Fanática Sensual

Capítulo 39

Matt presionaba contra si a Kendraa, haciéndola sentir sobre su tracero su dura y palpitante erección, besaba su cuello y la abrazaba. Ella cerró sus ojos y se dejo llevar por el momento, Matt la giro para verle el rostro, en un movimiento rápido y decidido deshizo el moño que peinaba su castaña cabellera, dejando caer su sedoso cabello, desprendiendo un aroma a vainilla; Matt se enamoró por completo del olor, halò de un mechón de su cabellera bruscamente e hinalo el aroma profundamente, después la tomo por la nuca y la acercó a él para besarla sin control alguno, a Kendraa le sorprendió la brusquedad con la que lo hizo, pero no dijo nada pues en el fondo le encantó.
Con sus manos la presionaba a sí mismo, moldeando su figura, tocando todo su cuerpo, ella en cambio, le besaba el cuello, los labios el pecho. Finalmente la cargo y la llevo a su habitación.

-Kendraa, Nena me encanta tu cuerpo- Dijó Matt en su oído.

La recostó sobre la cama y tomó con ambas manos el vestido de ella de la parte del pecho; lo estiró y rompió en dos pedazos, Kendraa estaba bastante excitada como para reclamarle.

-Mi vestido- Exclamó quitándose de encima lo que quedó de este.

-Mañana te compro otro- Respondió el besandole los pechos.

Ella arqueo la espalda y el aprovechó para desabrocharle el sostén. Le besaba los senos y acarasiaba a su antojo, mordiendo leve sus pezones, provocando en Kendraa una agradable sensación, dejó de hacerlo para desvestirse, dejando ver a Kendraa su enorme erección, se dirigió hacia ella de rodillas, pero no a su rostro exactamente, si no a la parte más íntima que poseía, dejó ricos besos en esa zona, y con los dientes comenzó a extraer levemente sus pantis, subió un poco; a sus caderas, para comenzar a bajerselas, cuando logro quitarlas pie completo, subió a su zona íntima nuevamente y separó algo sus piernas para poder perderse en medio de estas.
Paso su lengua por sus paredes vaginales, introduciendola y retirandola de su zona repetidas veces, al igual que sus dedos, provocando en Kendraa la sensación de tener mil y un mariposas en el estómago, Matt no dejaba de complacerla y los gemidos de ella no tardaron en presentarce, comenzaba a hundir sus dedos en el obscuro cabello de Matt.

-Has... Has... Hasme tu tuya- Exclamó apenas audible.

Matt para finalizar lo que hacia, succionó levemente y retiro sus labios de la intimidad de Kendraa, pero acercó su miembro y comenzó a rozarcelo, para después introducirse en ella, provocando en ambos sentirse en el cielo. Los movimientos que Matt hacia eran cada vez más constantes y profundos, buscando el clímax para los dos, luego de unos momentos Matt se giró rápido pero sin salir de Kendraa, los movimientos que ella hacia eran más lentos pero se sentían de todas la maneras posibles, se detuvo luego de unos momentos para girarse, y con cuidado; introdujo el miembro de Matt dentro de ella, dejándole a la vista y el tacto su redondo trasero y pequeña cintura, inclinada hacia delante, con los pies al alcance de Matt y apoyándose con rodillas y manos comenzó a gacer movimientos profundos, provocando orgasmos a Matt.

-Eres mi tipo de noche favorita- Exclamó Matt con compañía de una nalgada.

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El despedir a Becky fue un momento muy duro para las cuatro chicas, aun no podían asimilar que tuviera que irse, ya en el aeropuerto y unos minutos antes de que el avión despegace Kennedid le entregó a cada una una pulsera de plata con cinco dijes; un corazón, una zapatilla, un dólar, un bolso y un infinito, estos bañados en oro, cara dije representaba un poco a cada una, y el infinito representaba su amistad.

Con lágrimas en los ojos, palabras dulces y muchos abrazos se despidieron, no sin antes prometer hablar a diario y asistir a su boda.

Lannie miraba por una de las ventanas del aeropuerto como despegaba el avión, las lagrimas no dejaban de bajar; susurro un Adiós y cerró los ojos recordando los mejores momentos que habían vivido todas juntas.