"Eres lo que yo no buscaba, lo que el destino me dio para ser feliz."
Un encuentro casual, una noche de aventura, una promesa con dos caminos diferentes, dos personas siendo burladas por el destino; hasta que una sorpresa los unirá de por vida.
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Varias horas después de locuras incesantes. El color del ramo de la novia, la decoración, el chef, el lugar donde será la ceremonia, incógnitas sobre si será en la iglesia o aquí, en la mansión. Kate se encontraba entre la desesperación y la felicidad. Se parecía cuando Mia me invade con sus preguntas cuando estaba por casarme con Christian.
-bien, hay detalles que debemos añadir, pero será otro día- Kate concluye con un suspiro exasperante. En mi caso, solo observaba y reía tan pronto como algo la molestaba.
-y ese día será mañana, ¿A la misma hora Kate? - Mia añadió con emoción.
Kate volvió a suspirar y eso causo gracia ante los presentes.
-si- respondió tras unos instantes y Mia se puso de pie con una sonrisa centellante.
Todos comenzaron a despedirse, y sin más, cada uno se fue hasta que Weston, Grace, Mia y su novio y yo quedamos solos.
-nos retiramos- Mia chillo.
-buenas noches- musito Milo siendo arrastrado por Mia al piso superior.
-iré tras ellos- Grace agrego unos instantes después.
-yo también me iré a la cama-dijo Weston mientras bosteza y sube las escalares. De repente se detiene, se gira y con una sonrisa agrega-creo que no eres como yo pensaba- tan solo esas palabras me incitaron a que se formara una sonrisa en mi rostro.
-por fin el niña...bueno, gracias Weston- asintió antes de marcharse y desaparecer de mi campo de visión.
Una vez que quede sola mire en dirección al reloj sobre la pared y supe que faltaban cinco minutos para que llegara Christian. Me comento por teléfono que llegaría una hora tarde, ya que la policía notifico que encontraron a los maleantes que destruyeron la entrada del edificio y algunas oficinas del primer piso.
Con respecto a Agatha, no respondí su mensaje, ni me digné a ir tras ella, esta vez no. Sentí lastima por ella a causa de Christian porque la amaba, pero sus intenciones de querer separarnos fue lo que derramo la poca compasión que tenía por ella, ya no podía más, desde que uso el contrato y convirtió nuestra privacidad en una noticia bomba. Se dijo la verdad, se desmintió y eso basto para que su carrera como periodista acabara escribiendo pequeñas columnas en la sección de auto ayuda.
- ¿aun sigues despierta? -Christian apareció en ese momento y logro que todos mis pensamientos se desmoronaran como un muro es derribado de un golpe.
-si- digo, sentándome al pie de la escalera y moviendo la cabeza en círculos.
- ¿te duele?
-el cuello...-deja varias carpetas sobre el suelo, sube dos escalones y se sienta detrás de mi rodeando mi cuerpo con sus piernas comenzando a presionar con sus dedos sobre mis hombros hasta mi nuca y desde allí realiza pequeños masajes en mis omoplatos hasta el costado de mi espalda.
