CAPÍTULO LXVII: Blue

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Sus manos temblorosas digitaban el número de Yong Hwa en la pantalla de su celular, esta vez la llamada no entraba, no había caso. Miraba una vez más el televisor frente a ella e intentaba convencerse de lo contrario, pero era imposible. ¿Podría ser posible que estuviera involucrado en el accidente?.

Las voces lejanas en la televisión parloteaban, cuando toda su concentración quedo puesta en aquellas declaraciones descriptivas del accidente mientras los timbrazos seguían haciendo eco cerca de su oído. Seis vehículos se vieron involucrados en el aparatoso suceso. Un hombre, del cual desconocían la edad hasta el momento, había tenido una baja en glicemia y había quedado en estado inconsciente. El vehículo perteneciente a aquel hombre había dado un giro en dirección contraria logrando golpear con fuerza aquella división de las dos grandes pistas. La barrera, estando fuera de lugar luego del terrible golpe, ocasionó que un camión de carga pesada impactará de manera escandalosa, debido a la velocidad en la que se encontraba manejando el conductor mientras que cuatro vehículos, ajenos al desastre y quienes no tuvieron tiempo de reaccionar, quedaron estancados bajo el camión al estrellarse fuertemente contra éste. Por la fuerza de los impactos, los vehículos se fueron arrastrando hasta casi la orilla del puente, dejando al auto causante del accidente entre la barra y el camión de carga. Dos vehículos más, dieron impacto de frente, quedando de manera irrecuperable. Mientras que aquel auto, ese donde conducía Yong Hwa, dio un giro inexplicable. La cabina había logrado impactar el suelo y quedar aplastada.

Las bocinas de los bomberos y de las ambulancias, en conjunto con la policía, embargaban el lugar del accidente. Cercaron rápidamente el perímetro y con mucha delicadeza apartaron el camión de la orilla del puente, para así liberar a los ocupantes. Otro grupo de paramédicos y bomberos, se acercaron al vehículo de Yong Hwa, el cual seguía inconsciente.

--¿Es el líder de CNBlue?—pregunta un paramédico al reconocerlo.

--¿Está consciente? ¿Está respirando?—interrumpe otro.

--Tiene pulso débil y respirando con dificultad.

--A la cuenta de tres lo sacamos.

Los paramédicos, lo ubicaron en una camilla, inmovilizaron su cuerpo, cabeza y cuello. Comenzaron a revisar sus signos vitales, seguía inconsciente, mientras una herida hemorrágica en su cabeza teñía su cabellera castaña, el airbag logró evitar el impacto en su tórax, pero al caer techo abajo el vehículo, fue inevitable el trauma en su cabeza. Corrieron con él hasta una ambulancia, pero al subirlo se percataron de otra herida.

--¡¡Un metal ha atravesado su pierna derecha!!—grita uno de los bomberos.

Rápidamente lo suben y buscan la herida para retener la hemorragia.

--Lo estamos perdiendo, no hay pulso.

--¡¡Oxigeno!! ¡¡RCP!!—grita el paramédico.

El accidente automovilístico, lo estaban cubriendo todos los canales nacionales en la televisión. Maichiru posa su celular en el escritorio, no tenía caso seguir intentándolo. Tomó asiento, y miró fijamente el televisor, ya no escuchaba lo que hablaba el periodista, solamente veía las imágenes en vivo del accidente, el cual estaba rodeado de paramédicos, bomberos y policías, una confusión total. Cubrió sus ojos con sus manos y comenzó a llorar, en el corazón sentía un vacío, esa sensación de que lo oprimen y le quitan hasta la última gota de aquel fluido carmesí, ¿Podría estar ahí? ¿Por qué no contesta el teléfono?. Intentó reincorporarse a la soledad de su oficina, agito su cabeza y tomó su abrigo, tendría que averiguarlo, había una posibilidad que simplemente el celular se haya quedado sin batería, pero... ¿No está conectado al vehículo el aparato móvil? ¿Se quedó sin batería el automóvil? ¿Entonces qué fue ese estruendo que escuchó antes de cortarse la llamada?. No podía evitar hacerse tantas preguntas, un mal presentimiento estaba agobiando su corazón, le impedía respirar con profundidad. De alguna manera quería creer que estaba bien, y solo se cortó la comunicación, pero aquel presentimiento le estaba diciendo lo contrario.

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