, su expresión denotaba incertidumbre e impotencia.


—Esto me parece algo increíble —murmuró la psiquiatra por lo bajo—. No sé cómo a Junsu se le ocurrió esto.


Sintió un peso instalándose en su estómago ante aquel lamento. Minji estaba preocupada ante el nuevo escenario que se avecinaba, al igual que Donghae. 

Cuando habló con Junsu el día anterior, Donghae no se había imaginado cuan delicada era la tarea que éste depositaba en él. Prácticamente sentía que la vida de Hyukjae le había sido transferida a sus manos, para cuidarlo, para mantenerlo con vida, para ser responsable de Hyukjae. Y no, no es que se estaba acobardando ni deseando retroceder el tiempo para decirle a Junsu que no. Donghae no se arrepentía de su decisión de cuidar de Hyukjae. Lo que le pasaba era que tenía temor. Temor a fallar, a equivocarse, a no resguardar la vida de Hyukjae como le era debido. Tenía un pavor terrible a recibir a Hyukjae con vida, y devolverle a Junsu un cuerpo frío e inerte a causa de su ineptitud. Ese pensamiento lo estaba mortificando y llenando de inseguridad.


—Junsu dice que conmigo él estará bien —Donghae estaba muy nervioso. Su voz salió vacilante y débil a pesar de que deseaba con todas sus fuerzas creer en esas palabras—. Y yo acepté cuidarlo en su ausencia, porque quiero hacer todo lo que esté en mis manos para ayudar a Hyukjae. Pero ahora... —Donghae sintió un nudo en la garganta al imaginarse lo peor—  Yo no me siento el más indicado para esa tarea.

La espera de Hyukjae [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora