CAPÍTULO XXV: Mujer

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                 Lentamente se aleja de la puerta principal de la oficina mirando sorprendida a la que hace unos minutos se proclamaba como su verdadera madre - ¿Qué está queriendo decir?- su mente intentaba anticiparse ante la desconocida mente de la mujer que tenía frente a sus ojos, que ahora finalmente había mostrado su verdadera cara después de tantos años. Viéndola caminar hasta el asiento del escritorio sobre esos zapatos altos negro, se sienta cruzando sus delgadas piernas y sacando una carpeta para dejarla sobre el escritorio caoba, e indicándole una página, la invita a acercarse con un movimiento de dedos.

 La joven toma el papel entre sus pálidas manos y ve su firma en él, el contrato estaba intacto sin un rasguño para su desgracia y sin poder emitir palabra alguna la mira exaltada. 

-          Yo te dí una falsificación del contrato, obviamente no podía confiar en una joven inmadura como tú – decía quitándole la carpeta de las manos – Ahora tú seguirás mis indicaciones –

-          Tú realmente eres una… -

-          Ahórrate tus palabras niña malcriada, que yo no estoy para juegos – decía encendiendo un delgado cigarrillo – Si lo hice esa vez, ¿Por qué no puedo hacerlo ahora? –

-          ¿Qué? –

-          Hice algo muy similar con Jong Hyun, y con Yong Hwa solamente quería saber qué ocurría, y mira los resultados ¿No son esplendidos? –

-          Tú estás loca… - balbuceaba.

-          Solamente obtengo lo que quiero, y en estos momentos tú eres un instrumento más para ganar dinero –

-          ¡Jamás te daré el gusto maldita…! – mordía sus labios golpeando sus palmas sobre el escritorio.

-          CNBlue sufrirá las consecuencias si decides abandonar, ¿Está claro? –

-          ¡Jamás! ¡Hablaré con mi padre sobre esto!-

-          Ni siquiera lo intentes, porque él también puede salir perjudicado y perder la tienda – sonreía irónicamente ante la mirada desafiante de la joven. 

Ahora si todo lo que había planeado para deshacerse de todo lo que se estaba tejiendo ante sus ojos se había ido al verdadero carajo. -¿Qué mierda debo hacer?- Se cuestionaba la joven de ascendencia japonesa que estaba a punto de perder los estribos que tanto intentaba contener, intentaba refutarle a aquella desconocida, pero le era más difícil si la tenía bajo esas “sutiles” amenazas, algo se le tenía que ocurrir. 

-          Yo no tengo nada contra ti, es verdad que tal vez hice algunas cosas para que no tuvieras todo al alcance de tu mano, pero solamente era por tu bien – la miraba indiferente.

-          ¿Qué te hice? – bufaba la joven.

-          Parecerte a tu madre, eres igual a ella –

-          Eres una… -

-          Lo sé, por eso a veces algo algunas cosas pare remediarlas… aunque no lo creas, tengo un afecto por ti –

-          Tú no sientes nada por nadie, menos por mi padre –

-          Eso no lo discutiré contigo – decía poniéndose de pie - ¡Ah! Lo olvidaba puedes tomarte un receso, Shinen me comentó que no lo estabas pasando muy bien, así que no dudes en tomarlo –

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