HEY YOU

CAPÍTULO XXIV: Love is...

                 Su mirada rastada pareció cristalizarse al inundarse de dolorosas lágrimas, ante las últimas palabras del líder de CNBlue. El sonido de sus palabras no fluían de sus cuerdas vocales al tratar de refutarle, la sinapsis de su cerebro no llegaban hasta sus músculos para brindar un cuerdo movimiento, simplemente estaba estupefacta. Alzando la mirada, se encuentra con la dolida de Yong Hwa, fue en el único momento donde al fin podía volver a encontrarse con aquellos ojos bondadosos pero el dolor, era ahora uno de sus acompañantes. Sus pensamientos estaban demasiado acalorados como para coordinar alguna solución —- Me gustas...— musitaba mientras recordaba las palabras de Hong Ki —-"Ésta enamorado de ti..."— la bomba de sus emociones había explotado.

 ¿Qué debería decir? ¿Cómo debería actuar? ¿Debería hacer oídos sordos?, eran preguntas que atormentaban al líder de CNBlue. Tenerla, después de tanto tiempo cerca y a solas, no le estaban haciendo bien a su corazón. Aún hacía eco en su cabeza la confesión de la chica que le había robado el alma, pero que ahora por desfortuna y juegos crueles de la vida, hacían más doler a su ya roto corazón. Quería estrecharla, oler el perfume de su cabello, sentir aquel cuerpo delgado y pequeño junto al de él, como si se tratara de una droga, para poder sentir al fin su alma en calma pero su cabeza estaba haciendo lo suyo, y su orgullo estaba construyendo la barrera ante la atolondrada joven, que finalmente reconoció sus sentimientos. 

—¡¿Por qué?!-— grita desesperada.

—¡Porque eres la exnovia del que alguna vez consideré mi mejor amigo! ¡¿No lo entiendes acaso?!-— grita exaltado Yong Hwa.

—¡Eso ocurrió hace mucho tiempo! ¡No tengo ninguna relación con él!-—

—Lo siento, entre nosotros no puede existir nada-— posando su mirada en la exaltada de Maichiru.

¿Qué podía hacer? ¿Decirle que quiere ser su novia?, no era exactamente lo que había pensado, en realidad, jamás pensó en confesarse y menos ser su novia, ya que sabe muy bien que hay algunas cosas que son imposibles. ¿Pero por qué dolía de esa manera?, sentía un literal desgarro en su pecho con cada lágrima que sentía correr por sus acaloradas mejillas. No se podía mentir más, lo que estaba sintiendo era de verdad y para su desgracia, era más de lo que había imaginado. Poniéndose de pie, camina hasta la puerta, no sabía ni cómo había coordinado sus pasos hasta allí —-Adiós-— fue lo único que pudo balbucear mientras abría la puerta para desaparecer ante la vista del líder de CNBlue.

Tampoco él se iba a mentir, dolía más y de la peor manera, sintiendo ahora que su corazón no iba a soportar aquel dolor —¿Por qué tuvo que ser así?-— pensaba en voz alta —¡¿POR QUÉ?!-— sintiéndose un golpe seco en la pared, ¿Cómo ahora podía pretender que no existe?, simplemente la situación lo estaba volviendo loco, cuando había decidido dejarla en su pasado, renace entre las cenizas ante sus ojos, confirmándole una vez más que su corazón no iba darle tregua.  

Buscando su automóvil en el estacionamiento, había perdido la noción del tiempo y del espacio. Aún veía el rostro de la fémina cuando se le confesaba —¿Por qué ahora?— se lamentaba una vez más. Sabía muy bien que su actitud era la errada, fue Min Hyuk quién lo hizo ver, pero ¿Cómo podía pretender qué nada había ocurrido?, no era rencor, era dolor por haberse dado cuenta que estaba más que enamorado de aquella gruñona joven. Su corazón sentía la traición, tal vez ahora más de Jong Hyun que de la propia Maichiru dado los acontecimientos, pero aún seguía el dolor, se seguía agudizando y ahora peor, porque sus sentimientos seguían creciendo hacia ella, -Me volveré loco — balbuceaba acomodándose en el asiento del volante, no sabía qué hacer, ¿Cómo debería actuar ahora?, ahora Min Hyuk tendría más razones para reprochar su comportamiento, pero no podía negar lo que sentía, no podía negar el dolor pero tampoco podía negar que ahora esto es amor.