CAPÍTULO XXVI: Lee Hong Ki

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                Con su corazón resignado camina por los pasillos con la guitarra a su espalda. Sus pasos lentos pero seguros, le daban la conformidad que necesitaba, ver en la mujer en la que realmente se había convertido su exnovia era, gratificante. Definitivamente ya no estaba aquella niña que hasta hace un par de días atrás había visto, y el principal culpable de aquella transformación era su buen amigo Yong Hwa, ¿Cómo lo debía tomar?, realmente no lo sabía, lo único que tenía muy claro, es que era un buen tipo y tal vez el único merecedor del corazón de su primer amor. Con el corazón aún adolorido, abre la puerta de la sala de ensayo con seguridad, encontrándose a Yong Hwa con los audífonos puestos muy concentrado. Con cautela, deja la guitarra a lado de su favorita y acomodando los audífonos en su cabeza toma la suya para sostenerla en sus piernas. 

-          ¿Los muchachos? – pregunta al ver que deja caer los audífonos su compañero.

-          Fueron a buscar algo para almorzar – emitía cortante.

-          Ya veo, iré a ayudarlos –

-          Espera… ¿Esa guitarra es de ella? – posando su mirada en la guitarra.

-          Eh… ¿Cómo lo sabes? – emitía sorprendido.

-          Es una de las inseparables – emitía con raspedad en sus palabras.

Por su cabeza se cruzó la brillante idea de mentir, pero ¿Qué sacaba con eso?, la joven fue lo suficiente sincera con él al extremo de pedirle disculpas, no podía contaminarla con una mentira. Dejando la suya a un lado, toma la guitarra y la saca de su bolso, mostrándose finalmente que era la irreconocible de Maichiru Shinen. 

-          Sí, me la devolvió – emitía con resignación.

-          ¿Pelearon? – decía irónico.

-          Hey!, ¿No crees que ya es suficiente seguir actuando de esa forma?- bufaba con molestia.

-          Olvide que eres su abogado–

-          Realmente eres un idiota, ella muere por ti y tú despreciándola como un estúpido – poniéndose de pie.

-          Claro como si fuera tan fácil – murmuraba Yong Hwa.

-          Cobarde, eso es lo que eres –

-          ¡Tú no me llames así! – emitía exaltado.

-          Si no quieres que te llame así, juégatela por ella grandísimo idiota – zafándose de las manos empuñadas de su chaqueta.

-          ¿No te la ibas a jugar por ella?-

-          Sabes qué, me hartaste – tomando ambas guitarras – Eres un grandísimo imbécil – golpeando con fiereza la puerta.

Ahora si había quedado literalmente con la boca abierta, nunca había visto una actitud tan desafiante pero al mismo tiempo resignada de parte del guitarrista de CNBlue y de alguna forma se sentía como un idiota con la respuesta que tuvo de Jong Hyun, ya que esperaba cualquier cosa menos aquella. 

Sin más qué hacer apaga las luces de la sala de ensayo, decide tomarse la tarde, llevaban muchos días trabajando sin un merecido descanso, así que una tarde, no les haría mal a ninguno de los afamados integrantes. Caminando distraído decide comprar una gaseosa de la maquina dispensadora del tercer piso, le haría una buena compañía a una caminata de incognito por las calles de Seúl. Tomando la helada bebida entre sus manos, al girarse casi pierde el alma al ver Hong Ki prácticamente pegado a su espalda. 

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