La espera de Hyukjae [FINALIZADO]

Capítulo 22: Jessica Jung

La vida era perfecta para Jessica Jung. Siendo la primera hija de un matrimonio con buen status económico, su infancia fue como un cuento de hadas.

Ella llegó al mundo con el futuro asegurado, y creció rodeada de la opulencia de su familia adinerada. Nunca tuvo que padecer hambre, o sufrir las carencias de la pobreza. Jessica desde su nacimiento lo tuvo todo a sus pies. Desde juguetes caros hasta las marcas más exclusivas de ropa, Jessica lo tenía todo con tan solo pedirlo. No existía la palabra "no" para sus deseos. Lo que quería, lo tenía, era así de simple.

En aquellos tiempos, sus padres estaban demasiado ocupados con el trabajo, y su hermana Krystal era menor que ella, por ello a Jessica nunca le pusieron límites. Entonces fue así cómo creció, formando una personalidad egoísta, individualista y egocéntrica; completamente sumergida en un mundo de fantasía, donde la riqueza y los lujos de la alta sociedad la rodeaban, impidiéndole ver más allá de sí misma. El sufrimiento de los demás nunca le importó. Mientras ella tuviera lo que deseaba, todo estaba bien.

Sin embargo, todos los objetos materiales a su disposición no significaban felicidad, Jessica lo supo desde que era niña, aunque de una manera inconsciente. Se sentía sola a menudo y anhelaba pasar un tiempo con la familia reunida, pero en vez de eso, sus días se traducían en soledad. Gran parte de su infancia la pasó con la compañía de las criadas mientras sus padres estaban enfrascados en el trabajo. Jessica se sintió carente de afecto, sin el amor de sus padres. Un vacío emocional se construyó en su corazón, un vacío que hizo mella en su mentalidad... Y entonces desarrolló el síndrome del príncipe azul.

Este síndrome se caracteriza por la idealización del hombre perfecto, el "príncipe azul" que tanto figura en los cuentos de princesas. Las personas que lo padecen idealizan un hombre sin fallas, un hombre que no tiene defectos. Hermoso, rico, inteligente, perfecto en pocas palabras. Y esperan la llegada del príncipe azul, para ser rescatadas de la monotonía de la vida, del vacío del corazón. Jessica desarrolló este síndrome en su infancia, pero nunca fue consciente de ello.

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Los años pasaron y Jessica creció. Al entrar a la adolescencia fue cuando sus deseos de ser cantante llegaron. Entonces audicionó para una importante agencia, SM Entertainment, e ingresó como aprendiz. Allí conoció a Lee Donghae, el único chico que robó su atención por completo y llenó sus expectativas de "príncipe azul", sus expectativas de hombre perfecto que tenía fijas en su mente.

—Oh, discúlpame, por favor —le dijo ese chico hermoso cuando tropezó con ella en el comedor esa tarde de verano.

Jessica hacía casi un año que había ingresado a la academia. Ella era poco sociable y distante con sus compañeros, pero aun así conocía a todos los aprendices. Debido a eso, se sorprendió al ver al chico desconocido, ese chico que portaba una belleza que le hacía suspirar.

—Soy un poco torpe y tropecé con mis cordones —agregó nervioso— . No fue mi intención derramarte mi bebida. Lo siento.