"Eres lo que yo no buscaba, lo que el destino me dio para ser feliz."
Un encuentro casual, una noche de aventura, una promesa con dos caminos diferentes, dos personas siendo burladas por el destino; hasta que una sorpresa los unirá de por vida.
...
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¡Estoy embarazada!
Oh Dios, Oh Dios mío. ¿Qué hago? ¿Qué hago?
-¡baja los sumos Ana que estas a punto de arrancarte el poco cabello que te queda!-me tiro a la cama y hago un berrinche con las piernas en alto. Kate sujeta uno de mis pies y bruscamente lo tira azotando la cama-¡basta, he dicho!
Se cruza de brazos y con el gesto ceñido se inclinó hacia delante. Odio esa mirada, cuando la hace parece la viva imagen de mi madre cuando tenemos una reñida contienda.
-¿Quién es el padre?-ah, no eso sí que no. Por nada del mundo la llaman, "Kate la chismosa" y por nada se ha convertido en periodista.
-no lo diré, a poco y lo publicas en el periódico-rueda los ojos
-me lo dirás o sabes lo que haré-me amenaza
-no me intimidas-refunfuño
-¿ah, no?
Niego con la cabeza. Para nada, Kate no es capaz...
Cinco minutos después...
-¡maldición Kate!-mascullo
Me arrepiento de mi silencio, de verdad me arrepiento. Al no haberle dicho nada me hizo una de sus llaves de cuando estuvo en el equipo de karate en la escuela y me doblego por completo, me amordazo a la silla de la cocina.
-eso te pasa por callada y de piernas abiertas-me riñe
-eso fue un accidente, habíamos bebido...-solté de más la lengua. Me maldije en mis pensamientos.
-dime más o...-ese pero no me agrada. ¿Qué hará?
No...no...
Sujeta los respaldares de la silla y me desliza hasta el closet donde guardamos abrigos y cosas de limpieza, justo a unos metros de la puerta.
-no, Kate. Sabes que soy claustrofóbica. Ten piedad, estoy embarazada-cuando dije eso sabía que lo que hacíamos era totalmente inmaduro, innecesario y que debía pensar como una persona cuerda. Porque esto es un problema, un maravilloso problema, pienso al ver mi vientre.
-entonces reflexiona-me insta.
-está bien, te lo diré, pero promete no decirle a nadie. Incluyendo a Elliot y a mi familia.
Asiente y me dispone a quitarme los amarres.
Dos minutos después...
Solo silencio, no puedo decir nada viendo como me observa esa mirada inquietante.
-¡Dios Kate, deja de verme así!
-¿Cómo quieres que te vea?-replica
-no sé, no se-no sabía que decir o con que excusarme. Kate al verme atrapada se sienta a mi lado y relaja el rostro.
