Cinco Idiotas Y Yo [CIYY#1]

Cap. 8✔✔

Después de desayunar subo a mi habitación y me encierro.

¡Maldita sea! Como lo odio Ya quiero que se vaya, no puedo hacer nada, todo me da flojera y parezco una ballena por lo gorda que me veo en estos días, Además tengo unos cólicos horribles. ¡Ya debió irse! Si ayer fue el último maldito día.

—¿Akira?—dice entrando a mi habitación, volteo a verlo.

—¿Qué?—digo con la voz quebrada provocada por el dolor.

—¿Qué te pasa? Hasta mi habitación se oyen tus gritos maldiciendo a alguien—dice preocupado.

¿Pensé en voz alta? Maldición.

—¿Tienes problemas con alguien? ¿Quieres que le de una lección?—niego.

—Quiero que le hables a Adam—asiente pero no se mueve.—¡YA!—sale corriendo de mi habitación.

Se escucho un «¡ADAM!» En el pasillo de parte de Seth.

—¡QUÉ!—grita de vuelta.

Ruedo los ojos. Eso lo pude haber hecho yo.

—¡Akira te habla!

—¡Ya voy!—Seth entra de nuevo a mi habitación.

—Ya...

—Sí, ya escuche Seth—lo interrumpo, asiente y se sienta en mi cama, frunzo el ceño. Adam llega agitado.

—¿Qué pasa Akira?

—Seth, largo—señalo la puerta ganandome un ceño fruncido de su parte.

—No, yo quiero saber

—Seth...—dice Adam, pero Seth lo ignora.

—¿Por qué no quieren que me quede?

—Es algo entre Adam y yo—digo, Adam asiente dándome la razón.

—¡Pero yo quiero saber!

—Créeme Seth, no quieres saber, así que vete—el suspira resignado y camina hacia la puerta de mi habitación pero se detiene y se gira para verme.

—Yo también quiero saber...

—¡LARGO!—gritamos Adam y yo, Seth sale corriendo.

Adam cierra la puerta con seguro y voltea a verme.

—Ahora sí, ¿Qué pasa? ¿Estás bien?—me observa de pies a cabeza con las manos en las caderas y el rostro reflejando preocupación.

Niego varias veces mientras hago puchero.

—Muero Adam—me mira asustado.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Cólicos—logro decir entre mi dramatización, suelta un suspiro de alivio.

—¡Me asustas! ¿Quieres que te traiga unas pastillas?

—¡No! Sólo quería comentarte que me estoy muriendo de dolor—lloriqueo.

—Ya vengo— dice rodando los ojos mientras se dirige a la puerta.

Me acuesto de forma fetal, tal vez así se calme un poco el dolor.

En estos momentos es cuando más extraño a mi madre, siempre estaba para mí, me cuidaba y consentía.

¿Por qué te tardas Adam?

Escucho murmullos detrás de mi puerta.

—¿Qué haces aquí Seth?_esa es la voz de Brad.

—¡Shh! ¡Te va a escuchar, va a salir y me va a regañar!—susurra Seth, río bajo para que no me escuchen.