La espera de Hyukjae [FINALIZADO]

Capítulo 29: convalecencia

Junsu estaba acomodando el pequeño bolso, guardando ropa y elementos de higiene personal que le había llevado a Hyukjae durante su internación. Mientras tanto, Jaejoong estaba tramitando documentación en la oficina de admisión del hospital, Yoochun había ido a la farmacia a comprar medicamentos, y Hyuk estaba en el baño de la habitación, preparándose para ir a casa. Después de casi tres semanas de internación, finalmente le habían dado el alta a Hyukjae.

Luego de aquel día en el que se encontró con Donghae, Hyukjae había mejorado poco a poco. Si bien actualmente no era un conversador como antes, por lo menos entablaba pequeñas charlas y no se aislaba tanto como en días previos. Su relación con Junsu y Jaejoong se había fortalecido, pero con Yoochun era algo diferente. Aunque no le demostraba desagrado, se mantenía un poco distante con él, pero era una respuesta natural después de que éste lo haya dejado a solas con Donghae, Yoochun lo comprendía.

Respecto a ese asunto, Junsu no había tomado represalias contra Donghae como la mayoría lo esperaba. No hubo golpes, ni discusiones, ni agresiones de ningún tipo. Lo único que sucedía cada vez que ambos se cruzaban en los pasillos del hospital, era un aumento de tensión en el ambiente, entonces Junsu le clavaba la mirada con recelo, para después ignorarlo sin ningún reparo.

Por otra parte, Donghae se había quedado en Seúl. Después de presenciar el llanto desconsolado de Hyukjae, no tuvo el valor de partir a Mokpo como lo había decidido previamente. En realidad, no tenía el valor de poner distancia entre ellos dos de ninguna forma. ¿Cómo podía hacerlo cuando Hyukjae estaba tan deshecho por su culpa? Verlo en aquel estado, crispado de los nervios, llorando a gritos, tan herido... Todo ello le hizo comprender la magnitud de sus errores, lo injusto que había sido con él, lo mucho que lo había lastimado.

Hyukjae había desestimado su confesión de amor, éste le había dicho que lo odiaba, se lo había gritado mientras lo golpeaba, le había recriminado cuánto había sufrido por su culpa, las lágrimas que había derramado por su causa. Hyukjae estaba muy devastado, y por eso Donghae no podía marcharse y desentenderse del daño que había provocado. Él sentía la férrea convicción de que debía quedarse allí, con Hyukjae, ya sea para recibir el desprecio de éste o para lo que sea que Hyukjae quisiera hacer con él. A eso se le llamaba ser responsable, al hecho de responder por lo que había hecho, y Donghae quería actuar así. Quería dejar de ser un cobarde inmaduro, dejar de desentenderse de sus errores, ya no más egoísmo ni reacciones precipitadas. Ahora sólo se trataba del bienestar de Hyukjae. Donghae quería estar allí para él y pagar por las equivocaciones cometidas. Por esa decisión que había tomado, Donghae permaneció en el hospital fuera de la habitación de Hyukjae, aunque ya no tuvo más oportunidades de verlo.

—¿Estás listo? —le preguntó Junsu sonriente cuando Hyukjae salió del baño. Éste asintió en silencio, tomando asiento en un extremo de la cama—. Cuando regresen Jaejoong y Yoochun podremos ir a casa. El doctor Kang ya me dio las instrucciones de tu medicación —le avisó mientras revisaba uno a uno los recetarios, para después guardarlos en el bolso—. Ya concretamos con Minji tu próxima consulta así que eso es todo por ahora.

—¿Te ayudo? —preguntó Hyukjae en voz baja, señalando el poco resto de ropa que quedaba sobre la cama.

—No, no te preocupes. Yo lo hago —le contestó Junsu, apresurándose a hacerlo él mismo—. Tú mejor ponte un abrigo, afuera está bastante helado y no quiero que te enfermes.

Hyukjae puso los ojos en blancos, sin embargo, obedeció.

—¿A dónde vamos a ir? —le preguntó luego, acomodándose un gorro de lana en la cabeza.

—A tu departamento —contestó, doblando la ropa.