CAPÍTULO XXII: Última oportunidad

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                Era lo único que le faltaba, ¿Declararle la guerra en el amor?, realmente no estaba para ese tipo de juegos, menos con personas que las consideraba como las peores. Acomodando su chaqueta se da media vuelta, -¿Qué le pasa?-, ya era demasiado tarde como para plantearse estar con aquella joven, menos ahora que sabe que el individuo del cual Mai evitaba hablar era el mismísimo Jong Hyun - ¿Debería creer lo que me decía y lo que ví? – su confusión estaba en el límite, no podía llegar y creer de la nada la fantástica versión de su compañero en la guitarra, pero de alguna forma coincidía con la forma en la cual siempre se expresaba su extraña amiga de su propia madre - ¿Qué debo pensar? – pensaba mientras caminaba hacia su auto. Dejando a un costado su guitarra apoya su cabeza en el respaldar del asiento del copiloto. Sabía que las cosas no iban a mejorar de la noche a la mañana con Jong Hyun, pero ¿Cuánto iba seguir esta tensión? Y ahora con esa declaración de guerra – Itch! – revolvía su cabellera castaña, quería que las cosas cambiaran pero… aún dolía demasiado como para hacer un borrón y cuenta nueva, recordaba lo decidido que estaba en confesarse pero ahora, ni siquiera estaba seguro que haría mañana – No puedo seguir así – concluía sin esperanza.

Conduciendo por las calles de Seúl, se detiene en la luz roja de la calle principal. Apoyando su mano en el manubrio su mirada queda prendada de una silueta femenina familiar - ¿Mai? -, la mismísima que asalta sus pensamientos, cruzaba por la calle descuidadamente sin siquiera prestar atención que el tiempo se agotaba para la luz verde. Viendo que aún le faltaba, los autos comienzan adelantarse, y en un segundo de reflejo le toca la bocina, sobresaltándola y cruzando ésta, rápidamente. Retomando el rumbo lentamente, la observa por última vez, definitivamente las cosas habían cambiado.

        -          ¡Mujer loca! ¿Cómo se te ocurre no prestar atención al semáforo? – la remecía Ryun Jin.

-          Da lo mismo – zafándose de las manos de su amigo.

-          No entraré en discusión, pero ten presente que el día que ya no estés, seremos varios los afectados – abrazándola.

Ryun Jin no podía evitar la preocupación, si bien estaba al cuidado de su primo en la agencia, no podía estar totalmente tranquilo y más cuando hasta su papá quería saber cada paso que daba por la evidente tristeza de la fémina. Invitándola a un sabroso capuccino, la observa en silencio, su amiga no tenía intención de iniciar la conversación, menos articular alguna palabra en los labios carnosos que volvían loco al líder de CNblue. Tomando un sorbo de su café, toma la pequeña mano de su amiga, captando la atención de ésta.

        -          Me dirás ahora qué está pasando por tu cabeza – emitía sonriente.

-          No pasa nada – decía con un leve puchero.

-          Desde aquel incidente que estás así… - añadía Ryun Jin.

-          Por favor tú también… - emitía irritada

-          Acéptalo, sientes algo por Yong Hwa – enfatizaba el joven.

-          Es una pelea de amigos solamente, ¿no recuerdas cómo me ponía cuando peleábamos?, pues es lo mismo – tomando un sorbo de su capuchino.

-          Es diferente, esto te está afectando más de lo que piensas – insistía.

-          Mira si es para que hablemos de mis supuestos sentimientos, es mejor que dejemos la conversación hasta aquí- tomando su bolsa.

-          Hey! – sentándola en la silla – Mi Mai, has cerrado tu corazón desde que estuviste con Jong Hyun, pero sin darte cuenta se lo abriste a Yong Hwa, y ahora no eres capaz de reconocerlo, acéptalo, es la única forma que vuelvas a ser la de siempre –

HEY YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora