Epílogo

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Matt y Kendraa estaban sentados sobre la cama que estaba en el cuarto del hotel en el cual se ospedarian durante su estancia en Londres, hotel perteneciente a Josef, Becky y Lannie.
El Penthouse era increíblemente lujoso y cómodo para ellos dos.

Matt miró de reojo a Kendraa; que quitaba un collar de perlas de su cuello y lo colocaba dentro de un estuche y guardaba en su bolso, se puso de pie y se dirigió a su lado, metió sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir, ella alzó la vista y se perdió en sus ojos, cosa que pasaba cada vez que lo miraba.

-Kendraa, creo que reservaré una habitación para descansar un poco, y para que estés cómoda, necesito dormir- Dijó Matt mirando la hora en su reloj.

Kendraa parpadeo un par de veces y suspiro. Se puso de pie y quedaron frente a frente.
-Matt, sabes que no es necesario que te vallas de esta habitación, Becky siempre que venimos a Londres nos la reserva a ambos, podemos dormir en la misma cama- Exclamó Kendraa sin dejar de mirarlo.

-De verdad veo necesario irme a otra habitación, en realidad no importa que sea menos lujosa, sólo quiero descansar y mañana vamos a almorzar a ese Restaurant italiano que tanto te gusta- Dijó Matt, tomó la barbilla de Kendraa y depósito un suave beso en su mejilla.

Ella rápidamente halò de su brazo.

-Matt...- Se quedaron mirando a los ojos, después el bajo la mirada a su brazo y ella rápidamente lo soltó.
-Porfavor quedate conmigo- Agregó.

El la tomo por la cintura.
-Kendraa, me resulta imposible estar a solas en la misma habitación que tu y no poder hacerte mía- Respondió Matt muy serca de sus labios y casi en un susurro.

Kendraa sonrio y tiro de sus labios. -¿Que pasa si te digo que quiero que lo hagas?- Preguntó con un destello de lujuria en sus labios.

Matt se abalanzó sobre ella hasta quedar acostados sobre la cama el arriba, comenzó a hacer un camino de besos desde sus labios hasta sus pechos. Poco a poco comenzó a quitar el vestido que llevaba puesto hasta arrojarlo al suelo y dejarla sólo en la lencería que llevaba puesta, ella por su parte, comenzó a desabotonar la camisa de el, al punto de quitarla, el se quitó su pantalón de vestir y quedó solo en boxers.
A Kendraa le encantaba la manera en que tenía marcados los bíceps y abdomen, el estar en la militar lo habían dejado hecho un tronco, un cuerpo muy musculoso; que parecía haber sido esculpido por los mismos Dioses, pero no era más que el esfuerzo de muchísimas horas en de entrenamiento y una dura disciplina.

El retiro la lencería que llevaba puesta, después quitó sus Boxers, dejándolos completamente desnudos, la manera en la que más disfrutaban estar, el colocó su miembro en la intimidad de Kendraa, y en un movimiento algo rápido se adentró en ella; Kendraa arqueo su espalda y sintió como se formaba una gran onda de satisfacción en su interior, Matt en cambio sintió un hueco en el estómago que poco a poco se hiba llenando de adrenalina y excitación.
Los movimientos que hacia eran decididos y deliciosos, la manera en la que a ambos les gustaba, Kendraa en cuanto tuvo oportunidad hizo que se intercambiasen los papeles, y ser ella quien tomase el control de la situación, moviendo sus caderas de arriba a abajo, de un lado a otro, generando una ola de placer por parte de ambos...

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