La espera de Hyukjae [FINALIZADO]

Capítulo 4: de cómo comenzó todo

Estaban en la sala de espera de la oficina de presidencia. Por lo rápido que había sucedido todo, aun llevaban los atuendos con los que cantaron la canción de cierre del show.

El primero que fue llamado a dar explicaciones fue Leeteuk. Por más que él no fue el causante del incidente, recibió numerosas reprimendas. A los ojos del presidente Lee Sooman, era un líder incompetente que no podía controlar a sus dongsaengs.

El segundo fue Donghae. Ingresó llorando a mares y salió de la misma forma. Una y otra vez explicó lo sucedido ante el presidente, ya que éste no podía comprender el por qué de ese arranque de violencia en Donghae. Aunque ni siquiera el pez podía comprenderlo del todo, contó la situación tal como había sucedido. A pesar de que moría de temor por las represalias, aceptó la responsabilidad de la situación.

El manager fue el siguiente. Apagó el cigarrillo que fumaba y se apresuró en ingresar a la oficina. Su mirada era de miedo al cerrar la puerta. Hacía más de una hora que no salía de allí.

Donghae estaba arrepentido. Y lo peor de todo es que no dejaba de llorar. Observaba a Leeteuk caminando de un lado a otro nervioso, comiéndose las uñas; y a Eunhyuk sentado, pálido y rígido, con la mirada fija en la mesa ratón que tenía en frente. Parecía angustiado y agobiado. ¿Qué pensamientos estarían cruzando por su mente? Donghae quería saberlo... y no sólo eso. Quería hablarle y oírle responder. Quería abrazarlo, quería disculparse y escuchar las palabras "Te perdono" de sus gruesos labios. Quería volver el tiempo atrás, al momento en el cual se propuso alejarse totalmente de Eunhyuk, la peor decisión que tomó en su vida.

Se esforzó por dejar de llorar y lo logró. Secó su rostro con una de sus manos y temerosamente se sentó a su lado. ¿Cómo habían llegado hasta esas circunstancias? Lo único que tenía claro era que todo había sido su exclusiva culpa...

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Seis meses atrás...

Ese día había llegado a su habitación arrastrándose silenciosamente. Eunhyuk dormía de costado hacia la pared, dejando un espacio en su colchón que él se encargaría de llenar. Amortiguando una risa entre sus manos, se deslizó hábilmente entre las sábanas de su amigo y se recostó sonriendo de la felicidad. Había algo en esa cama que le hacía sentirse feliz. Para ese tiempo ya había compartido el colchón con la mayoría de sus compañeros de grupo, pero en ninguno de ellos encontró esa sensación de felicidad que lo embargaba cuando invadía la cama de su amigo Eunhyuk. ¿Qué rayos tenía que lo hacía sonreír de alegría? No lo sabía, sin embargo, eso no le preocupaba.

—Donghae, debes dejar de hacer eso —le ordenó una voz cuando se abrazó al cuerpo delgado de su amigo.