De los errores se aprende.

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*NARRA___*

Me quede en mi habitacion y decidí entrar a la ducha, esta baño era mas cómodo, tal vez por ser un lugar diferente, pero no había jabón ni nada,así que me enrede en una toalla y busque a papá. Pero para mi mala suerte, no estaba, recordé que Eduardo me dijo que si necesitaba algo fuera con el, así que le tome la palabra, no se si sería incomodó para el que yo entrara a su habitación en tan solo una toalla. Toque despacito y el salió de inmediato, note ver que el estaba nervioso, al igual que yo.

-Oh...disculpa es que no hay jabón, ni nada en el baño, quería ver donde puedo...- iba perfecto el asunto, pero me interrumpió con un beso.

-Oye espera, que te pasa.- dije enojada.

-Lo siento, no pude contenerme.- dice avergonzado. Pero vamos el me deseaba y yo a el, aunque amará a Justin como a nadie en el mundo, el me engaño con muchas, y no andamos y debo olvidarle no se por que pienso en el. Sin pensarlo dos veces lo volví a besar, entramos a su habitación y cerramos la puerta con seguro. Comenzó besando mis labios, después bajo a mis pechos y así hasta llegar a mi abdomen. Enseguida se quito la camisa blanca que usaba, y después el pantalón negro. Logré ver su gran miembro, dios. Gracias a Justin ya sabía lo que debía hacer, joderr, me puse de rodillas y tome con mi mano su gran miembro erecto, lo lleve hacía mi boca, logré ver su bello rostro, formaba una gran¨O¨con su boca, sudaba a más no poder. Me tomo de los hombros y me tiro contra su cama, poniéndose arriba de mi, pero sin aplastarme, comenzó a entrar y salir, moviendo sus caderas de una manera realmente sexy. Me recordó cuando Justin me hizo que gritará su nombre. Terminamos ambos dormidos, pero un ruido nos despertó. 

-Eduardo, ¿estás ahí? hijo, ven vamos a comer.- dijo Alma, intentando abrir la puerta, el corazón se me paralizó, pero traté de calmarme cuando ella se alejaba.

-Dios mio ___ debes irte antes de que vayan a buscarte a ti.- dice Eduardo, dándome mi toalla. Osea era obvio que debía irme, no debía recordarme.

-Si, bueno asómate a ver si no hay nadie.- digo poniéndome mi toalla y mis chanclas.

-No, están abajo, anda.- exclama, dándome un beso en la frente. El era tan tierno, me recordaba mucho a Justin. Llegue a mi habitacion que quedaba a un lado, y entré a la ducha, si jabón ni nada, perfecto, salí y me puse un pantalón negro y una blusa rosa de manga larga que me llegaba en el ombligo. Estuve pensando mucho en el supuesto embarazó, tal vez solo eran mareos de cansancio, por que ahora me encuentro muy bien. Me maquille un poco y me hice una coleta alta. 

-Buenas tardes.- digo entrando al comedor, no podía mirar a Eduardo sin sonrojarme. Fue un error haber tenido sexo con el, me consideró una completa perra, pero, debo olvidar a Justin, ya no quiero ser la dulce ___ a la cual dañan cada que quieren, solo disfrutare de los placeres de la vida.

-___ cariño, siéntate a comer.- sinceramente me moría de hambre, no había comido nada en el camino, el mundo acá en California era muy distinto, debía acostumbrarme a esto. Me senté junto a Eduardo. Alma me sirvió pollo frito y ensalada.

-Gracias.- digo.

Una vida juntos.❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora