Capítulo 31: tiempo de partir

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Eran casi las siete de la mañana cuando Junsu despertó. Se encontraba recostado boca arriba, compartiendo la cama con su novio, un espacio frío y vacío de por medio. Yoochun estaba en el otro extremo acostado sobre un lado, dándole la espalda, dormido a juzgar por sus respiraciones lentas y armónicas. 

Junsu dejó escapar un suspiro que denotaba el pesar de su corazón. Su relación con su novio no estaba en los mejores momentos. Hacía más de una semana que estaban peleados, y la distancia no se había sentido tan dolorosa hasta aquella mañana. Los días en discordia los había soportado gracias a la fuerza de su orgullo, el cual fue ofendido al descubrir que Yoochun había complotado a sus espaldas. Pero después de lo que había ocurrido el día anterior, Junsu ya no tenía cara para mirar a Yoochun a los ojos y continuar en su papel de víctima. A pesar de que él mismo había impuesto la distancia días atrás, actualmente estaba arrepentido y completamente mortificado. 

Una parte de su mente le echaba la culpa a Donghae por ser el motivo de sus disputas con su pareja, porque Yoochun se había puesto del lado de éste y había actuado a sus espaldas sin remordimientos, lo que le había dolido y decepcionado bastante en su momento. La otra parte, la que estaba ganando fuerza, se culpaba así mismo por ser un cabezota y el único culpable de su situación actual. Junsu había ido contra todos con tal de alejar a Donghae de Hyukjae: había desestimado la opinión de los psiquiatras, la opinión de Jaejoong y había discutido como nunca antes lo había hecho con Yoochun. Todo con tal de mantener alejado a Donghae, lo cual solo había entorpecido las cosas porque al final él mismo pidió por éste cuando Hyuk volvió a decaer profundo. Y ahora se sentía como la peor persona del mundo por actuar tan obstinado, porque sentía que él mismo había contribuido a que Hyuk decayera. Además, prácticamente todos le gritaron a la cara que Donghae era importante en la recuperación de Hyuk, pero Junsu no quiso dar su brazo a torcer sino hasta que su amigo estaba nuevamente con ese aura autodestructivo. 

Junsu estaba avergonzado de su propio actuar. Él tan solo tenía buenas intenciones para con Hyukjae, a quien consideraba prácticamente como un hermano suyo. Pero al final de cuentas, en vez de ayudarle parecía que lo había perjudicado. Quizá el distanciamiento que tenía con su pareja era un castigo merecido.   

Mientras observaba la amplia espalda de Yoochun deseando solucionar las cosas entre ellos, Junsu se sintió con falta de valor. En verdad quería dar el primer paso y pedir perdón, pero al mismo tiempo, se le caía la cara de vergüenza por todo lo que había dicho y hecho. Ya no importaban los celos de Yoochun o el hecho de que éste actuó a sus espaldas, ahora simplemente quería reconciliarse con él, pero como el cobarde que era, Junsu decidió dejar pasar la oportunidad. Además, tenía algo importante que hacer. Ya había amanecido y debía corroborar cómo estaba Hyukjae. Desde que Minji le había dado la inyección, Hyukjae había caído rendido por horas. La última vez que lo había chequeado antes de irse a la cama, era alrededor de la media noche y su amigo todavía estaba profundamente dormido.

Con cuidado de no hacer ruido, Junsu levantó los cobertores y fue al baño a asearse. Cuando estuvo vestido y arreglado fue a la habitación de Hyukjae a comprobar su estado. Junsu hizo una mueca de disgusto cuando observó los labios resecos y agrietados de su amigo. Hyukjae no había bebido ni comido nada en todo el día anterior, y de seguro estaba deshidratado. 


—Hyuk —lo llamó con suavidad, sacudiéndole levemente el hombro—. Hyukjae, despierta. Ya has dormido suficiente, tienes que despertar y tomar algo.


Hyukjae apretó los ojos, estirando su cuerpo con pereza. Sus párpados se abrieron cansados unos instantes después, solo para caer con pesadez cuando logró adoptar una posición cómoda para seguir durmiendo.

La espera de Hyukjae [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora