CAPÍTULO LXVIII: Tiempo

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La joven observaba el rostro apacible, ahora mayormente vendado del líder de CNBlue. Aquella mirada tan familiar, ahora parecía que estuviera posada en dos desconocidos; vió dibujar una sonrisa avergonzada y desvió la mirada, la realidad había que enfrentarla.

--Take...--apretó sus puños—Necesito estar a solas con Yong Hwa.

--No te dejaré sola—susurro.

--Por favor...--se giró ante su amigo—Necesito hacer esto sola—imploró.

--Mai-san...--mordió sus labios el guitarrista.

--Por favor—cerró sus ojos.

Un sonido sordo se escuchó al cerrarse la puerta de la habitación. La joven aún estaba inmóvil observando a Yong Hwa, de alguna parte tendría que hallar la fuerza para acercarse a él, aunque el dolor y el miedo la embargaban, de alguna forma tendría que contener sus lágrimas, pero la culpa la estaba carcomiendo al ver las secuelas del accidente. Inspiró hondamente y caminó hasta la cama, Yong Hwa mantenía su mirada sobre sus manos que arrugaban el cubrecama. Un nudo en su garganta le impidió hablar, mordió su labio inferior y no pudo más, la culpa la estaba matando, verlo así, en aquel estado y ahora sin memoria, era lo peor. Sin previo aviso comenzó a llorar, obteniendo la atención del líder que la observa confundido, la joven contenía su rostro entre sus manos, no iba a ser capaz de contener el dolor que la estaba desgarrando lentamente.

--¿Por qué...--se arrepintió, de alguna manera sentía que la pregunta sería tonta. Mordió sus labios frustrado, aquella joven que tenía en frente se le hacía familiar, pero no podía recordarla, su cabeza estaba comenzando a doler. En un impulso, la toma del brazo y la acerca hasta la cama, obteniendo la mirada cristalizada, un mirar de remordimiento, dolor y desilusión, --¿Quién eres?—pensó, sostenía con firmeza el brazo de la joven, en su corazón se alojaba la necesidad de estrecharla entre sus brazos, pero la inseguridad de no tener sus recuerdos para respaldarlo le hacían dudar, --¿Qué debo hacer?—se lamentó, mientras veía rodas las lágrimas por las mejillas femeninas.

--En el momento del accidente—dijo con la voz entre cortada—Estábamos hablando por teléfono...--secó con la manga de su abrigo las lágrimas.

Yong Hwa la observó en confusión, por desgracia no recordaba nada, menos el momento del accidente.

--Tal vez... si te hubiese llamado después...--apretó sus labios—Esto no te estaría pasando—sus lágrimas se precipitaron nuevamente—No estarías pasando por esto—cayó de rodillas, sus piernas habían perdido fuerza para seguir sosteniéndola, la carga se estaba haciendo demasiado pasada.

--Estoy seguro que no fue así, no tienes la culpa, ni siquiera del chofer que origino todo esto, ha sido solamente un accidente—refutó el joven.

--¡No!—grita sin pensar—No recuerdas a nadie, es evidente los golpes y hasta una pierna fracturada tienes, tal vez no originaste el accidente, pero por ir hablando conmigo tal vez no tuviste tiempo a reaccionar.

--¡No te culpes!—exclama Yong Hwa.

--¡¿Cómo no hacerlo si el hombre al que amo no es capaz de recordarme?!—habla sin pensar.

Yong Hwa escuchó fácilmente el tragar de su saliva al pasar por su garganta. La soltó rápidamente. Maichiru queda en blanco, recién se había percatado de lo que había dicho y la desesperación la embargo. Se levantó rápidamente y antes que pudiera dar un paso, el líder la toma del brazo nuevamente y la acerca hasta él, observándola detenidamente.

--Dime quién eres...--susurró, el dolor de cabeza lo estaba matando.

--No es nada... hable sin pensar—temblando su mentón.

HEY YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora