CAPÍTULO XXXVIII: Obstáculos

353 27 3
                                    

                 Estaba paralizado ante la escena que tenía frente a sus ojos, remecía a Jong Hyun que seguía inconsciente en el suelo frío del estacionamiento, asustado presta atención a los desconocidos que seguían también inconscientes, - ¿Qué pasó?-, con su mano temblorosa toma su celular y disca el número de Min Hyuk, sin poder coordinar las ideas en su cabeza logra comunicarse con su amigo. Aún confundido remece una vez más al guitarrista que esta vez logra emitir un quejido, ayudándolo a reincorporarse, lo apoya contra la pared y ve una hilera de sangre correr desde la frente, aún intentando recobrar la consciencia. 

-          ¡Hombre! – exclama Yong Hwa - ¿Qué diantres pasó? –

-          Yo… - apoyando su mano en su frente.

-          ¡Dime! – grita alterado - ¿Te das cuenta que estás en un problema? –

-          Lo siento – balbuceó aún aturdido.

No tenían tiempo, había que actuar con prisa y saber exactamente lo que estaba ocurriendo allí. Sin pensarlo dos veces, y a pocos metros pudo visualizar su automóvil, rodea con el brazo de Jong Hyun su cuello para así sostenerlo y llevarlo hasta los asientos traseros de su auto. Viendo que su amigo aún no estaba completamente consciente, lo acomoda, lo remece una vez más obteniendo la mirada perdida de su amigo – Hey! ¡Jong Hyun!- lo remecía una vez más hasta obtener la completa atención del joven. Quedando tranquilo, se adelanta hasta los desconocidos, encontrándose con el resto de CNBlue que lo observaban preocupados. La tenue luz del estacionamiento, y el olor característico de bencina que rodeaba el lugar entregaban la ambigüedad de lo que estaba sucediendo, decididos, toman a los tres hombres que por su apariencia podían deducir que no eran maleantes profesionales, pero - ¿Quiénes eran?-. Estando al tanto el manager, los espera en una pequeña habitación apartada del estacionamiento, no era la primera vez que se infiltraban personas al edificio, siendo la administración muy precavida para estas impredecibles situaciones. 

La habitación, con sus paredes pintadas grisáceas y un foco de luz que colgaba desde el techo alumbraba a los tres hombres que estaban sentados en descascaradas sillas, adoloridos y con sus manos esposados a la espalda, cobrando consciencia de a poco. De mediana estatura, uno de ellos con bigotes, mientras el otro destacaba su aliento nicotínico y el que ya estaba despierto por su calvicie, observaban inquietos el lugar, a la espera del interrogatorio. 

El manager revisaba los objetos hallados en el ropaje de los individuos, dejando a un lado los avanzados celulares, desparramaba con fiereza el resto de cosas sobre la mesa caoba buscando alguna prueba más que los incriminará. De pronto, entre sus dedos toma una pequeña cámara que se podía esconder perfectamente en las mangas de las vestimentas. No había duda, eran periodistas, bueno, si se les podía llamar así sin insultar a la profesión. 

Girándose ante los hombres, sonríe victorioso, y apoyando su pie en una de las sillas vacías, los mira con intimidación. 

-          ¿Qué estaban buscando los imbéciles? – increpa ansioso.

-          ¿Quieres saberlo? – responde el de bigote con ironía.

Yong Hwa observa con indignación, no acostumbrado a ese tipo de metodología sale a tomar un respiro. Aún estaba paralizado por el miedo de la situación y con el proceder del mánayer lo asustaba más, parecía una escena salida de una película de mafiosos. La tensión se comenzó a concentrar en su estómago, hasta que la voz de Jung Shin lo vuelve a la realidad,  -¿Cómo está?-, pregunta, observando al guitarrista que caminaba con dificultad mientras lo ayudaba Min Hyuk. Su estado era deprimente, la polera blanca estaba rasgada, manchada de sangre y suciedad, mientras su piel pálida estaba cubierta de signos de lucha y su rostro hinchado por los golpes, no podía evitar la sorpresa, sabía muy bien cómo Jong Hyun podía salir ileso de una pelea, pero ¿Por qué esta vez ha sido distinto?, tenía tantas preguntas que lo estaban acosando, pero lo importante ahora era saber qué estaban haciendo esos hombres ahí. 

HEY YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora