CAPÍTULO LXV: Farewell

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Yong Hwa camina hasta la parte trasera del lugar, junto a Maichiru que intentaba seguir los largos pasos masculinos. Un lugar apartado, tranquilo y con menos bullicio, privacidad al fin. El oriental se detiene de golpe precipitándose la joven en sus descoordinados pasos, dejando caer el ramo de flores frente a Yong Hwa que lo observa con indignación.

--¿Hace cuánto que están juntos?—soltando el brazo de la joven.

--¿Qué?—intenta despabilar, recogiendo el ramo.

--¡¿Hace cuánto que están juntos?!—alza la voz Yong Hwa.

Maichiru lo observa confundida.

--Con Takeshi—emite entre dientes.

--Somos amigos, hace ¿cuatro años?

Yong Hwa guarda silencio, muerde sus labios, intentando recuperar la cordura.

--Creo que está demás decirte el porqué de mi actitud.—la mira con seriedad.

--Adivina no soy, además tengo que aclarar este asunto con Takeshi.—girándose para regresar.

--¡¿A dónde vas?!—reteniéndola.—No regresarás con él—emite decidido.

--¿Por qué no?—lo mira con molestia.

--Porque...—perdiéndose en la mirada rasgada.

--Hace mucho tiempo que dejamos de ser una pareja, por lo menos así lo entendí, no tenemos nada ahora.—intentando zafarse del brazo del oriental.

--Tú no lo entiendes.

--¿Qué no entiendo? ¿Qué me abandonaste?—emite con frialdad.

--Que aún te quiero, desde el primer día, te sigo queriendo desde ese bendito primer día, no he podido olvidarte durante todo este tiempo---lo dice al fin.

Maichiru abre ampliamente su rasgada mirada intentando procesar las palabras recién emitidas de los gruesos labios masculinos. Buscando a tientas con su mano, haya una baranda de una pileta, sentándose al haber perdido la dimensión en la que estaba. Los dichos de Takeshi, y ahora los de Yong Hwa, la tenían en una confusión total, las cosas no tenían que haber tomado este rumbo, ¿Cómo tendría que reaccionar?.

--Yo...

--¡¡Cállate!!—grita Maichiru, reaccionando al fin.

--Mai

--¡No eres más que un cobarde! ¡¿Cómo se te ocurre decirme tal cosa?!—se pone de pie desafiante.

--¡Pero es lo que siento!—exclama.

--¡¿Y tú crees que aceptare esto así como si nada?! ¡¿Te has dado cuenta que algunas cosas aún están pendientes?!—increpa.

--Sé que te debo una explicación, estoy dispuesto...

--¿Dispuesto a qué?—emite desafiante.—Te estás tomando derechos que no te corresponden, porque nosotros no somos nada, nada—enfatiza.

--No podía permitir que te alejaran de mí.

--¿Te estás escuchando?—sonríe con ironía--¿Quién fue el que desapareció?

--¡Lo sé! Pero...--alborota su cabellera con desenfreno.

--Eres un cobarde, no quiero tenerte cerca—tomando el ramo de flores y dejándolo solo, sin darle oportunidad a detenerla.

La vió caminar de regreso, ningún momento de duda ni siquiera se giró a mirarlo, camino hasta volver a la fiesta mientras él, se reprochaba por su precipitado actuar. Se sentó sobre la baranda, desabotonó su camisa y soltó la corbata que estrechaba su cuello, --He sido un idiota—pensó en voz alta observando el frío suelo que pisaban sus zapatos. Alzó la mirada, ahora Maichiru estaba cabizbaja frente a Takeshi, su corazón se comprimió al ver tal escena, ella lloraba frente al guitarrista que la escuchaba con atención. Era obvio que había una relación bastante estrecha entre los dos, ahora era él el hombro de su Maichiru, ¿Por qué tenía que seguir sintiéndose así?, pateó un par de piedras que estaban en el césped húmedo, quería arreglar el caos que tenía en su mente y en su corazón, pero al haber actuado tan precipitadamente había usado todas las cartas que tenía bajo la manga, definitivamente haber perdido los estribos ante aquella intima escena, lo había perjudicado gravemente.

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