CAPÍTULO XXIX: Sinceridad

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                 Comenzaba otro día en la ciudad Seúl, aunque su amanecer era diferente ya que no estaba en su plácida cama, sino más bien en un incómodo y ajeno sillón, y con una compañía peluda que exigía a todo pulmón su leche. - ¡Lo siento! – exclama Yong Hwa que se pone de pie rápidamente. Lo poco que durmió, fue lo suficientemente profundo como para seguir de largo y no despertar a las tres horas, pero al parecer los felinos también. 

En cualquier momento debería entregar el turno, es decir llegaría su compañero de agencia a reemplazarlo. ¿Quería irse?, la verdad es que no, el haber cruzado más de una palabra con ella, eran un paso adelante y no como estaban el último tiempo. Intentando despejar su mente, llega hasta la sala principal para atender a los pequeños felinos, que al verlo, alegan a todo pulmón su desayuno. 

-          ¿Puedes abrir? – grita desde el segundo piso la joven.

-          Ok – responde Yong Hwa al oír nuevamente el timbre.

Siempre le encandilaba la sonrisa del vocalista de FT Island, y al parecer Hong Ki era conocedor de su virtud. Colocándose las zapatillas de descanso ingresa corriendo a ver a los pequeños felinos que yacían durmiendo plácidamente, suavemente los acariciaba y recibía pequeños quejidos que enamoraban más al integrante de FT Island ante el silencio de Yong Hwa. 

-          ¿Y cómo les fue anoche? ¿Se reconciliaron? – pregunta Hong Ki sin apartar la vista de los felinos.

-          ¿Reconciliar? – enarcaba una ceja Yong Hwa – Aquí no hay ninguna pareja –

-          Tan testarudo, no imagine que lo eras tanto –

-          Mira quién habla – murmura el líder de CNBlue.

-          Debes aprovechar la oportunidad que te he dado – cubriendo a los felinos.

-          No sé de qué me hablas – agrega el líder.

No era el momento ni el lugar para entrar en discusión con su compañero de agencia. Aunque, hallaría la forma de esconder las ganas de cachetearlos por la tremenda oportunidad que se ha perdido. Poniéndose de pie espera en la ventana a su amiga, no tenía mucho qué decir a Yong Hwa, ya que notaba la incomodidad de este. - ¡Al fin baja la bella durmiente! – se acerca hasta su amiga, abrazándola estrechamente ante la molestia del líder de CNBlue. 

-          ¿Qué tal la noche? – haciendo un leve movimiento de cejas Hong Ki.

-          Tranquilo – haciéndose la desentendida – Los bebés durmieron y se alimentaron bien –

-          ¿Eso no más? – emitía decepcionado.

-          ¿Tenía que pasar algo más? –

-          ¡Mai! – estrechándola nuevamente.

-          Hong Ki… -

Definitivamente la estaba abrazando más de lo acostumbrado, y lo hacía con toda la intención, ¿Por qué?, porque lo estaba castigando, estaba decidido y no va a parar hasta que las cosas cambien entre estos dos, ya que le estaban dando más de un dolor de cabeza. – Yong Hwa, puedes tomarte el día, pero no debes olvidar volver esta noche – agregaba Hong Ki sentándose frente a él, mientras su amiga se iba a la cocina a limpiar los biberones de los pequeños, aún se asfixiaba estar cerca de Yong Hwa, y más con ese sueño extraño que tuvo la última noche. 

Por fin podía inhalar el aire puro de la fresca mañana que lo acontecía. Desactiva la alarma de su auto, y se acomoda en el asiento del piloto. Apoyando su cabeza en el respaldar se deja llevar por unos escasos segundos por la brisa y los pequeños rayos de sol que se filtran por el árbol que le daba sombra - ¿Qué debo hacer?-, la pregunta que lo agobiaba últimamente, un día extraño con una noche extraña y ahora todo volvía a ser como antes, mínimas palabras cruza con la joven y la cercanía que tenía con Hong Ki, le molestaba cada vez más - ¿Debo dejarlos solos? ¿Por qué me estoy preocupando? – sin pensarlo dos veces, enciende su auto y coloca su pie en el acelerador para salir de allí, no hay nada más qué hacer. 

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