"Eres lo que yo no buscaba, lo que el destino me dio para ser feliz."
Un encuentro casual, una noche de aventura, una promesa con dos caminos diferentes, dos personas siendo burladas por el destino; hasta que una sorpresa los unirá de por vida.
...
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Las comisuras de mis labios se elevaron a un nivel sobrenatural, cuando me di cuenta de su mirada llena de disgusto inhale aire con fuerza y relaje mi cara de tonta. Porque eso es lo que soy, tonta. Muy tonta hasta el punto de enloquecer de rabia conmigo misma. Sinceramente pensaba que esas palabras podrian ser su confesión de amor.
-¿prueba? ¿Qué? -no habia en mi cabeza algún punto de concordacia, solo incoherencias y la palabra... ¡matalo! ¡matalo! Me golpeaba en mi frente.-¿acaso soy un objeto de estudio para tí?
-no...de ese modo...no...yo-tartamudea y no le doy tiempo de decir nada más, me quedo suficientemente claro y me dispongo a salir con la frente en alto y creo que a llorar en los brazos de mis hermanas.
Mientras caminaba sin rumbo por una calle solitaria repetia mi mantra o eso parecia. Uno, alejate; dos, concentrate; tres, deja de pensar en ¡él por todos los cielos!. De la foma más madura que he podido enfrentar este problema ha sido alejarme. Me rio de mi misma durante la media hora que tengo de caminar no se adonde y aparecen dos faroles de luces detrás de mi y el auto se detiene. Se quien es y no espero que me alcance asi que sigo caminado en dirreción recta.
-¡Ana!
Para que hacerle caso, no vale la pena. No vale la pena nada que tenga que ver con Christian Grey.
Ahora creetelo-juguetea mi subconciente.
¿hasta el punto de creermelo? Claro que puedo hacerlo, lo haré ahora mismo. Solo mirenme...
-¡Anastasia!
Irritada me le enfrente y se detuvo en seco. Realmente la luz reflectando desde su espalda y con su tipico traje formal parecia James Bond, peligroso, increiblemente sexy y lo unico que quiero es ser la chica bond, la unica y de verdad. Más que nada...que sea de verdad. Pero me propuse darle final a lo que siento y lo haré en este instante.
-¿Qué?-farfullo
Evita responder mi simple pregunta y toma seriamente mi mano.
-Christian, suelta...-me interrumpe al recargar su pecho contra el mio soltandome con brevedad y aferrandose a mi mano abrio sus labios y declaró:
-solo dejame sostener tú mano por unos segundos-inspiro aire con dificultad.
-¿y después qué?-en ese momento evite cualquier contacto visual.
-después te pedire disculpas, te pedire muchas cosas egoistas y te diré que no te vayas.-me sostuvo el mentón elevando mi barbilla, observando su mirada sincera y mi delgado rostro reflectarse en sus pupilas grisaceas, su angustia por mi traspasaba mi puto muro y mis piernas parecian gelatina tratando de mantenerse en pie. Mi orgullo trataba de estacionar mis emociones revueltas por besarle en esos instantes y al final mi orgullo, victorioso, volvi en sí tomando otra compustura y me aleje de él.
